Mientras Vladimir Putin dijo este lunes que estaba abierto a las negociaciones, hoy el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dió un ultimátum a Ucrania para que cumpla las exigencias de Moscú para llegar a un acuerdo: entrega del territorio que quiere Rusia, o lo tomará su ejército.
El Político
La doble moral con que los rusos manejan la crisis desde su invasión a Ucrania se mantiene inalterable. Conocedores de la imposibilidad de obtener una victoria total en Ucrania, cuyas tropas con un valor in calculable les ha impedido tomar al país, se ha puesto una vez más de manifiesto.
"Las propuestas de desmilitarización y desnazificación de los territorios bajo el régimen (de Kiev), y la eliminación de las amenazas a la seguridad de Rusia desde allí (…) son bien conocidas por el enemigo", dijo Lavrov, según la agencia TASS.
Las propuestas de Moscú para la "desmilitarización" y la "desnazificación" de Ucrania son bien conocidas por Kiev y "corresponde a las autoridades ucranianas cumplirla", dijo Lavrov citando objetivos rusos que Kiev y sus partidarios occidentales han tachado de propaganda.
"La cuestión es simple: cúmplanlas por su propio bien. De lo contrario, la cuestión la decidirá el ejército ruso", insistió en unas declaraciones a la agencia rusa TASS.
A pesar de los reveses sufridos por Moscú en el campo de batalla en relación con sus planes originales en la invasión de Ucrania.
Por qué es importante
Como resume DW: Moscú no oculta que no se detendrá hasta conseguir sus objetivos.
Por su parte Kiev no ve posible negociar hasta que los rusos se retiren de todo su territorio, incluida la península de Crimea.
Ucrania también desconfía de las palabras de Moscú sobre sus preparativos para buscar una solución negociada.
Kiev y sus aliados occidentales han rechazado la oferta de Putin de dialogar, mientras sus fuerzas bombardean ciudades ucranianas con misiles y cohetes y Moscú sigue exigiendo que Kiev reconozca su conquista de una quinta parte del país.
En contexto
Moscú declaró que su invasión de Ucrania es una "operación militar especial" para "desmilitarizar" y "desnazificar" a su vecino.
Kiev y sus aliados occidentales la califican de agresión imperial para apropiarse del territorio.
Rusia había planeado una rápida operación para apoderarse del país vecino, la guerra se encuentra ya en su undécimo mes, marcado por numerosos y embarazosos reveses rusos en el campo de batalla.
Ucrania logró expulsar a las fuerzas rusas del norte, las derrotó en las afueras de la capital y forzó la retirada rusa en el este y el sur.
Pero Moscú sigue controlando franjas del territorio oriental y meridional.
En septiembre, Moscú proclamó la anexión de cuatro provincias de Ucrania, (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), luego de unos supuestos referendos, rechazados como falsos e ilegales por Kiev y sus aliados.
En el último ataque que ha dejado al descubierto las lagunas de las defensas aéreas rusas, un presunto dron ucraniano penetró el lunes cientos de kilómetros a través del espacio aéreo ruso, provocando una explosión mortal en la principal base de sus bombarderos estratégicos.
Panorama general
Este pasado domingo, Putin dijo que estaba abierto a negociar sobre Ucrania, culpando a Kiev y a sus aliados occidentales de no entablar conversaciones.
El mandatario Ruso no ha dado muestras de dar marcha atrás en su exigencia de que Ucrania reconozca la conquista armada por Moscú de una quinta parte del país. Kiev afirma que luchará hasta que Rusia se retire.
"Estamos dispuestos a negociar con todos los implicados soluciones aceptables, pero eso depende de ellos; no somos nosotros los que nos negamos a negociar, son ellos", declaró Putin en una entrevista en la televisión estatal Rossiya 1.
Kiev y Occidente consideran que la invasión de Putin no fue más que una apropiación imperialista de territorios. Estados Unidos y sus aliados impusieron amplias sanciones a Rusia por su invasión y han enviado miles de millones de dólares en ayuda al Gobierno ucraniano.
En conclusión
Kiev descarta conceder ningún terreno a Rusia a cambio de la paz, y exige públicamente que el invasor devuelva todo el territorio.
Por su parte, para Washington esta postura de Moscú es pura fachada en medio de los persistentes ataques rusos.
La semana pasada, cuando el presidente ucraniano Volodímir Zelensky visitó Washington, Estados Unidos anunció otros 1.850 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania, incluida la transferencia del sistema de defensa antiaérea Patriot, lo que enfureció a Moscú.
Por el momento no se vislumbra el final de la guerra, que ha entrado en su undécimo mes y en la que han fallecido miles de personas, desplazado a millones y dejado ciudades reducidas a escombros.
En definitiva para los rusos sólo existe negociación si los ucranianos se rinden.
Fuente: Agencias