De los 49 últimos satélites que han lanzado en SpaceX para Starlink, 40 podrían haber sido destruidos por una tormenta solar.
El Político
Starlink informó que una tormenta solar destruyó 40 satélites que recientemente lanzó hacia la órbita baja desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA.
Aquella es una división de SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, que ofrece servicio de conexión satelital a internet, reportó TN.
Según datos oficiales, ya hay más de 2.000 unidades operando y en los próximos años esperan superar los 12.000 dispositivos para ofrecer conectividad a nivel global.
“Desafortunadamente, los satélites desplegados se vieron significativamente afectados por una tormenta geomagnética”, dijeron desde la compañía estadounidense.
Una tormenta solar destruye satélites de Starlink
En un comunicado la compañía explicó que una tormenta geomagnética afectó sus operaciones y que muchas de las unidades enviadas a la órbita comenzaron a caer. En concreto, ese fenómeno destruyó el 80% de los satélites que lanzó el pasado 3 de febrero: 40 de 49 quedaron fuera de uso.
De acuerdo a Starlink, la tormenta generó “hasta un 50% más de resistencia en relación a lanzamientos previos”. ¿La consecuencia? 40 satélites no pudieron alcanzar la posición pretendida en la órbita alrededor de la Tierra, desintegrándose antes de llegar a destino.
REPORTERS: Get your questions answered about @ISS_Research set to launch to the @Space_Station. RSVP to our media telecon happening Feb. 10 at 1pm ET (18:00 UTC): https://t.co/L15DBq77Pv https://t.co/rua8koD2WU
— NASA (@NASA) February 9, 2022
La caída de satélites no es peligrosa para la Tierra, dicen en SpaceX
La compañía que dirige Musk señaló anteriormente que los satélites que salen de la órbita no presentan riesgos de colisión y que su diseño evita que los desechos de aquellos que caen lleguen a la superficie terrestre debido a que, en esos casos, el dispositivo se desintegra en la atmósfera.
Las tormentas solares, en tanto, no preocupan a SpaceX en función de posibles colisiones, aunque sí suponen inconvenientes para el correcto funcionamiento del sistema propuesto.
La empresa explicó que las tormentas geomagnéticas son temporales y pueden originarse por una onda de choque de viento solar que interactúa con el campo magnético de la Tierra.
Eso genera un calentamiento un aumento en la densidad en la atmósfera. En este caso, provocó un “arrastre” con una intensidad que afectó el viaje de los satélites lanzados.
Aunque se ordenó a los satélites que se protegieran de la tormenta volando “de canto”, tal como lo haría un papel, éstos no pudieron llevar a cabo las maniobras necesarias para alcanzar la órbita requerida, señala The Guardian en su repaso.
Las críticas a los planes de Starlink
Amén de las promesas de Space X respecto a los nulos riesgos de colisiones, las actividades de Starlink generan preocupación entre los astrónomos que temen que esa constelación de dispositivos para ofrecer acceso a Internet arruine el cielo nocturno y obstaculice la capacidad de los científicos para estudiar el universo empleando instrumentos de investigación desde la Tierra.
Tal como señalamos en Por qué los satélites de SpaceX son una “piedra en el zapato” para la astronomía, un informe presentado en 2020 señaló que “las grandes constelaciones existentes y planificadas de satélites brillantes en la órbita terrestre baja cambiarán fundamentalmente la observación astronómica en la región espectral del infrarrojo cercano”.
En concreto, el problema es que durante las horas nocturnas, aquellos elementos que flotan reflejan la luz solar y dificultan las observaciones.