El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acudirá en representación de EEUU al funeral de Estado que homenajeará a la difunta reina de Inglaterra Isabel II para el que todavía no hay convocatoria oficial.
El Político
La Casa Blanca informó que el mandatario encabezará la delegación norteamericana a este simbólico acto, según la cadena NBC News lo que da cuenta de la importancia que Washington concede al fallecimiento de quien reinó durante siete décadas.
"Todavía no conozco los detalles, pero iré", declaró el presidente demócrata a periodistas.
En su declaración oficial el presidente destacó la inteligencia y sabiduría de la fallecida reina.
"Conocimos por primera vez a la Reina en 1982, en un viaje al Reino Unido como parte de una delegación del Senado. Y nos honró al extendernos su hospitalidad en junio de 2021 durante nuestro primer viaje al extranjero como Presidente y Primera Dama. En esa ocasión nos conquistó con su inteligencia, nos conmovió con su cordialidad y nos transmitió generosamente su sabiduría".
Todavía no se ha confirmado la fecha del funeral, pero se espera que tenga lugar en la Abadía de Westminster, en Londres, el 19 de septiembre.
Por qué es importante:
El Reino Unido es uno de los socios más y importantes y el más cercano de EEUU en Europa. Las relaciones entre ambas naciones mantienen la más alta prioridad. La fallecida reina conoció a 14 mandatarios estadounidenses. El último de ellos el propio Joe Biden.
El presidente, Joe Biden, y la Primera Dama, Jill Biden, ya habían expresado sus palabras de admiración y respeto hacia la Reina Isabel II, tras conocerse su deceso.
"La reina Isabel II supo llevar adelante su liderazgo con gran destreza, un compromiso indeclinable con el deber y la fuerza incomparable de su ejemplo. La reina Isabel II fue una estadista con un sentido de dignidad y constancia inigualables, que afianzó la Alianza inalterable entre el Reino Unido y Estados Unidos. Ayudó a que nuestra relación fuera especial".
En contexto
En la declaración oficial emitida por la Casa Blanca se destaca la trascendencia del reinado de Isabel II más allá de su nación y lo que significó para los estadounidenses.
“En un mundo en evolución constante, fue una presencia estable y una fuente de seguridad y orgullo para generaciones de británicos, incluso muchos que no conocieron a su país sin ella. La admiración perdurable por la reina Isabel II ha unido a los pueblos de la Mancomunidad de Naciones. Las siete décadas durante las que su reinado hizo historia presenciaron adelantos sin precedentes para la humanidad y el progreso de la dignidad humana.
Fue la primera monarca británica con quien personas de todo el mundo pudieron sentir una conexión personal inmediata, ya sea al escucharla por radio cuando les hablaba a los niños y niñas del Reino Unido durante su juventud como princesa, al reunirse frente a sus televisores durante su coronación o al mirar a través de los teléfonos celulares su último discurso de Navidad o el Jubileo de Platino. Y ella, por su parte, dedicó su vida entera al servicio de esas personas.
En total, conoció a 14 presidentes de Estados Unido. Ayudó a los estadounidenses a conmemorar tanto el aniversario de la fundación de Jamestown como el bicentenario de nuestra independencia. Y mostró su solidaridad con Estados Unidos durante nuestros días más difíciles tras los hechos del 11 de septiembre, cuando nos recordó con agudeza que “el dolor es el precio que pagamos por el amor”.
En los años venideros, tenemos gran expectativa de continuar la estrecha amistad con el rey y la reina consorte. En el día de hoy, en todo Estados Unidos acompañamos con nuestros pensamientos y plegarias al pueblo del Reino Unido y de la Mancomunidad de Naciones en su dolor. Enviamos nuestras profundas condolencias a la Familia Real, que no solo está en duelo por su Reina, sino que también ha perdido a su querida madre, abuela y bisabuela. Su legado ocupará algunas de las páginas más importantes de la historia británica, y de la historia de nuestro mundo”.
Lo que sigue
Precisamente, el mandatario norteamericano, después de conocerse el fallecimiento de la monarca, ordenó, en señal de luto, que la bandera que ondea en las instalaciones de la Casa Blanca, así como en otras instituciones públicas, sea izada a media asta en señal de duelo por la partida de la líder mundial. La medida se extenderá durante los próximos días.
En consecuencia, permanecerán en media asta, entre otros, las banderas de los organismos federales, las bases militares, las embajadas estadounidenses en el mundo, oficinas consulares, buques, entre otras, hasta el próximo 17 de septiembre.
Se conoció que en el caso del Capitolio de Estados Unidos, en Washington, sede del Senado y la Cámara de Representantes de ese país, también fue dispuesto adherirse a la señal de luto luego de la orden emitida por la representante demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara.
De igual modo, se prevé que el próximo martes, fecha en la que el Congreso de Estados Unidos retome sus actividades tras un periodo de vacaciones, se presente una moción para la aprobación de un comunicado o pronunciamiento público, en el que presente sus respetos y condolencias a la familia real británica y a todo el pueblo del Reino Unido.