La censura en las redes sociales se está saliendo de control, lo que podría representar un problema para cada usuario.
El Político
Si bien adaptarse a las reglas es obligatorio para mantener una comunidad en armonía (digital o real), también lo debería ser respetar el libre pensamiento, cosa que no suele percibirse en su totalidad en las redes sociales.
Facebook, Twitter y otros servicios en línea establecen normas para las publicaciones de los usuarios, no sólo para señalar declaraciones individuales, sino más ampliamente, para asegurarse de que están cumpliendo con la ley, para ayudar a definir sus negocios y para proteger a sus usuarios.
Punto álgido
El debate público sobre la expresión en línea volvió a alcanzar su punto álgido con la prohibición de Kanye West en Twitter y la voluntad de Elon Musk de volver a incluir a Donald Trump en ese servicio si se convierte en su propietario.
Pero la comprensión pública de por qué las redes sociales moderan los contenidos sigue siendo turbia, reportó Axios.
Obedecer la ley
Las redes sociales tienen que seguir las leyes locales como todo el mundo.
Eso significa, por ejemplo, que en muchas jurisdicciones las empresas de medios sociales están obligadas a eliminar el material de abuso sexual infantil, el contenido patrocinado por terroristas y otros materiales prohibidos.
Cada país tiene normas diferentes
Cada plataforma tiene su propia misión y modelo de negocio, y cada una es libre de configurar qué tipo de contenido quiere distribuir y cómo quiere organizar y mostrar ese material.
Esto permite a cualquiera, por ejemplo, organizar un foro para devotos de un oscuro músico de vanguardia y prohibir toda conversación sobre otros temas.
Y permite a Twitter declarar: "Queremos ser una plaza pública global" y permitir que millones de usuarios de todo el mundo discutan (casi) todo lo que quieran.
La mayoría de las normas de contenido de las grandes plataformas abiertas tratan de mantener las publicaciones dentro de los límites de la civilidad y la decencia para que los negocios publicitarios que apoyan su funcionamiento puedan prosperar. La mayoría de los anunciantes evitan la controversia y el conflicto.
En el caso de Instagram son irregulares las ocasiones en las que esta organización actúa individualmente en contra de algún usuario si no está atentando directamente contra las reglas, basta el reporte de una fotografía para que el control se vuelva implacable, aún sin saber si realmente hay argumentos viables detrás de la denuncia.
Por su parte, Twitter es una red en la cual cada persona se encarga de expresar como mejor le parezca su manera de pensar, bien sea con palabras fuertes o sofisticadas.
Basta observar los comentarios de los demás usuarios para darse cuenta de que quizás no es la empresa la que directamente toma medidas, sino los mismos usuarios que cuestionan y aseguran tener la manera correcta para decir las cosas.
Sin embargo, ha habido casos polémicos como el del expresidente de EEUU, Donald Trump al que nos referiremos más adelante.
Proteger a los usuarios
Los problemas más espinosos en las redes sociales a gran escala surgen como conflictos entre usuarios.
Los servicios no tienen ninguna obligación legal de resolver esos conflictos, pero suelen considerar que les interesa mantener el orden y limitar el acoso y las amenazas.
Muchos han establecido normas que, por ejemplo, prohíben los discursos que dirigen insultos o amenazas a determinados grupos. Eso es lo que sigue metiendo a Kanye en problemas en Twitter.
Los grandes servicios consideran que el cumplimiento de sus normas es una buena práctica cívica en línea que protege a los usuarios individuales y mantiene sus plataformas acogedoras para todos.
Pero las personas que ven cómo se eliminan sus publicaciones o se les quitan sus privilegios pueden sentirse censuradas, y hacer cumplir las normas de forma coherente es una tarea casi imposible.
Los usuarios progresistas a menudo consideran que las plataformas no aplican sus normas lo suficientemente bien, mientras que los usuarios conservadores suelen argumentar que las normas censuran su punto de vista.
Un ejemplo: Twitter prohibió al expresidente Donald Trump tras el atentado del 6 de enero en el Capitolio por incumplir sus normas y por el "riesgo de seguir incitando a la violencia."
Elon Musk ha dicho que no está de acuerdo con esa decisión porque "alienó a una gran parte del país y no tuvo como resultado final que Donald Trump no tuviera voz", ya que sigue publicando en su propia red, Truth Social.
Pero bajo las normas del tipo de moderación de contenidos que Twitter estaba practicando, la compañía no estaba tratando de silenciar a Trump – sólo quería evitar que Trump utilizara su servicio para causar daño.
Entre líneas
Las normas de contenido están en constante movimiento porque todo lo que las conforma cambia siempre, incluidas las estrategias o la propiedad de las empresas, el comportamiento de los usuarios y la eficacia de determinadas normas y sanciones.
Lo que viene
Las nuevas leyes aprobadas en estados conservadores como Florida y Texas pretenden prohibir a las plataformas online la eliminación de contenidos en función de su "punto de vista".
Los críticos temen que eso signifique que las redes sociales tendrían que mantener las manos alejadas de las publicaciones que hagan apología del nazismo, el abuso de menores y el terrorismo.
Es probable que el Tribunal Supremo decida si estas leyes pueden mantenerse. Si lo hacen, podrían cambiar radicalmente las reglas de juego de la expresión en línea.
En conclusión
¿Es la censura en redes sociales un problema?
Expertos en la materian dicen que sí. Y agregan que mientras no sea desde la administración de las redes desde donde se implementen los controles, la libertad de expresión en las mismas seguirá vulnerada, lo cual deja en evidencia la poca capacidad de compresión que aún existe en cada ciudadano del mundo.
También deja en claro lo grave que estamos como sociedad al no poder digerir o simplemente ignorar contenido que no sea de nuestro agrado.
Mientras no se tenga la disposición de educar a las personas tanto para tener responsabilidad social y pensar antes de publicar como para respetar el libre pensamiento, cada usuario se verá afectado por las decisiones de terceros que quizás no cuenten con argumentos sustentables para actuar en su contra.
En definitiva la censura en las redes sociales es una práctica que podría afectar a las masas.