La Administración Nacional de Aeronáutica y Actividades Espaciales (NASA, en inglés) planea lanzar este viernes 24 de diciembre el Telescopio Espacial James Webb. El telescopio más moderno alguna vez construido por el hombre. Y que, junto con el Telescopio Espacial Hubble ayudará a la humanidad a entender de forma más precisa al universo.
El Político
El lanzamiento del telescopio ha sufrido vario retrasos durante los últimos dos años, ya sea por la pandemia de COVID-19 o por inconvenientes relativos a los sistemas de control. De igual forma el lanzamiento del 24 podría retrasarse.
Los retrasos en su lanzamiento se deben más allá de las fallas y la pandemia, a que tanto la NASA, como la Agencia Espacial Canadiense (CSA) y la Agencia Espacial Europea (ESA), no cuentan con una misión de respaldo en caso de fallas catastróficas durante el lanzamiento. Por lo que cada detalle debe ser coordinado minuciosamente.
El telescopio más moderno
La planificación de este telescopio data del año 1989. Sus costos totales rondan los diez mil millones de dólares. Es el telescopio más moderno y sensible que haya visto la humanidad hasta la fecha.
El Telescopio James Webb, con un tamaño completo aproximado de una cancha de tenis, se ubicará en el Punto de Lagrange 2. A 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en una zona entre las órbitas de la tierra y el sol. En donde las fuerzas de atracción se anulan, por lo que quedará atado por gravedad a la traslación de la tierra con respecto al sol.
Esta posición representa un gran riesgo para la misión. Ya que en caso de alguna falla en el despliegue de los paneles solares del telescopio o de algún otro inconveniente es casi imposible enviar una misión humana a reparar el artefacto debido a la distancia.
A diferencia del Hubble que se encuentra a aproximadamente 550 km sobre la tierra.
La misión del mismo será, a través de ondas del espectro infrarrojo, explorar regiones del cosmos que su primo, el Hubble, no puede observar con detalle debido a las limitaciones físicas de su lente.
Así mismo, el telescopio Webb será capaz de observar regiones más antiguas del cosmos. Hasta algunos pocos cientos de millones de años luz después del Big Bang.