El primer pleno del Senado, que se celebrará el próximo martes, votará una moción del PSOE pidiendo la supresión de los aforamientos.
El portavoz socialista en la Cámara alta, Óscar López, declaró a los medios este martes mientras se celebraba una junta de portavoces a la que él no ha acudido, y en el que uno de los temas principales ha sido el «caso Rita Barberá».
La situación de la senadora divide a los grupos políticos del Senado. Mientras Podemos planteaba una propuesta, a la que se sumaban ERC y PSOE, para que se le suspendiera la asignación si no acudía a las comisiones y plenos, desde PNV, Ciudadanos y el vicepresidente de la Cámara, el popular Pedro Sanz, instaban a tratar a Barberá comoa cualquier otro senador en su misma situación legal -Griñán, recuerdan, estuvo imputado durante meses sin que nadie instara a retirarle el acta, y el senador de EH Bildu Goyoaga lo está en la actualidad sin que tampoco se pida retirarle asignación o escaño-.
El tratamiento que debe recibir Barberá ha dividido claramente a los senadores. Mientras el socialista López instaba a aplicar el reglamento -«está para que se cumpla», dijo-, y anunciaba que en caso de concederse el suplicatorio del Tribunal Supremo pediría la suspensión cautelar de la condición de senadora de Barberá (según señala el artículo 22.6 del reglamento del Senado para los casos en que el suplicatorio se ha concedido y el auto del Supremo es firme); desde el PNV Jokin Bildarratz recordaba la necesidad de «esperar a que ese suplicatorio» se de porque «tampoco vamos a hacer algo especial» con la exalcaldesa, «que no se haya hecho en otros casos».
En este sentido, el popular Pedro Sanz, vicepresidente de la Cámara, ha asegurado que en el caso de la exalcaldesa «se están planteando decisiones injustas e incluso diría que inhumanas, convirtiéndonos los senadores en jueces o justicieros que condenamos, maltratamos y actuamos de distinta manera con unos y con otros», en un comportamiento que «roza los valores éticos».
Con información de ABC