Más de medio millón de parisinos se concentraron este miércoles en la capital francesa, para protestar contra la intensión del gobierno de Emmanuel Macron, de modificar la edad de retiro a los 64 años, en vez de los 62 años para tener derecho a la pensión.
El Político
El gobierno dice que "escucha" y "entiende" la ira de los franceses. Pero ante una movilización récord contra la reforma de las pensiones, y a la espera de dos nuevos días de acción , no desiste en el aplazamiento de la edad de jubilación a los 64 años
“Ayer fue el evento más grande (en 30 años) , “, saludó el secretario general de la CFDT, Laurent Berger, en la primera línea del desafío.
Las manifestaciones congregaron este martes a más de 1,27 millones de personas según el Ministerio del Interior (más de 2,5 millones según los sindicatos), más que la primera movilización del 19 de enero, y que el récord histórico de 2010.
La de París fue la mayor entre las 250 protestas convocadas en toda Francia, seguida por la de Marsella
Por qué es importante
El objetivo de los sindicatos es impedir la implementación de la reforma, similar a lo que sucedió durante la presidencia de Jacques Chirac en 1995.
El gobierno de Macron defiende que la reforma es necesaria para equilibrar la caja de las pensiones, ante un déficit creciente en un contexto de mayor esperanza de vida.
Panorama general
En el proceso, los ocho principales sindicatos franceses anunciaron dos nuevos días, martes 7 y sábado 11 de febrero.
"Estamos acentuando esta movilización" y "estamos dando la posibilidad (…) a las personas que no siempre pueden manifestarse durante la semana de venir y expresar su descontento", explica Laurent Berger.
Estos días de acción coincidirán con el movimiento social de las refinerías, convocadas a un paro de 72 horas a partir del 6 de febrero. La CGT Cheminots y SUD-Rail propusieron una huelga los días 7 y 8 de febrero, ante posiblemente un movimiento renovable a partir de mediados de febrero.
En la RATP, la intersindical también convocó a la huelga para el 7 y el 11 de febrero .
“Hago un llamado al gobierno para que discutamos y escuchemos que esta medida de edad, no se acepta en absoluto, se rechaza”, pide Laurent Berger.
Philippe Martínez (CGT) advirtió contra un endurecimiento del movimiento y huelgas renovables. Si el gobierno continúa "minimizando el descontento, tendremos que subir la intensidad", dijo, acusando al ejecutivo de "jugar a la lucha armada".
Lo que dice el gobierno
Varios miembros del Gobierno adoptaron este miércoles un tono conciliador pero firme. En la comitiva del Jefe de Estado se destaca que la movilización fue "seguida a la altura de lo anunciado".
La primer ministra, Élisabeth Borne, dijo el martes por la noche que escuchó "preguntas" y "dudas causadas por la reforma".
“La idea no es bloquear el país, es bloquear este proyecto de reforma", había comentado.
Sin embargo, Élisabeth Borne también aseguró que no quería desviarse de su “rumbo”, a pocos días de haber afirmado que los 64 años eran “no negociables” .
Al término del Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, expresó que hubo “un poco más de manifestantes” y “un poco menos de huelguistas” que el 19 de enero. “Esto lo miramos con humildad”, agregó.
El ministro delegado de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, expresó su "respeto" por los franceses que se toman "un día para hacer valer sus convicciones". Una forma de corregir la situación, después de haber llamado el día anterior a los sindicatos a movilizarse "respetando a los franceses que trabajan".
"Hay preocupaciones, hay dudas, por supuesto que los estamos escuchando", dijo, haciéndose eco Élisabeth Borne.
Lo que sigue
En los próximos días proseguirá la doble batalla en el Parlamento, en la calle y en las empresas, contra el proyecto del gobierno de Macron, que insiste en aplicar su reforma.
Si las dos cámaras del Parlamento no votan la reforma para el 26 de marzo, el gobierno podría aplicarla mediante una ordenanza, según fuentes parlamentarias. Con lo que Macron corre el riesgo de aumentar la imagen de autoritario.
El resultado de esta movilización en Francia puede impactar en el resto de Europa.
Fuente: Le Parisien