Investigadores de la Universidad de Cornell, dicen que la preservación de los hábitats silvestres podrían reducir las pandemias a futuro.
El Político
La nueva investigación demuestra que una de las maneras prevenir futuras pandemias es dejar de destruir los hábitats naturales de la vida silvestre. Se estudió el hábitat de un grupo de murciélagos de la fruta, a fin de entender mejor el posible escape de patógenos de las colonias silvestres. También se estudió cuando algunos organismos enfermos funcionan como puente de contagio, de una especie a otra.
Dicha investigación resulta muy relevante, debido a que se ha podido establecer que varias de las recientes pandemias que están afectando a los humanos, desde la década de los años 90, han sido como consecuencia del llamado desbordamiento o derrame, desde un hábitat silvestre hacia los humanos.
Los hallazgos del estudio fueron publicados en la revista científica Nature. En este sentido, Raina Plowright,, una de las autoras del estudio, ha dicho que: "en este momento, el mundo está enfocado en cómo podemos detener la próxima pandemia". Plowright, además, es profesora del Departamento de Salud Pública y de Ecosistemas, en la Universidad de Cornell.
En Australia detectan el virus Hendra, una zoonosis causada por este virus del género Henipavirus. El proceso infeccioso ocurre de murciélagos a caballos. Los humanos se contagian posterior al contacto con los fluidos corporales de un caballo infectadohttps://t.co/b6q2BAh4En
— Gabriela Jiménez (@Gabrielasjr) July 13, 2022
Detalle: preservar es la clave
La investigadora expresó, además, que: "desafortunadamente, preservar o restaurar la naturaleza rara vez es parte de la discusión. Esperamos que este documento logre demostrar la importancia de la prevención para las soluciones, basadas en la observación de la naturaleza silvestre”.
El entorno estudiado fue en Australia. Allí ubicaron colonias de murciélagos de la fruta, y se dedicaron a observar su respuesta al cambio en el suministro de alimentos, y si ese cambio en sus pautas de alimentación pudieron incidir sobre una posible propagación del virus Hendra, causante de muertes en caballos y humanos.
Parte del estudio abarcó los años comprendidos entre 1996 hasta 2020, con una recopilación de descripciones de las colonias de murciélagos, el paisaje donde se alimentan, el entorno climático, las tasas de reproducción, así como los años de escasez de alimentos, pérdida de hábitat y otros factores relevantes.
Hoy se celebra el Día Mundial de las Zoonosis. Aquí os dejo una infografía sobre el virus Hendra, para conocer un poco más a este patógeno. pic.twitter.com/NyaZgtVhlp
— Raúl Rivas (@RaulRivasG) July 6, 2022
¿Por qué es importante?
En el estudio se pudieron desarrollar modelos informáticos, que permitieron el análisis de los datos obtenidos, para entender cómo se produce el desbordamiento o derrame; es decir, el puente de trasmisión del virus hacia otras especies.
Está claro que la pérdida del hábitat silvestre obliga a los murciélagos a emigrar hacia zonas agrícolas, más cerca de los humanos. También los cambios climáticos favorecen la escasez de alimentos para estas especies.
A partir de las observaciones realizadas en los hábitats silvestres, los investigadores llegaron a la conclusión lógica, de que para detener la propagación del virus Hendra, los humanos debemos detener la tala indiscriminada de los bosques, donde viven los murciélagos frugívoros.
Más allá de los coronavirus, los murciélagos son conocidos por poder transmitir los virus de la rabia, el virus Ébola, el virus Marburg, el virus Hendra y Nipah, y otros muchos. Los murciélagos son grandes reservorios de virus patógenos. pic.twitter.com/rFAPJa4t83
— Alex Richter-Boix (@BoixRichter) April 12, 2020
¿Cómo es el contagio?
En el caso específico del virus Hendra, el patógeno se propaga cuando los murciélagos orinan o dejan heces en el suelo, justo donde pastan los caballos. Una vez que un caballo se infecta, la enfermedad literalmente salta hacia los humanos.
Por eso al preservar los hábitats silvestres se puede controlar la propagación accidental de virus hacia otras especies. Y esto es una buena noticia para el sector Salud a escala planetaria.