Con el fin de obtener importantes ganancias, los regímenes de Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro decidieron montar el jugoso negocio de las «mulas» viajeras. Para ello, organizan viajes a la Isla de Margarita, en Venezuela.
El Político
El ministro venezolano de Turismo, Alí Padrón, reconocidó que hasta 5.000 dólares es el gasto promedio de cada uno de los cubanos que viajan de compras a Isla Margarita en Venezuela.
Padrón admitió en una declaración pública que en la segunda semana de enero llegaron al enclave turístico donde también funciona una especie de zona franca con precios preferenciales, un total de 47 cubanos.
¿Por qué es importante?
Los visitantes, principalmente pequeños empresarios cubanos, buscan productos que no pueden obtener en su país de origen como alimentos, aseo personal y medicamentos, tres categorías de artículos que son libres de impuestos en la Aduana de Cuba, reportó PeriodicoCubano.
Aunque también compran electrodomésticos pequeños, en dependencia de la capacidad de equipaje de bodega que les ofrezca el avión.
La agencia estatal cubana Cubatur es la encargada de organizar los paquetes de viaje que ofrecen vuelo, hospedaje en un hotel por tres o siete noches y tour de compras guiados.
Por su parte, la aerolínea venezolana Estelar se encarga del trayecto.
Entre líneas
Con el objetivo es explotar el mercado de turismo de compras que suelen hacer los cubanos en el exterior, se abrió otro destino hacia Las Piedras, zona franca de Paraguaná, en el estado de Falcón, que es operada por la aerolínea del Estado venezolano Conviasa.
Según las autoridades, si cada cubano gasta entre 3.000 y 5.000 dólares, los negocios y mercados de estas zonas de Venezuela podrían obtener ganancias de más de 1.600.000 dólares mensuales. Por lo cual se insiste en dar promociones a esta vía para que pronto lleguen unos 500 cubanos al mes.
De acuerdo con el director comercial de la agencia turística venezolana GTN, Yunier Ávila, en la época de la peor crisis energética de Cuba, los viajeros comenzaron a demandar grandes cantidades de ventiladores, bombillas recargables, plantas eléctricas y otros dispositivos cuya venta en el mercado interno de la Mayor de las Antillas estaba garantizada.
Tanto Cubatur como las agencias de viajes venezolanas también son las encargadas de tramitarles a los cubanos la visa de entrada a Venezuela. Por ese permiso que sirve para una única entrada cobran 30 dólares.
En conclusión
De acuerdo con el portal web del Consulado venezolano en La Habana, se manejan distintos tipos de visa y en dependencia de los fines del ciudadano cubano.
Por ejemplo, está el simple transeúnte, catalogado como “el extranjero que desee ingresar al país con otros fines distintos del turismo y se clasifica en: Transeúnte Familiar Venezolano, Transeúnte de Negocios, Transeúnte Inversionista, Transeúnte Empresario Industrial, Transeúnte Religioso, Transeúnte Reingreso, Transeúnte Reingreso COVID-19, Transeúnte Laboral y Transeúnte Estudiante”.
No obstante, una investigación del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) reveló que hay más de 36.000 cubanos viviendo en Venezuela, entre los casi tres millones de cubanos que han emigrado y que representan casi el 11% de la población que tendría Cuba.
Vale recordar que según la resolución 206-14 de la Aduana General de la República, en Cuba la importación con carácter comercial está sujeta a regulaciones muy específicas y solamente entidades autorizadas por el Estado tienen permitido realizarla.
Por tanto, lo que venga al interior de los equipajes personales no puede usarse con fines lucrativos ni tampoco exceder en cantidad lo que normalmente demanda el uso personal o familiar, que en todo caso, para evitar dudas e interpretaciones subjetivas, la aduana se ha cuidado de regular de manera milimétrica.
Sin embargo, la práctica refleja otra cosa. Dice, por ejemplo, que el negocio de las mulas, evidentemente tolerado hasta el momento por las autoridades, parece marchar viento en popa, con cada día más cubanos apostándole todo.