El de Catar 2022 será un mundial diferente a cualquier otro. En el que ha quedado en evidencia, más que nunca, que el dinero puede con todo; Puede comprar voluntades en la FIFA, puede esconder derechos humanos vulnerados, y poner patas arriba un calendario deportivo que, hasta ahora, era intocable.
El Político
Cuando Catar fue seleccionado en un congreso de la FIFA en 2010, comenzaron las especulaciones. La elección de este país como sede, cuando estaban en la competencia países como Estados Unidos y Japón, llamó mucho la atención.
A partir de ese momento, las dudas solo aumentaro respecto a la organización de la primera Copa del Mundo en Medio Oriente.
Mundial más caro de la FIFA
Para empezar, el Mundial Catar 2022 es el evento de la FIFA más caro de la historia. En total, toda la infraestructura del evento tuvo un costo de aproximadamente 200,000 millones de dólares, reportó Clarin.
Las críticas no se hicieron esperar por el estratosférico costo del torneo. Si bien Catar no es uno de los países más ricos del mundo, sí es el que cuenta con mayor ingreso per cápita con ganancias de más de 128,000 dólares anuales por habitante.
Además del costo del evento, también hubo acusaciones de corrupción. En junio de 2015 se llevaron a cabo decenas de arrestos de funcionarios de la FIFA por lavado de dinero y corrupción.
Dentro de estas acusaciones hubo denuncias por compra de votos para elegir a Catar como sede. Esa investigación obligó a Joseph Blatter a renunciar como presidente del máximo organismo rector del futbol.
Mayor polémica
Durante la construcción de la infraestructura, murieron aproximadamente 6,500 trabajadores. La mayor parte de estos obreros fallecieron debido a la deshidratación provocada por largas jornadas laborales a más de 50 centígrados.
Además, las condiciones de seguridad en las obras estuvieron por debajo de los estándares internacionales. Todo esto fue reportado en una investigación de The Guardian. Esto ha sido uno de los aspectos más criticados respecto a la organización del Mundial Catar 2022.
La mayoría de los trabajadores eran inmigrantes. El gobierno catarí otorgó visas de corta duración a cerca de 30,000 obreros provenientes principalmente de India, Bangladesh, Nepal y Filipinas.
Las condiciones laborales bajo las que trabajaron fueron denunciadas por Amnistía Internacional. A pesar de esto, el gobierno de Catar negó las acusaciones bajo el pretexto de que creó miles de puestos de trabajo y dió oportunidad a personas en países donde la oferta laboral es escasa.
Comunidad LGTB+ afectada
La coalición internacional de grupos que representan a los aficionados LGBTIQ+ ha presentado ocho puntos de acción sobre los derechos de estos seguidores que quiere que la FIFA y las autoridades cataríes apliquen antes de que comience el torneo, reportó la BBC.
Estas medidas incluyen la derogación de las leyes y reglamentos que penalizan a las personas LGBTIQ+ y les provean de garantías de seguridad contra el acoso o la detención. Hasta el momento, la coalición ha dicho que "el progreso ha sido lento" y que las respuestas del gobierno catarí "no han sido las adecuadas".
Estas preocupaciones han llegado a los planteles mundialistas. El técnico de la selección inglesa, Gareth Southgate, dijo que sería "muy vergonzoso" que algunos fans no pudieran acudir a la Copa del Mundo por el miedo a cómo podrían llegar a ser tratados.
El jefe ejecutivo de la federación danesa, Joakob Jensen, anticipó que su selección no tendrá los logos de sus patrocinadores comerciales en las camisetas sino "mensajes que promoverán los derechos humanos".
No solo la comunidad LGBTIQ+ sino también las mujeres son motivo de preocupación en el primer país árabe que acogerá un Mundial.