Si alguna sorpresa ha producido el primer discurso de Giorgia Meloni, en el Parlamento de Italia como primer ministra, su ataque directo al fascismo. Lo que ha descartado desde el primer momento la acusación de neofascista que muchos le endilgaron.
El Político
Giorgia Meloni condenó el fascismo y las leyes raciales, a las que calificó como "una vergüenza".
La declaración de la primer ministro se produce cuando Italia está en vísperas de recordar mañana, el centenario de la "marcha de Roma", es decir, la movilización fascista que tuvo lugar entre el 27 y 28 de octubre de 1922 y que dio origen a la dictadura de Mussolini.
«Siempre he considerado las leyes raciales de 1938 el punto más bajo de la historia de Italia, una vergüenza que marcará para siempre a nuestro pueblo.
Los totalitarismos del siglo XX desgarraron toda Europa, no sólo Italia, durante más de medio siglo, en una sucesión de horrores que asolaron a la mayoría de los Estados europeos.
El horror y los crímenes, cualquiera que sea su cometido, no merecen justificación alguna, y no son compensados por otros horrores y otros crímenes», dijo.
En su condena a los totalitarismos, Giorgia Meloni sostiene que la libertad y la democracia son los elementos distintivos de la civilización europea contemporánea en la que siempre se ha reconocido.
"Y por tanto, a pesar de lo instrumentalmente argumentado, nunca he sentido simpatía o cercanía hacia los regímenes antidemocráticos. Por ningún régimen, incluido el fascismo".
Más claro no podía hablarse.
Por qué es importante
Es el primer discurso en el Parlamento de Giorgia Meloni como primer ministro. En un discurso de una hora y diez minutos, explicó su programa de gobierno. Mostró su pragmatismo al establecer una línea de continuidad en política exterior y económica con el Gobierno de Mario Draghi.
Meloni reivindicó la unidad de la centro-derecha y la rapidez en que formó Gobierno. Insistió además en que Italia no puede perder el tiempo en la actual situación económica.
Temas clave para Merloni
Compromiso con la Unión Europea
La premier italiana destacó su compromiso con la Unión Europea. Prometiendo que «respetará las reglas, contribuyendo a la reforma de las que no funcionan», como el Pacto de Estabilidad. "Haciéndolo con espíritu constructivo, sin ser subalternos y sin complejo de inferioridad».
Europa, apuntó, no debe ser considerada como un rival y el objetivo de su gobierno no será "frenar o sabotear la UE sino hacerla más eficaz en la respuesta a las crisis".
La primera ministra citó a San Benedicto, patrón de Europa, para hacer referencia a las raíces cristianas del viejo continente.
«Italia forma parte plenamente de Occidente y de su sistema de alianzas. Fue el fundador de la Unión Europea, de la Eurozona, de la Alianza Atlántica. Forma parte del G7 y, junto con Grecia, es la cuna de la civilización occidental y su sistema de valores, libertad, igualdad y democracia y de sus raíces clásicas y judeocristianas».
Pleno apoyo a Ucrania
Meloni que, entre sus primeras llamadas telefónicas con líderes internacionales, estuvo la que mantuvo con el presidente Zelenski, ha resaltado su pleno apoyo a Ucrania. "No podemos aceptar una guerra de agresión en Ucrania".
"La libertad tiene un costo. Italia seguirá siendo un socio del valiente pueblo ucraniano que se opone a la agresión de Rusia".
Energía
Un punto inmediato a resolver, aclaró, será el de la energía, que en esta fase también está inevitablemente entrelazado con la política exterior. Meloni señaló que "ceder al chantaje de Putin" no sería una solución conveniente, sino que "agravaría el problema".
Recordó que Italia es un país que, por sus características físicas y geográficas, puede invertir más en energías renovables, reduciendo así su dependencia del exterior.
Pero la subida de los precios es un problema inmediato. Y por ello "será necesario mantener y reforzar las medidas de apoyo a familias y empresas".
Meloni reconoció que se trata de un "compromiso financiero importante, que va a agotar gran parte de los recursos disponibles, y nos obligará a postergar otras medidas que nos hubiera gustado implantar en la próxima ley de presupuestos".
Aborto
En relación al tema del aborto fue directa. "Un gobierno de centroderecha nunca limitará las libertades existentes de ciudadanos y empresas. Lo veremos con prueba de los hechos, también sobre derechos civiles y aborto, quién mintió y quién dijo la verdad en la campaña electoral sobre cuáles eran nuestras verdaderas intenciones».
Lucha contra la corrupción
Meloni prometió eliminar otro de los problemas crónicas de Italia: la burocracia.
"Abordaremos el problema a partir de una simplificación estructural y desregulación de los procedimientos administrativos para estimular la economía, el crecimiento y las inversiones.
También porque todos sabemos cuánto el exceso legislativo, burocrático y normativo aumenta exponencialmente el riesgo de irregularidades, disputas y corrupción, mal que tenemos el deber de erradicar".
La primera ministra prometió «una verdadera lucha contra la evasión fiscal», un grave problema en Italia. Al hablar de legalidad se refirió al «cáncer» de la sociedad italiana.
"Afrontaremos el cáncer mafioso con la frente alta, en primera línea, como nos han enseñado tantos héroes que han dado ejemplo con su valentía. Los delincuentes tendrán desprecio e inflexibilidad".
Inmigración
En relación con la inmigración advirtió que «no se entrará en Italia ilegalmente.
"No pretendemos en modo alguno cuestionar el derecho de asilo de quienes huyen de guerras y persecuciones. Todo lo que queremos hacer en relación con la inmigración es evitar que los traficantes de seres humanos hagan la selección para entrar en Italia".
Primer ministro y mujer
Para la primer ministro, su condición de ser la primera mujer en ocupar esa posición tiene un significado y una responsabilidad gigantescas. "Cuando medito en la magnitud de este hecho siento la responsabilidad que tengo hacia todas aquellas mujeres que pasan por dificultades para hacer valer su talento".
Elección directa
La primer ministro insistió en la necesidad de una reforma de la Constitución para introducir el semipresidencialismo, en el que el Jefe de Estado sea elegido por los ciudadanos, y se abrió a "discutir esto con todas las fuerzas políticas presentes en el Parlamento".
"Creemos firmemente que Italia necesita una reforma que garantice la estabilidad y devuelva la centralidad a la soberanía popular", afirmó.
Lo que sigue
La mandataria debe recibir el voto de confianza del Parlamento de Italia. Lo que no presenta ningún problema porque el centroderecha tiene la mayoría absoluta en ambas cámaras.
La nueva primera ministra garantizó que el centro derecha gobernará durante cinco años y confió en una correcta relación con la oposición, "que sabe hacer oír su voz incluso sin necesidad de ayuda externa".
Prometió también trabajar por mejorar el destino de Italia.
"Estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario, incluso a costa de no ser reelegida, para hacer más fácil el destino de esta nación".