La vida de Lech Wałęsa, nacido en Polonia 1943, es para la admiración y el asombro. Desde electricista, obrero de astillero, a presidente de la República y ahora en la miseria.
El Político
Nacido durante la ocupación nazi de Polonia, creció en la más dura de las posguerras y aprendió electricidad antes de entrar a trabajar en el astillero Lenin de Gdansk, ya en la Polonia soviética.
La huelga que lanzó a Wałęsa a la fama
El 14 de agosto de 1980, tras el comienzo de una huelga laboral en el Astillero Lenin de Gdańsk, Wałęsa escaló su muro ilegalmente y se convirtió en líder de la huelga.
Esta huelga fue seguida de forma espontánea por otras, por toda Polonia. Varios días después detuvo a los trabajadores que querían dejar el astillero de Gdańsk y los persuadió para organizar el Comité de Coordinación de Huelga para dirigir y apoyar la huelga general espontánea en Polonia.
En septiembre de ese año, el gobierno comunista firmó y acordó con el Comité de Coordinación de Huelga para permitir la legalización de la organización, pero como sindicatos realmente libres. El Comité de Coordinación de Huelga se legalizó como Comité de Coordinación Nacional del Sindicato Libre Solidaridad. Wałęsa fue elegido presidente de ese comité.
Wałęsa pasó de sindicalista a Premio Nóbel
Wałęsa permaneció en ese puesto hasta diciembre de 1981, cuando el Primer Ministro Wojciech Jaruzelski declaró la ley marcial. Fue encarcelado por 11 meses en el sureste de Polonia, cerca de la frontera con la Unión Soviética hasta el 14 de noviembre de 1982.
En 1983 solicitó volver al Astillero de Gdańsk, a su antiguo puesto de electricista. Fue tratado como un "simple empleado".
También en 1983 recibió el Premio Nobel de la Paz. No pudo recoger el premio por sí mismo, por miedo a que el gobierno no le dejase volver. Su mujer, Danuta Wałęsa, recibió el premio en su lugar. Wałęsa donó el importe del premio al movimiento Solidaridad.
En 1989 Wałęsa organizó y lideró el Comité Ciudadano del Presidente del Sindicato Solidaridad . En la práctica fue un tipo de partido político que ganó las elecciones parlamentarias de 1989.
Tras la caída del Muro de Berlín, en las primeras elecciones libres, fue elegido presidente de Polonia, un cargo que ejerció entre 1990 y 1995.
Mucho dinero, ninguna previsión, arruinado
Por ese trabajo, recibe hoy una pensión del 75 por ciento del que fue su sueldo, lo que supone unos 1.280 euros al mes (unos 1.450 dólares).
A esos ingresos hay que sumar lo que gana con sus conferencias, que concede alrededor del mundo.
Así como por cursos de liderazgo y motivación que imparte fundamentalmente a empresas. Por ellos cobra unos 4.000 euros por sesión de unas dos horas. Aunque siempre admite cierta negociación a la hora de fijar el precio y ofrece tarifas especiales para clientes asiduos.
En total y según sus propias declaraciones, se ha venido embolsando más de un millón de zlotys al año, (unos 250.000 dólares), hasta la pandemia.
Desde ya hace casi dos años el Covid-19 le obligó a cancelar tanto el circuito internacional de conferencias como los cursos de formación continua en las empresas. Dos circunstancias que condujeron a que el expresidente polaco se haya quedado prácticamente sin ingresos.
«Ahora estoy en bancarrota porque recibo solamente 6.000 zlotys de la pensión mensual (unos 1.500 dólares) y mi mujer se gasta mínimo 7.000 al mes".
Sin dudas que Wałęsa pudo desde trabajar en un astillero, derribar un sistema , y dar conferencias en altísimo nivel. Lo que no aprendió nunca fue a ahorrar. Ahora paga las consecuencias.
Fuente: ABC