Latinoamérica no es precisamente la región más importante actualmente en el tema de economía y suministros, y aunque posee privilegios naturales, en esa materia está regazada frente a otras zonas, como Europa, Asia, inclusive la cercana América del Norte.
Mario Beroes/El Político
La crisis global de suministros está golpeando a toda América, pero de México a la Argentina, aunque la situación es menos crítica que en los Estados Unidos, no deja de ser preocupante. Dicha crisis, y en plena inicio de la época navideña, amenaza la cadena de suministro en algunas naciones de la región.
En nuestro caso, somos una zona netamente importadora y se depende del comercio mundial. Y aunque cada país tiene sus particularidades, esta crisis de suministros, puede englobarnos, pero para mal.
Desde que se empezaron a relajar las restricciones a la movilidad y a la actividad económica por la pandemia de covid-19, la demanda de bienes y servicios ha experimentado un crecimiento repentino al que los fabricantes y transportistas no han sido capaces de dar respuesta, lo que ha generado cuellos de botella en distintas partes del mundo, sobre todo en Asia y Estados Unidos.
Latinoamérica y sus economías
En Latinoamérica los estragos no son tan fuertes, pero afectan ciertas áreas, y lo peor, es que van a afectar otras en poco tiempo.A continuación, un resumen de la situación actual en las grandes economías latinoamericanas.
En el caso de Brasil, el colapso de los puertos asiáticos le está haciendo daño a la que es "la gran economía latinoamericana" y uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos, pues los fertilizantes para la agroindustria provienen en su mayoría de China, su principal socio comercial.
Aunque los análisis "no indican una crisis inmediata", el efecto se podría sentir en la cosecha 2021-2022, por lo que Brasil está cerrando contratos con otros proveedores para menguar una posible escasez.
México y los semiconductores
Pasamos a México, donde la escasez de chips semiconductores está golpeando con fuerza a la poderosa industria automotriz mexicana, que es el principal componente del PIB industrial. De ahí la caída trimestral del 0,2 % del PIB entre julio y septiembre.
"Somos muy vulnerables, pues muchos productos los importamos, no solamente de China, sino también de Estados Unidos", dijo a Efe Pablo López Sarabia, profesor del Tecnológico de Monterrey.
"Los estudios señalan que las cadenas de suministro no se van a recuperar seguramente hasta casi finales de 2022, que se empiece a normalizar", advirtió el profesor López Sarabia.
Colombia y Argentina enfrentan la crisis
Los colombianos podrían tener problemas para encontrar algunos regalos navideños como juguetes, licores, productos electrónicos y electrodomésticos, pero lo que sobre todo van a sentir es un aumento de los precios, según especialistas.
"La escasez ayuda al aumento de los precios, pero el mayor impacto está en los costos logísticos que han subido de manera extraordinaria", dijo a Efe el presidente de la Asociación Nacional de Exportadores de Colombia (Analdex), Javier Díaz.
Para el experto, la solución en Latinoamérica puede tardar aún más que el resto del mundo. "Apenas somos el 4 % del negocio de las navieras, no somos prioritarios. Por lo menos durante todo el 2022 vamos a tener esta logística complicada y altos costos".
En lo que se refiera a Argentina, las empresas que están padeciendo falta de insumos son las bodegas, las automotrices, los fabricantes de electrónica, de calzado y de maquinaria agrícola.
Marcelo Elizondo, analista económico internacional y presidente del capítulo argentino de la International Chamber of Commerce, indicó a Efe que las más afectadas son las pymes.
La menor oferta de fletes y los mayores precios del transporte implican un "agravamiento" de los problemas para importar en Argentina, donde las licencias y las divisas ya están restringidas, dijo Elizondo.
Si Argentina tiene "incrementos de salida de dólares" porque tiene que pagar el encarecimiento de los servicios de logística, "habrá un impacto cambiario."
-Esto va a forzar al Gobierno a apretar aún más fuerte las importaciones y que la economía, que en 2020 cumplió tres años en recesión, no se pueda recuperar".
El encarecimiento de los fletes marítimos está afectando también las exportaciones que van a Asia, el mercado continental más importante para Argentina, lo que para Elizondo puede hacer que el país suramericano "pierda rentabilidad".