Tras la primera ronda de negociaciones, que tuvo lugar el lunes y no produjo resultados tangibles, Rusia y Ucrania vuelven a negociar.
El Político
Pese al clima de suspicacia y desconfianza, las partes vuelven a dialogaren la frontera polaco-ucraniana.
Las negociaciones se realizarán entre las ramas del bosque de Bialowieza, en la intersección de Ucrania, Bielorrusia y Polonia, donde las fronteras se difuminan y el encuentro a mitad de camino es más fácil.
Ambas delegaciones se preparan para explorar los destellos de una tregua, reportó AnsaLatina.
El jefe negociador de Vladimir Putin, el empresario-mediador Vladimir Medinsky, explicó que el lugar de las conversaciones fue elegido de común acuerdo entre las partes, tras el primer encuentro a orillas del río Pripyat, entre Ucrania y Bielorrusia.
Moscú aseguró que la hipótesis de un alto el fuego también está sobre la mesa
Por su parte, Moscú aseguró que la hipótesis de un alto el fuego también está sobre la mesa de negociación.
El Kremlin dijo que todavía es prematuro "evaluar" las conversaciones con Ucrania para terminar el conflicto después de que Moscú lanzó una invasión contra el país vecino la semana pasada.
El portavoz del gobierno, Dmitry Peskov, indicó que el presidente Vladimir Putin fue informado de las conversaciones, pero que es demasiado pronto para "evaluar" el resultado del diálogo.
Y aunque Rusia aseguró que tiene garantizado un "corredor de seguridad", la llegada de la delegación ucraniana recién se anuncia el jueves por la mañana, tras muchas horas de complicado recorrido. La segunda ronda llegó con Ucrania cada vez más aplastada por el asedio militar.
Las seis horas alrededor de la mesa del primer encuentro, intercaladas con descansos tácticos, sentaron las bases de un enfrentamiento que no será breve.
Alrededor de la mesa se esperan los mismos miembros de las dos delegaciones
Alrededor de la mesa se esperan los mismos miembros de las dos delegaciones, encabezadas por Medinsky, por un lado, y el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, por el otro.
Hay muchos puntos por abordar, entre una Rusia decidida a hacer valer sus avances sobre el terreno y Ucrania que apuesta al éxito de su resistencia, advirtiendo que no aceptará el ultimátum.
Provocación de Lavrov
Mientras tanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, intentó alterar el frente enemigo, al sugerir que Kiev no sería realmente libre para negociar, sino que actuaría "por orden de Estados Unidos", país al que le imputó también haber retrasado las negociaciones.
Para complicar las negociaciones no solo están los misiles que llueven a ráfagas.
Lukashenko insistió en ofrecerse como puente con Kiev
En Minsk, donde el presidente de Bielorrusa, Alexander Lukashenko, insistió en ofrecerse como puente con Kiev, pese a la invasión rusa también desde su territorio, se reportó la presencia del expresidente ucraniano Viktor Yanukovych, derrocado por las protestas populares de 2014.
Sería él precisamente el hombre que Vladimir Putin quiere para dirigir Kiev.
El derrocamiento de Volodimir Zelensky, objetivo declarado desde el inicio de la ofensiva, acompañaría así al simbólico bofetón a las aspiraciones europeístas de toda una generación.