El crecimiento económico chino es contradictorio. A pesar de la pandemia, el cambio climático y no producir una gota de petróleo, su Producto Interno Bruto (PIB) creció un 8,1% en 2021, según datos oficiales, casi seis puntos porcentuales más que el 2020.
El Político
Sin embargo, este crecimiento, que va en línea con lo pronosticado por el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), estuvo marcado por el coronavirus, lo que hizo que el avance del PIB pasara de batir el récord en el primer trimestre a una de las marcas más bajas de las últimas décadas en el cuarto.
El resultado del año cumple así con los pronósticos de organismos internacionales como el FMI y supera el objetivo oficial que se había marcado Pekín, de "más de un 6%".
Algunos analistas apuntaron que se trataba de un objetivo muy conservador debido a lo reducido de la base frente a la que se compararían los datos del año.
En 2020 el PIB chino creció un 2,3%, siendo una de las pocas economías globales en registrar una expansión económica en el primer año marcado por la pandemia de la covid.
Las cifras ofrecidas hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) también muestran que la economía china creció un 4% interanual en el cuarto trimestre de 2021, cifra mayor que la esperada por los analistas, de en torno a un 3,6%, pero que igualmente marca una ralentización frente al dato del período anterior (+4,9%).
Pese a ello, en el último trimestre el PIB aumentó en un 1,6% en comparación con el tercero, también superando las previsiones de los expertos, que esperaban un 1,1%.
Tendencia a la ralentización
En los tres primeros trimestres, el crecimiento interanual había sido del 18,3%, el 7,9% y el 4,9%, respectivamente. A finales de diciembre, la riqueza total de China alcanzaba los 114,37 billones de yuanes (17,99 billones de dólares, 15,77 billones de euros) en términos nominales.
La ONE aseguró que, en 2021, la economía china "siguió recuperándose de forma sostenida" y que los principales indicadores "alcanzaron los objetivos esperados".
Aunque la institución presume de que China está en una "posición de liderazgo mundial" en lo que a desarrollo económico y control de la pandemia se refiere, también reconoce un entorno exterior "más complejo, grave e incierto" y la amenaza de las "presiones" sobre la economía nacional por factores como la contracción de la demanda y los problemas de suministro.
Pese a todo, Julian Evans-Pritchard y Sheana Yue, analistas de la consultora Capital Economics, se muestran escépticos ante las cifras.
"No parecen coherentes con los datos oficiales mensuales, que apuntan a un crecimiento más lento en el último trimestre. No es la primera vez que las cifras oficiales del PIB aparentemente maquillan el alcance de una desaceleración económica".
También se hicieron públicos hoy otros datos como las ventas minoristas, claves para seguir la recuperación de la demanda nacional, que aumentaron un 12,5% en 2021 pero que en diciembre quedaron muy por debajo de lo esperado al frenar su avance hasta el 1,7% interanual en el marco de los últimos rebrotes de la covid.
Distinta fue la trayectoria de la producción industrial, indicador que batió los pronósticos en el último mes del año al crecer un 4,3%, mientras que en el global del año hizo lo propio en un 9,6%.
Por su parte, la inversión en activos fijos creció un 4,9% durante 2021, año que finalizó con la tasa oficial de desempleo en zonas urbanas en un 5,1%, una décima menos que la de finales de 2020.
Recorte de tipos
El Banco Popular de China ha recortado en diez puntos básicos, hasta el 2,85% desde el 2,95%, el tipo de interés aplicado a la facilidad de préstamo a los bancos con un año de vencimiento, en la primera rebaja de la tasa desde abril de 2020.
El banco central del gigante asiático ha reforzado su intervención con la inyección de 700.000 millones de yuanes (96.434 millones de euros) a través de esta facilidad a doce meses, lo que supone un incremento de 200.000 millones de yuanes (27.552 millones de euros) respecto de los vencimientos previstos.
Asimismo, la institución ha rebajado también en diez puntos básicos el tipo de interés aplicado a las operaciones de refinanciación con vencimiento a una semana, situándolo en el 2,10% desde el 2,20%.