Comenzó la pelea tribunalicia entre los directivos de la red social Twitter y Elon Musk en la corte de Delaware, y el primer round ha sido para Twitter.
Mario Beroes/El Político
La juez Jude McCormick escuchó los argumentos de ambas partes y decidió que el juicio para resolver la disputa sobre la compra por $ 44.000 millones de dólares de la empresa tecnológica se lleve a cabo en los primeros cinco días hábiles de octubre.
La red social había solicitado al Tribunal de Equidad de Delaware un proceso expedito, alegando que cada día de incertidumbre es un golpe a las acciones y rendimiento de la compañía.
Los abogados del magnate, en cambio, pedían que el proceso se aplazara hasta febrero de 2023 para que se llevaran a cabo los análisis necesarios para determinar el número de cuentas falsas y de spam de la plataforma.
Audiencia por video conferencia
La primera sesión preparatoria del juicio se llevó a cabo de forma virtual, porque la juez McCormick padece de coronavirus.
Los abogados de Twitter han asegurado ante la magistrada que los esfuerzos dilatorios de Elon Musk son un “intento de sabotaje”.
“Está haciendo todo lo posible por maltratar a Twitter”, señaló Bill Savitt, abogado del despacho Watchell, Lipton, Rosen & Katz.
“Está haciendo todo lo posible por crearle daños a la empresa y exponerla. Lo hace para poder escapar del contrato que prometió cerrar y no concluir la operación antes de que se venzan los acuerdos de financiamiento que se tienen con los bancos, en abril del próximo año".
Twitter solicitó la semana pasada que el proceso se llevara a cabo en septiembre para reducir el impacto del juicio y la "parte mediática" en el valor de las acciones.
El precio de estas, sin embargo, se ha estabilizado y comienza a remontar ante la opinión casi unánime de que Twitter tiene buenas posibilidades de salir airoso en su batalla para que el empresario cumpla con su oferta de pagar 54,20 dólares por acción.
Los abogados de Twitter han afirmado que la falta de acuerdo daña a la empresa de San Francisco “cada hora, cada día”.
Sin embargo ayer la bolsa tomó con optimismo el anuncio del juicio. Las acciones de Twitter subían casi un 3% impulsadas por la casi unánime opinión de los expertos de que la tecnológica se impondrá en el proceso.
La juez ha coincidido con el razonamiento de los abogados de la compañía de San Francisco.
“Mientras más tiempo permanece en el limbo una de estas fusiones, más se extiende la nube de incertidumbre sobre la empresa, aumentando un riesgo irreparable para el vendedor”, aseguró McCormick.
Entre abogados te veas
Musk está de vacaciones en un yate en Grecia junto al agente de Hollywood Ari Emanuel, mientras, su equipo legal pasa a la ofensiva.
Andrew Rossman, abogado del despacho Quinn Emmanuel, ha acusado a Twitter de dar largas en la entrega de su información sobre cuentas falsas y spam.
El empresario de Tesla y Space X cree que estas son más del 20% de la plataforma y había puesto como condición del acuerdo que se le comprobara que estas representaran menos del 5%.
Este número es importante, según Musk, porque le ayuda a determinar la cantidad de usuarios monetizables. El tema ha sido el tira y afloja entre las partes. Twitter afirma que ha hecho todo lo posible por compartir los datos con su comprador sin violar sus políticas de privacidad compartiendo información personal de los usuarios.
El equipo de Musk había pedido aplazar el juicio para analizar “una masiva cantidad de información” y miles de millones de interacciones en Twitter.
Savitt, abogado de Twitter, no obstante, ha intentado cambiar la narrativa del juicio.
“Este caso no trata de eso. Ese es un asunto fabricado”, ha esgrimido el abogado en la conferencia por Zoom.
Savitt asegura que en el acuerdo original la compañía no hizo ninguna promesa sobre la métrica de cuentas falsas y que el acuerdo no dependía de esto.
Dejó claro que la empresa había informado al regulador, la SEC, que la cantidad podría ser más alta que sus estimados.
Rossman, por su parte, respondió que Twitter busca enterrar la verdad sobre esta polémica y dijo que su cliente tiene el derecho a saber el número exacto por ser el segundo mayor accionista de la empresa.