La toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pautado para el 1º de enero de 2023, se ha traducido en un verdadero reto para las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno.
El Político
Al creciente número de actos de violencia, con razones o sin ella, atribuidas a fuerzas seguidoras del derrotado presidente Jair Bolsonaro, habían mantenido una fuerte tensión sobre el particular.
Pero el que la Policía de Brasilia detonase un presunto artefacto explosivo este fin de semana en las afueras del Aeropuerto de la capital y haya detenido a un empresario, George Washington de Oliveira Sousa, que confesó haber planeado un atentado, colmó todas las presunciones
En declaraciones a la Policía, De Sousa afirmó que el acto fue planeado por simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro (PL), informa el portal de noticias G1.
Por qué es importante
El hecho suma presión sobre la ceremonia de toma de posesión de Lula, de 77 años, a la que está previsto que acudan casi una veintena de jefes de Estado, además de cientos de miles de simpatizantes de izquierda.
Según informó O Globo, el equipo de seguridad del presidente electo argumenta que no debe viajar en un auto abierto, pero los más cercanos a Lula dicen que se resiste a la idea de utilizar uno blindado el domingo.
En contexto
De acuerdo al reporte de La Nación , seguidores del presidente bloquearon carreteras y se manifestaron frente a cuarteles en el país, luego de que Lula se impusiera en el ballottage del 30 de octubre (50,9% a 49,1%). Meses después, aún hay campamentos frente a algunas sedes del ejército.
En el departamento donde estaba Oliveira Sousa, empleado en una estación de servicio en Pará, al norte, la Policía halló un arsenal de armas, varias irregulares.
Según Folha de S. Paulo, Oliveira Sousa dijo que se había “inspirado por las palabras del presidente Bolsonaro” para adquirir las armas, de un valor estimado en 160.000 reales (unos 31.068 dólares). El detenido pensaba distribuir las armas entre personas que acampan frente al cuartel.
Según la versión del sospechoso, de 54 años, también planeaba instalar explosivos en postes cerca de una subestación eléctrica en Taguatinga, ciudad del Distrito Federal.
Una de las expresiones reiteradas por Bolsonaro e que “un pueblo armado jamás será esclavizado”.
Lo que dijo el futuro ministro de Lula
El ministro entrante de Justicia de Brasil, Flavio Dino, ha anunciado ayer que reforzará las medidas de seguridad para la toma de posesión del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, como medida preventiva ante las recientes amenazas de bomba registradas contra las autoridades en el país.
Flavio Dino informó, a través de una publicación en su perfil de la red social Twitter, que "la toma de posesión del presidente Lula tendrá lugar en paz".
"Todos los procedimientos serán reevaluados, con miras a fortalecer la seguridad. Y se intensificará la lucha contra los terroristas y los alborotadores. La democracia ganó y ganará", sostiene el futuro titular de la cartera de Justicia.
Dino criticó "los graves hechos ocurridos en Brasilia", que según él "prueban que los llamados campamentos ‘patrióticos’ se han convertido en incubadoras de terroristas".
Dijo además que no permitirá que lo que llamó "terrorismo político" se instale en el país y que los bandos bolsonaristas serán desmantelados por el gobierno del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva Silva (PT), que asumirá el cargo a partir del 1 de enero.
"No vamos a permitir que este terrorismo político se arraigue en Brasil", dijo.
Ojalá sea así, en defensa de la tranquilidad de la que está tan urgida todo el continente americano.
Entrelíneas
El presidente electo de Brasil tomó una decisión crucial en materia de seguridad: aseguró que retirará las competencias de seguridad a la Oficina de Seguridad Institucional (GSI) debido a su vínculo con el actual jefe de gobierno Jair Bolsonaro.
Según Folha de Sao Paulo, la primera evaluación llevada a cabo por las futuras autoridades brasileñas apuntan a que, en los últimos tiempos, se han nombrado a afines a Bolsonaro en el seno del GSI.
Fuentes consultadas informaron que a partir de ahora las competencias de la seguridad del presidente de Brasil recaerán en la Policía Federal y, en concreto, bajo el liderazgo del delegado federal Alexander Castro Oliveira.
Lo que sigue
El próximo domingo, primero de enero, será la posesión como presidente de Luis Ignacio Lula da Silva.
La toma de posesión tendrá un alto número de invitados internacionales que requieren una garantía en la seguridad del evento; como invitados especiales están 12 dignatarios de diferentes latitudes, entre ellos, los presidentes de Alemania, Angola, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Portugal, entre otros.
Se espera además que asistan unas 300.000 personas a la toma de posesión quienes disfrutarán del festival musical organizado para que la población salude a Lula y en el que ofrecerán conciertos 30 cantantes y grupos musicales.
Fuente: Agencias
Fuente: Agencias