El desarrollo de una vacuna contra el cáncer es una tarea compleja. Pero ya existen dos sueros capaces de prevenir esta enfermedad.
El Político
Sintetizar una vacuna universal contra el cáncer ha sido uno de los objetivos de los científicos en los últimos 30 años. Y no es fácil, porque cada célula cancerosa implica diferentes mutaciones.
Las vacunas contra el cáncer son una forma de inmunoterapia que puede ayudar a educar al sistema inmunitario sobre el aspecto de las células cancerosas, para que pueda reconocerlas y eliminarlas.
Las vacunas han demostrado ser eficaces en la prevención de enfermedades causadas por virus y bacterias.
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— Primicias (@Primicias) June 28, 2022
Historia
Desde el desarrollo de la primera vacuna hace más de 200 años, se han podido prevenir algunas de las enfermedades más letales del Siglo XX. Se ha ayudado a salvar cientos de millones de vidas en todo el planeta.
En el caso de enfermedades causadas por virus, como sarampión, poliomielitis y viruela; o bacterias, como difteria, tétanos y tuberculosis, las vacunas funcionan al exponer a las personas a una versión debilitada o inactivada de la amenaza.
Esto le permite al sistema inmunitario identificar estas amenazas, de acuerdo con sus marcadores específicos, conocidos como antígenos, y preparar una respuesta para atacarlas.
Un estudio ha reavivado el sueño de una vacuna polivalente contra el cáncer. Experimentos en animales desvelan una nueva vía de estimular al sistema inmune para eliminar tumores resistentes https://t.co/8AllBPqenN
— EL PAÍS (@el_pais) June 4, 2022
Prevención
Estas vacunas suelen funcionar mejor de manera preventiva. Es decir, administrándose antes de que la persona sea infectada por la bacteria o el virus.
No obstante, la situación es más compleja en el caso del cáncer por varias razones. Esto ha dificultado el desarrollo de vacunas para prevenir o tratar el cáncer.
En particular, a diferencia de las bacterias y los virus, que parecen extraños a nuestro sistema inmunitario, las células cancerosas se parecen más a nuestras células normales y sanas.
Además, el tumor de cada individuo es en cierto modo único y tiene sus propios antígenos distintivos. Por eso, se necesitan enfoques más sofisticados para desarrollar vacunas eficaces contra el cáncer.
Ensayan una vacuna contra el cáncer con la base del desarrollo ARN mensajero para COVID https://t.co/iS3UekTd1j
— Infobae América (@infobaeamerica) June 8, 2022
Un desarrollo muy complejo
La mayoría de los tipos de cáncer no son virus. De allí lo complicado que ha sido para la ciencia desarrollar una vacuna universal contra una enfermedad que mata 10 millones de personas al año, según la Organización Mundial de la Salud – OMS.
Dependiendo del tipo de cáncer que se presente o desarrolle en una persona, la respuesta médica y farmacológica será específica para cada caso.
En este sentido, existen varios tipos de vacunas contra el cáncer. Cada uno de estas variantes responderá según el caso específico que corresponda. A saber: vacunas preventivas, terapéuticas, y personalizadas.
Vacuna contra el cáncer podría estar a la vuelta de la esquina y un nuevo estudio lo avala ► https://t.co/KbqdhNXt4b pic.twitter.com/ZP6lA62vU6
— El Universo (@eluniversocom) June 7, 2022
Vacunas preventivas contra el cáncer
Las infecciones virales son responsables del desarrollo de varios cánceres. Por lo que las vacunas preventivas desempeñan una función importante en la reducción del riesgo.
Por ejemplo, el cáncer de cuello uterino y el cáncer de cabeza y cuello pueden ser causados por el virus del papiloma humano – VPH.
Mientras que el cáncer de hígado puede ser causado por el virus de la hepatitis B o VHB.
En este sentido, se han desarrollado varias vacunas que pueden prevenir el VHB y la infección por VPH. Así se protege contra la formación de cánceres relacionados con el VHB y el VPH.
Cuatro de estas vacunas preventivas contra el cáncer han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EEUU – FDA.
Vacunas terapéuticas contra el cáncer
El tumor de cada individuo es en cierto sentido único y tiene sus propios antígenos distintivos. Por lo que se necesitan enfoques más sofisticados de vacunas contra el cáncer.
Afortunadamente, los médicos ahora pueden identificar blancos en los tumores de los pacientes que pueden ayudar a distinguir las células cancerosas de las células normales.
A veces, estos blancos son proteínas normales producidas en niveles anormalmente altos por las células cancerosas.
¿Sabías que cada vez estamos más cerca de una vacuna UNIVERSAL contra el cáncer?
Una nueva investigación abre las puertas a este sueño, os lo cuento!
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Como el caso de la fosfatasa ácida prostática – PAP, que a menudo presenta expresión aumentada en las células del cáncer de próstata.
Aprovechando esos conocimientos, se desarrolló la vacuna Sipuleucel-T, que recibió la aprobación de la FDA en 2010, para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata en etapa avanzada.
Además, las proteínas derivadas de virus, expresadas por células cancerosas infectadas por virus constituyen otra fuente prometedora de marcadores, que pueden atacarse mediante vacunas.
Otra excepción es la BCG o Bacillus Calmette-Guérin, una vacuna contra la tuberculosis que actúa como estimulante inmunológico general.
En 1990, la BCG se convirtió en la primera inmunoterapia aprobada por la FDA. Aún hoy se la utiliza para el tratamiento del cáncer de vejiga, en estadio temprano.
Vacunas personalizadas de neoantígenos
A diferencia de las proteínas normales, si bien con expresión aumentada, como la PAP, los tumores presentan blancos únicos.
Estos son provocados por mutaciones denominados neoantígenos, o nuevos antígenos, y se expresan exclusivamente mediante células tumorales, y no por células sanas del paciente.
Por lo tanto, con las vacunas de neoantígenos es viable que las respuestas inmunitarias se dirijan precisamente a las células tumorales de los pacientes, sin atacar sus células sanas, evitando así los efectos secundarios.
Además de las vacunas antes mencionadas, actualmente se están evaluando en ensayos clínicos varios tipos de vacunas de neoantígenos. Tanto solas como combinadas con otros tratamientos, en diversos tipos de cáncer.
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— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) June 5, 2022
Nuevo desarrollo
El 6 de junio de 2022, un equipo del Instituto Wyss, de la Universidad de Harvard, y del Instituto del Cáncer Dana-Farber, aseguró que desarrollaron la primera vacuna que podría funcionar como un antídoto universal contra la enfermedad.
Pero hasta el momento solo ha sido probada en ratones, a los que se les inyectó el suero luego de extirparle tumores de piel y de mama.
La vacuna desencadena la producción de anticuerpos que bloquean una serie de proteínas de los tumores, permitiendo al organismo defenderse.
Según Dave Mooney, miembro del Instituto Wyss y coautor del estudio publicado en The Nature, el fármaco tiene un potencial grande para tratar a diversos tipos de cáncer, porque fusiona conocimientos de inmunología con nuevas tecnologías.