Un proceso bélico tiene un costo muy alto, más cuando el país que inicia dicho proceso no calculó bien el tiempo de duración de los combates y estos se extienden más de lo previsto. Eso es lo que vive la Federación Rusa en la actualidad.
Mario Beroes/El Político
El gobierno de Vladímir Putin inició una escalada bélica contra su vecina Ucrania. Como toda guerra, trastocó la vida económica y social, no solo entre ambas naciones, sino en toda en Europa y el resto del planeta, como sucede con cualquier conflicto bélico.
Según un cable de la agencia alemana de noticias DW, las sanciones impuestas por los países occidentales han aislado a Moscú de los mercados financieros internacionales.
Por ello, la agencia internacional de calificación crediticia Fitch Ratings degradó la categoría de Rusia de "B" a "C" en la madrugada de este miércoles.
Esto significa que la deuda pública rusa se ha hundido aún más. JP Morgan señala ahora que un incumplimiento de pago por parte de Rusia es "inminente".
Arcas bien llenas
En los últimos días y semanas, otras agencias de calificación crediticia también habían rebajado la puntuación de los bonos rusos.
Fitch lo justifica según "los acontecimientos que han socavado aún más la voluntad de Rusia de pagar su deuda”.
Es decir, por un decreto presidencial que entró en vigor hace unos días y que podría permitir al país liquidar sus obligaciones en rublos en lugar de en moneda extranjera.
Básicamente, Rusia podría atender todos sus vencimientos. Las arcas del Estado están bien llenas, entre otras cosas, por la subida de los precios de la energía en los mercados mundiales en los últimos meses.
Por su parte, la agencia de noticias financieras Bloomberg estima que la deuda de Rusia con los acreedores extranjeros asciende a poco menos de 50.000 millones de dólares.
"El Estado ruso tiene una deuda externa bastante baja", dijo Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) de Berlín.
Gracias a la exportación de petróleo y gas, Rusia ha logrado elevados superávits comerciales y, de ese modo, ha podido reducir deliberadamente su deuda en los últimos años.
Las reservas del Banco Central de Rusia, por ejemplo, son de 640.000 millones de dólares.
Pero una gran parte de estas reservas de divisas en el extranjero se han congelado ante el curso de las sanciones. ién cree en un incumplimiento ruso en los próximos meses.
¿Hackers que atacan al sistema financiero mundial?
Es cierto que la insolvencia de Rusia probablemente tendría poco impacto en el sistema financiero internacional debido a su deuda externa, relativamente baja. Sin embargo, Moscú podría intentar crear incertidumbre en determinados momentos, por ejemplo, mediante ataques de hackers o transacciones en los mercados de divisas. "Temo una expansión del conflicto al sistema financiero mundial, donde Rusia y sus socios tratarán de provocar distorsiones para dañar la economía de Occidente", dijo Fratzscher.
Para la próxima semana se contempla el pago de intereses por un valor de 100 millones de dólares. A principios de abril, estará en circulación un bono con un importe de unos 2.000 millones de dólares. "Vemos un incumplimiento de pago como el escenario más probable", escribió también el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley a sus clientes a principios de semana.
Si Rusia no puede seguir haciendo frente a sus obligaciones, los inversores aquí en Alemania también se verían afectados, ya que los bancos locales poseen bonos del Estado ruso. Sin embargo, las cantidades son manejables, dice Marcel Fratzscher, por lo que no ve un problema para el sistema bancario en caso de que Rusia quiebre.
En cualquier caso, en Moscú están tratando de tomar contramedidas siempre que sea posible. El mismo miércoles por la noche, el Banco Central ruso impuso drásticas restricciones al comercio de divisas. Por ejemplo, los rusos no pueden retirar más de 10.000 dólares de sus cuentas en moneda extranjera hasta septiembre. Los bancos locales también tienen prohibida la venta de divisas, según anunció el Banco Central.
Si Rusia incumple sus primeros pagos la próxima semana, eso no significaría la quiebra del país. Tras un primer impago hay un plazo de 30 días, por lo que un incumplimiento real no se produciría hasta mediados de abril. Por otro lado, como Rusia tiene suficientes reservas de divisas, pero no puede recurrir a ellas debido a las sanciones, se consideraría que se trata de un impago formal o técnico.