Vladimir Putin, líder Rusa, está preparando una nueva ofensiva en su invasión a Ucrania, que daría comienzo en la entrada de la primavera.
El Político
Esta información fue suministrada por las propias fuerzas armadas ucranianas, que sospechan y casi que confirman que vendrá una gran embestida.
El gobierno, liderado por el presidente Volodímir Zelenski, sospecha que los últimos bombardeos aéreos de las últimas semanas van ligadas a una maniobra de desgaste como preámbulo a un nuevo gran ataque.
Lo que cree Ucrania
Ucrania cree que, pese a los reveses en las regiones de Járkov y Jersón, el líder ruso sigue sin renunciar a los maximalistas objetivos iniciales de la campaña militar.
En esa misma línea, a principios de esta semana, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, precisó que Rusia lanzará una "gran ofensiva" a finales de enero o en febrero con el fin de conquistar nuevos territorios y adujo que el Ejército ruso ha estado trasladando durante las últimas semanas armamento pesado al frente, especialmente en Lugansk.
Entre tanto, Ucrania resiste y lucha por rescatar sus infrastructuras energéticas afectadas por la constante lluvia de misiles.
"¡Queridos ucranianos! ¡Les deseo salud! Lo principal hoy es la energía. Durante el día se ha podido restablecer el suministro eléctrico a casi 6 millones de ucranianos. Los trabajos de reparación continúan sin descanso desde el atentado terrorista de ayer", dijo el presidente Volodímir Zeleneski, que recordó a sus aliados de Occidente la importancia de que su ejército reciba los Patriot estadounidenses, sistema que permitiría martillear todas y cada una de las posiciones rusas en el corredor terrestre entre el Donbás y Crimea bañado por el Azov, además de alcanzar la península con los sistemas de misiles HIMARS.
"¡Quiero vivir!", la línea ucraniana al servicio de los rusos que se rinden
Más de 4 300 soldados rusos y sus familiares, según las autoridades de Kiev, han consultado la posibilidad de rendirse al Ejército ucraniano a través de la línea "¡Quiero vivir!" lanzada por Ucrania y orientada hacia quienes no quieren formar parte de la invasión del país.
"Acuden a nosotros porque quieren seguir vivos. Rechazan el régimen terrorista de (el presidente Vladímir) Putin, pero no pueden liberarse por sí mismos de servir en el ejército", explica a Efe Vitaliy Matvienko, portavoz del proyecto.
En conclusión
Los soldados pueden llamar a la línea directa o ponerse en contacto con sus operadores a través de su cuenta en Telegram, con unos 40.000 seguidores. Muchos llaman antes de ser destinados a Ucrania, donde sus movimientos y vías de comunicación suelen estar restringidos por sus superiores.
Matvienko explica que el número de llamadas se disparó inmediatamente después del inicio de la llamada "movilización parcial", declarada en Rusia el pasado septiembre. Desde entonces se ha mantenido estable, con entre 50 y 100 consultas diarias.