La gran mayoría de los aviones y helicópteros adquiridos por el Gobierno venezolano a Rusia para equipar a la Fuerza Aérea Bolivariana Venezolana (FABV) están inoperativos, destruidos y posiblemente sean vendidos como chatarra.
El Político
Fuentes ligadas al componente castrense aéreo afirman que de los 24 aviones Sukhoi durante la gestión de Hugo Chávez, dos se estrellaron y otros dos estarían parados en tierra por falta de repuestos.
No es de extrañar que ambas unidades estén siendo "canibalizadas" para reparar piezas en el resto de las unidades aéreas rusas que están estacionadas en algunas bases aéreas en el país.
En su momento, se habló de adquirir 24 aviones Sukhoi-30 MK2, cuyo costó alcanzó los 480 millones de dólares.
El ministro de la Defensa de ese año, 2005, Vladimiro Padrino López, se encargó en su momento de dar a conocer la información sobre la adquisición de estas unidades cuyo código en la OTAN es el de Flanker-G).
Venezuela adquirió una flota de 24 cazas Sukhoi-30 MK2, como parte de un programa de compras a Rusia que también incluyó helicópteros Mi-17 y Mi-35, 100.000 fusiles AK 103 y sistemas de defensa antiaérea con misiles Pechora y Buk.
Cuando se estrelló el primer Sukoi, cerca de la frontera con Colombia, el despacho de defensa venezolano aseveró que se estudiaba comprar 12 nuevos Sukhoi para elevar cada una de sus dos flotillas de 12 a 18 aparatos. La compra jamás se concretó.
En total, durante la década pasada, la Nación compró armas a Rusia por más de 4.000 millones de dólares y obtuvo créditos para armamento por otros 2.200 millones, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, basado en Londres.
Un Sukhoi cuesta alrededor de 40 millones de dólares.
83 accidentes
Desde que Hugo Chávez (1954-2013) llegó al poder en 1999, Venezuela dejó de comprar armamento a Estados Unidos, reemplazó con Sukhoi sus viejos cazas F-16 estadounidenses, e inició programas de compras a Rusia, China y España.
En apenas dos décadas, el chavismo registra 83 accidentes en aeronaves militares.
Los siniestros han dejado 169 fallecidos y 55 heridos entre civiles y militares, según el informe de Control Ciudadano.
El número representa un promedio de cuatro siniestros aéreos anuales.
De los 83 accidentes, 30 ocurrieron con helicópteros de la FANB y acumulan 98 fallecidos. Otros 25 sucedieron con aeronaves militares de transporte, 16 con aviones de combate y 12 con aviones de entrenamiento, con un saldo de 57, 8 y 6 fallecidos. respectivamente.
“El origen de los accidentes está relacionado a la obsolescencia de sistemas, mantenimiento, falta de repuestos, falla en la doctrina de entrenamiento o indisciplina de vuelo”, se señala en el documento.
La Aviación Militar Bolivariana desde el año 2000 destaca con el mayor número de accidentes por componente.
Hasta ahora han tenido 53 siniestros que representan 75 fallecidos. Mientras tanto, el Ejército, de sus 10 siniestros contabilizados con 44 víctimas, siete fueron a bordo de los aviones rusos M17-V5.
El primero cayó de forma brusca en San Ignacio de Yurumí en Amazonas en 2006. Luego, una falla humana provocó la pérdida total de otra aeronave en 2008 en Fuerte Tiuna.
Posteriormente, en 2009 se reportó otro por impacto en el Cerro Capote de Táchira por visibilidad reducida. Un año después, en 2010, otro avión se precipitó en el sector Camus de Apure por fallas del motor.
Una falla técnica derrumbó en Yaracuy otra aeronave por una falla mecánica en 2015 que terminó en pérdida total. En 2016, en el estado Amazonas hubo otra pérdida total, al estrellarse la unidad en la selva.
Helicópteros destruidos
En la base aérea "Generalísimo Francisco de Miranda" en La Carlota están a la vista de todos. Tres helicópteros Mi-26, adquiridos a la Federación Rusa en el 2005 se encuentran abandonados,sucios, oxidados, y rumores en la propia FAVB hablan de que pudiesen ser vendidos como chatarra.
Dichos helicópteros puede cargar hasta 20.000 kilos, el equivalente a 80 soldados con todo su equipamiento. También puede ser utilizado como aeronave de rescate ya que puede transportar 60 camillas para la evacuación médica.
Fueron en su momento, año 2005, 38 aeronaves compradas a la empresa estatal rusa Rosoboroexport. De ahí, 20 unidades se le entregaron al Ejército, 6 a la Armada, 6 a la Guardia Nacional. El mismo número de unidades se le concedió a la FABV.
"¡Y vinieron los chinos volando!"
Era noviembre de 2012. Chávez venía de ganar, un mes antes, el que sería su último certamen electoral. Le quedaba poco futuro y tal vez lo sabía. Apenas un mes después iba a ofrecer su alocución pública final para dejar designado como sucesor a Nicolás Maduro y salir a La Habana a intentar luchar por su vida.
Es en este contexto cuando durante una cadena nacional, el expresidente acusa una vez más a los Estados Unidos de no querer venderle a Venezuela material militar, y repuestos para los aviones que existían en la FABV.
"Los gringos no nos querían vender los repuestos para los Hércules. ¡No teníamos aviones casi! ¡Y allí vinieron los chinos, volando!", dijo.
Lo que relató entonces fue la llegada a la base aérea Libertador en la ciudad de Maracay de varios aviones K8 chinos, unidades de transporte destinados a sustituir la flota de los Hércules C130 en servicio desde 1971.
En esta compra estuvo involucrado el mayor general Giuseppe Angelo Yoffreda Yorio, presidente de la línea aérea Turpial, que para esa fecha centralizaba las compras de armas y equipos, según la investigación realizada en conjunto por Diálogochino. net y otros medios de comunicación.
Desde 2018, Yoffreda es jefe de misión en la Embajada de Venezuela ante el Estado de Catar