El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, reconoció que las tropas de su país "tal vez" ayudaron a los migrantes a cruzar la frontera polaca.
El Político
Las autoridades polacas denunciaron que cientos de migrantes entraron en su territorio, estimulados por Minsk. En una demostración de cinismo, Lukashenko dijo con la mayor tranquilidad: “ tal vez"nuestros militares ayudaron a estos "refugiados" a atravesar la frontera".
«Somos eslavos, tenemos corazón. Nuestros militares saben que los refugiados van a Alemania (…) es absolutamente posible que los ayudaran».
El reclamo polaco
Los polacos permanentemente acusan a los guardafronteras bielorrusos de cortar la alambrada de separación con tenazas.
Lukashenko generalmente eludía dar respuesta, o lo negaba, pero ya no tiene problemas en admitirlo.
"Lo que no hicimos fue invitarlo a venir a nuestro país para después lanzarlos contra la frontera. Ésta es la acusación que le hace la Unión Europea".
Un nuevo enemigo: El coronavirus
Las fuerzas de seguridad bielorrusas desalojaron el jueves los campamentos montados junto a la valla. Enviaron a los migrantes, unos 2.000 aproximadamente, al centro de acogida organizado cerca de la ciudad de Grodno.
Al parecer, la decisión ha sido adoptada después de que se detectara un caso de coronavirus.
Bielorrusia declaró el jueves que tiene en su territorio unos 7.000 ilegales procedentes fundamentalmente de Siria e Irak. Espera conseguir que se abra un ‘corredor humanitario’ para enviar 2.000 a Alemania. Aunque Berlín niega que se haya llegado a tal acuerdo.
Los otros 5.000 serían repatriados a sus países. El primer avión de regreso a Irak partió el jueves desde Minsk con unos 400 migrantes.
Desde Bielorrusia… ¿a Ucrania?
Kiev ha advertido que sus fuerzas emplearan armas de fuego si los migrantes intentan penetrar en Ucrania.
"No excluimos la posibilidad de que Rusia decida enviar intencionadamente un gran número de inmigrantes ilegales a nuestro territorio a través de Bielorrusia", alertó el ministro de Interior ucraniano, Denys Monastyrsky, ante los diputados de la Rada (Parlamento).
Según sus palabras, «si la vida y la salud de los guardias fronterizos se ven amenazadas, recurriremos a todos los métodos de protección legales disponibles, incluidas las armas de fuego».
En definitiva esta frontera permanece como una zona en ebullición. Cualquier error puede conducir a un conflicto de inimaginables propoporciones.