Sobornos, prostitutas y cocaína. A 100 días de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, y a 10 meses de las legislativas, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ostenta el poder en Madrid, hubiera podido prescindir gustosamente de lo revelado por El escándalo de los Mediadores.
El Político
Según los investigadores, varios empresarios entregaron obsequios al diputado socialista Juan Bernardo Fuentes -más conocido como "Tito Berni"- y al general retirado de la Guardia Civil, Francisco Espinosa, a cambio de facilidades en la obtención de contratos públicos, agilizando las solicitudes de subvenciones, borrado de multas y otros privilegios.
Según un documento jurídico consultado por AFP, este político de 60 años habría asistido a empresas que pretendían hacerse con contratos públicos, obtener subvenciones europeas o evitar inspecciones sanitarias durante la crisis del covid-19, a “cambio de una contraprestación” financiera.
Ingresos de 5.000 euros
Para beneficiarse de este apoyo, “el primer paso” consistía en efectuar “una transferencia bancaria de 5.000 euros” a una asociación deportiva que presidía el diputado a través de un empresario canario, Antonio Navarro -cuyo seudónimo, “El mediador”- ha dado nombre al caso.
Por un coste adicional de unos 3.000 a 3.500 euros más, los empresarios podían disfrutar de visitas privadas al Congreso de Diputados, así como de noches de fiesta en discotecas y en un hotel de cuatro estrellas, precisa el documento judicial.
De acuerdo al propio Antonio Navarro, que ha concedido entrevistas en varios medios españoles en los últimos días, también organizaron una cena en Madrid a la que asistieron 15 diputados socialistas en plena pandemia, pese a las restricciones sanitarias en vigor.
Estas revelaciones despertaron una profunda incomodidad dentro del Partido Socialista, muy preocupado en aislar esta crisis a tres meses de las elecciones municipales y regionales previstas para el 28 de mayo y a solo nueve de las legislativas previstas para finales de 2023.
“Es un comportamiento repugnante”, aseveró el pasado fin de semana Félix Bolaños, ministro de la Presidencia y mano derecha de Pedro Sánchez, quien llegó al poder en 2018 gracias a una moción de censura contra el anterior gobierno conservador, sacudido entonces por un enorme escándalo de corrupción.
“Me parece increíble, más allá de la política, personalmente me repugna”, incidió el ministro de Agricultura Luis Planas, también del Partido Socialista, una formación que ha hecho de la lucha contra la prostitución uno de sus caballos de batalla y que presentó el año pasado una proposición de ley para sancionar a los clientes.
“Zafio”
El PSOE se defiende recordando que expulsó inmediatamente a Juan Bernardo Fuentes. El partido aplica la “tolerancia cero” hacia la corrupción, aseguró el presidente del grupo socialista del Congreso de los Diputados, Patxi López.
La reacción, sin embargo, no ha sido suficiente para calmar las críticas del Partido Popular (PP, derecha), que reclamó -junto con la formación de extrema derecha, Vox- que se cree una comisión de investigación parlamentaria para “que se diriman las responsabilidades políticas” derivadas del caso Mediador.
“Es tan zafio, es tan cutre, es tan bochornoso, y causa tanto daño a la política y a las instituciones que no podemos seguir así”, opinó el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusando al PSOE de que “no ofrecen toda la información de la que disponen”.
Con este caso, el gobierno “ha perdido el crédito y la confianza de los españoles”, insistió el líder de los conservadores, que exigen la convocatoria, a partir de mayo, de elecciones legislativas anticipadas, en las que los sondeos les apuntan como ganadores.
Fuente: Lapatilla