Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, espera por la decisión del gran jurado que está escuchando las pruebas reunidas por el fiscal del distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, relacionadas con un pago de 130.000 dólares a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels en 2016.
El Político
Daniels alega que tuvo relaciones sexuales con Trump en un torneo de golf de celebridades en Lake Tahoe, Nevada, en 2006. En las últimas semanas de la campaña presidencial de 2016, la ex actriz porno recibió la suma de seis cifras, esencialmente para comprar su silencio mientras amenazaba con hacerlo público.
Ninguna acusación contra Trump está garantizada. Pero si se produce, es probable que se centre en cargos de falsificación de registros comerciales, incumplimiento de las leyes de financiación electoral, o ambos, reportó The Hill.
¿Acusación a Trump tendría impacto en su campaña?
Los adversarios de Trump no deberían esperar que su campaña se desmorone pronto, incluso si es acusado.
El verano pasado, después de que el FBI allanara su complejo turístico de Mar-a-Lago, en Florida, en una investigación separada sobre documentos clasificados, sus índices de aprobación subieron en algunas encuestas.
El paralelismo puede ser inexacto, pero es un recordatorio de que la desaparición política de Trump ya se ha predicho en numerosas ocasiones.
Una acusación podría desencadenar una movilización en torno a Trump de los votantes conservadores que son receptivos a las quejas del ex presidente de que está siendo injustamente atacado.
Sin embargo, un movimiento así complicaría, como mínimo, la campaña de Trump de forma significativa. Los críticos del Partido Republicano argumentarían que es la ilustración perfecta de cómo Trump trae demasiado caos a su paso. Los demócratas estarían encantados de que el favorito para la nominación del Partido Republicano en 2024 llevara a cabo su campaña mientras está acusado penalmente.
Reacción de sus rivales
Una acusación contra Trump supondría un reto para los rivales del Partido Republicano de Trump, así como para él mismo.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis -la mayor amenaza para Trump si entra en la carrera presidencial-, fue censurado por los aliados de Trump cuando respondió a las noticias iniciales de la probable acusación con un prolongado silencio.
Cuando DeSantis hizo finalmente un comentario, criticó a Bragg por insistir en el asunto de Trump en lugar de abordar delitos más graves. Pero también añadió, refiriéndose a Trump: "No sé lo que hay que hacer para pagar un soborno a una estrella del porno para asegurarse el silencio sobre algún tipo de supuesta aventura".
El pinchazo provocó una respuesta furiosa del ex presidente, que publicó en Truth Social que DeSantis "probablemente se enteraría de FALSAS ACUSACIONES Y FALSAS HISTORIAS en algún momento en el futuro."
¿Cuáles son las posibilidades de condena?
La decisión de acusar a Trump sería monumental. Pero la solidez del caso está seriamente en entredicho.
Para empezar, la falsificación de registros comerciales es un delito menor y no un delito grave, a menos que pueda vincularse a otro delito más grave.
El posible intento de vincular a Trump con delitos más graves relacionados con la ley electoral también está plagado de peligros. Un caso similar en 2012 contra John Edwards, candidato demócrata a la vicepresidencia en 2004 y candidato en las primarias presidenciales de 2008, no acabó en condena. Edwards fue absuelto de un cargo y el jurado no llegó a un acuerdo en otros cinco.
En el caso de Edwards, la defensa argumentó con éxito que no podía probarse que los pagos para mantener a una mujer con la que había tenido una aventura -y con la que había tenido un hijo- fueran un gasto electoral, ya que el dinero podría haberse pagado con la misma facilidad para evitar la vergüenza personal, incluso si no aspiraba a un cargo público.
Reacción de los republicanos
Los aliados de Trump en la Cámara ya están en guerra verbal con Bragg.
El presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jim Jordan, y el presidente de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara, James Comer, han estado en la vanguardia MAGA hasta ahora.
El dúo, al que se unió el presidente de la Comisión de Administración de la Cámara, Bryan Steil, escribió a Bragg el sábado, golpeándole duramente por su negativa a cooperar con una solicitud previa de testimonio.
La carta de ocho páginas incluía la afirmación de que Bragg no había rebatido "las alegaciones centrales en cuestión".
Los republicanos caracterizaron esas alegaciones centrales como la acusación de que Bragg estaba actuando "bajo la presión política de activistas de izquierda y ex fiscales" para participar en juegos legales y "acusar por primera vez en la historia a un ex Presidente de Estados Unidos".
Si realmente se emite una acusación, esos enfrentamientos verbales sólo serán un aperitivo de lo que está por venir.
¿Qué pasará después con Trump?
Es posible que el gran jurado se niegue a acusar a Trump.
Pero si lo acusa, el expresidente presumiblemente hará los arreglos necesarios para entregarse a las autoridades en lugar de enfrentarse a la indignidad de ser detenido. Una comisaría de policía sería el lugar más probable para tal entrega.
Es casi seguro que se tomarían las huellas dactilares y se fotografiaría a Trump, una imagen que inmediatamente daría la vuelta al mundo.
Trump seguramente sería puesto en libertad antes de su juicio, aunque su comparecencia sería un acontecimiento mediático masivo en sí mismo.
El ex presidente ha advertido de "potencial muerte y destrucción" si es acusado y ha llamado a sus seguidores a protestar, y las autoridades de Nueva York ya están tomando medidas de seguridad en previsión de esa posibilidad.