Irán rompió su silencio sobre el intento de asesinato del pasado viernes contra el escritor Salman Rushdie, sobre el que pesaba una fetua o decreto islámico con condena de muerte impuesta por el ayatolá Jomeini desde 1989.
El Político
Por más insólito que parezca, Irán achacó al escritor británico de origen indio y a sus partidarios la responsabilidad de los hechos, por haber insultado al islam.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanaani, afirmó este lunes que su Gobierno “solo considera merecedor de condena y reproche a él mismo [a Rushdie] y a sus seguidores”, reportó ElPais.
En declaraciones citadas por Reuters, el portavoz diplomático advirtió: “Nadie tiene derecho a acusar a Irán por estos hechos”.
Irán dice que Rushdie se expuso a la ira popular por haber insultado el islam
“Rushdie se había expuesto a la ira popular por haber insultado la santidad del islam y transgredir una línea roja para 1.500 millones de musulmanes”, apostilló.
“La libertad de expresión no puede justificar los abusos contra las religiones y sus principios”.
A pesar de la fetua (decreto islámico) decretada por el gran ayatolá Ruholá Jomeini hace 33 años contra el escritor tras la publicación del libro de ficción Los versos satánicos, Irán niega toda responsabilidad en el ataque. “
Irán rechaza cualquier vinculación con el atacante
Rechazamos cualquier vinculación con el atacante”, enfatizó el portavoz Kanaani. “Todo lo que sabemos sobre el caso procede de los medios de comunicación”, agregó.
En los medios conservadores de Irán, la noticia fue recibida de inmediato con elogios al agresor de Rushdie.
El principal diario vinculado a los sectores conservadores del régimen, Kayhan, cuyo director es designado por el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, felicitó el sábado al atacante.
“Bravo por este hombre valiente y consciente del deber, que atacó al apóstata Salman Rushdie”, se leía en el periódico.
“Besemos la mano de aquel que desgarró el cuello del enemigo de Dios con un cuchillo”, agregaba el texto.
Siguiendo la línea oficial, todos los medios iraníes califican a Rushdie de “apóstata”. El diario estatal Iran afirmó, también el sábado, que “el cuello del diablo” había sido “golpeado por una navaja”.
Una convalecencia larga
Rushdie, apuñalado el viernes durante una conferencia en Chautauqua (Estado de Nueva York, EE UU), ya ha iniciado “la senda de la recuperación”, según afirmó el domingo su agente, Andrew Wylie.
La noche del sábado, Rushdie fue desconectado del respirador que lo asistía en un hospital de Erie (Pensilvania), a donde fue trasladado tras el ataque.
A pesar del buen pronóstico, Wylie ha avisado de que la convalecencia del escritor será “larga”.
El detenido por el apuñalamiento del escritor ha sido acusado de intento de asesinato y está detenido sin fianza.
A Hadi Matar, un hombre de 24 años de Fairview (Nueva Jersey) que se ha declarado inocente, se le imputan cargos de intento de asesinato y asalto. Nacido en EE UU, Matar es de origen libanés.
Su familia procede de una zona del sur del país mediterráneo, donde tiene su bastión el partido-milicia chií Hezbolá, abiertamente proiraní.
En Beirut, un portavoz de Hezbolá aseguró el sábado que el grupo no tiene ninguna información sobre el ataque.
Una revisión policial de las redes sociales de Matar, citada por el canal estadounidense NBCR, apunta a que el joven simpatiza con el cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria Iraní.
La reacción oficial de Teherán se produce en pleno proceso para la reactivación del acuerdo nuclear entre Irán y las grandes potencias, encabezadas por Estados Unidos.
La propuesta final presentada por la UE para recuperar el pacto atómico suscrito en 2015 es considerada “aceptable” por el Gobierno iraní si ofrece “garantías” a sus demandas sobre “salvaguardas y sanciones”.
El intento de asesinato de Rushdie, que ha arrojado nuevas sombras sobre el régimen iraní, interpone un nuevo obstáculo para cerrar con éxito unas conversaciones que se alargan desde hace 15 meses.
Huido del fundamentalismo durante 33 años
Rushdie había conseguido escapar a la amenaza del fundamentalismo durante 33 años tras la fetua del régimen teocrático de Irán.
Nacido en Bombay (India) hace 75 años en el seno de una familia musulmana ―religión de la que renegó para definirse como ateo militante―, Rushdie se trasladó al Reino Unido para estudiar en Cambridge.
En 1964 adquirió la nacionalidad británica. La publicación de Los versos satánicos en 1988 lo situó en el centro de la diana.
El tratamiento de uno de los personajes, identificado por sus críticos como el profeta Mahoma, fue considerado blasfemo y varios países musulmanes prohibieron la difusión de la obra.
Irán llegó a ofrecer una recompensa al ejecutor de la sentencia
El ayatolá Jomeini lo calificó de «blasfemo» y decretó una fetua en su contra en 1989, en medio de disturbios en el mundo islámico, quemas de libros y librerías y ataques a traductores y editores relacionados con su publicación, informó ABC.
«Ofendió la santidad islámica y cruzó líneas rojas para más de 1.500 millones de musulmanes, por lo que se expuso a la ira y la furia pública», dice ahora Kanaani.
«Los seguidores de religiones divinas estaban ofendidos entonces y lo siguen estando».
Irán llegó a ofrecer una recompensa al ejecutor de la sentencia, que con el tiempo llegó a superar los tres millones de dólares (2,9 millones de euros). Rushdie se vio obligado a vivir escondido, con protección policial permanente.
En 1998, el presidente reformista Mohamed Jatami se desentendió de la fetua de Jomeini. Sin embargo, Ali Jamenei, líder supremo, la ratificó en 2017. En los últimos años, el escritor había vuelto a hacer vida
la ratificó en 2017. En los últimos años, el escritor había vuelto a hacer vida normal en Estados Unidos, donde reside desde el año 2000.