Ante la inacción del Congreso de los Estados Unidos, Joe Biden, presidente de ese país, desmanteló la llamada "tolerancia cero" de Donald Trump en inmigración.
El Político
Mientras los demócratas están viendo qué hacen con la reforma migratoria, el mandatario norteamericano sigue deshaciendo la "tolerancia cero".
En un reto complejo para la actual administración se convirtió la reforma migratoria, que era una de las banderas políticas con las que Biden tomó el poder.
Pero, 9 meses después de llegar a la Casa Blanca, Biden solo consiguió que la Cámara de Representantes aprobara dos iniciativas de ley. Estas ofrecen un camino a la ciudadanía para unos 4 millones de indocumentados (dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal -TPS- y trabajadores agrícolas).
Reporta Univisión que ambos planes incluyen una residencia provisional por 10 años al término de los cuales los beneficiarios calificarán para recibir la residencia permanente (Green Card). Cinco años más tarde serán elegibles para pedir la ciudadanía por naturalización.
Los proyectos contaron con apoyo de republicanos. Pero cuando fueron enviados al Senado, donde ambos partidos tienen 50 votos cada uno y el empate lo rompe la vicepresidenta Kamala Harris, la oposición dijo que no daba un solo voto hasta que fuera resuelta la crisis en la frontera.
La crisis persiste, el número de arrestos de indocumentados sigue estableciendo récords y los republicanos aseguran que el problema fue generado por Biden cuando puso fin a la política migratoria de ‘tolerancia cero’ implementada por el expresidente Donald Trump entre enero de 2017 y enero de este año.
La negativa republicana en la Cámara Alta no solo le cerró, por ahora, la puerta a la reforma migratoria de Biden, sino que le bloqueó el paso al cumplimiento de una promesa que, de no resolverse, puede afectar a los demócratas en la elección de medio término del 2022, cuando los estadounidenses acudan a las urnas para renovar la Cámara Baja y un tercio del Senado.
Solos es “muy difícil”
No hay cálculos de probabilidades de éxito con la reforma migratoria en el Congreso. “La reforma seguirá siendo muy difícil de pasar porque casi no hay nada de apoyo por parte de los republicanos”. Esto dijo Roberto Izurieta, director de los programas de América Latina y Campañas Políticas de la Universidad George Washington.
“La mayoría de los demócratas la apoyan en cualquiera de sus formas, pero no consiguen ni siquiera un mínimo de votos republicanos”. (En el Senado, donde necesitan entre 10 y 12, dependiendo si Sinema y Manchin votar a favor del paquete de reconciliación del presupuesto), apuntó.
“Ese es el reto. Pero aún por lo difícil, sigo convencido que se conseguirá en cualesquiera de sus formas”, precisó Izurieta, incluyendo la vía Ejecutiva.
A la pregunta si la reducción del poder de discreción de los agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para deportar indocumentados podría darle a Biden la herramienta para cumplir siquiera una parte de su promesa electoral; Izurieta dijo que, lamentablemente “la crisis migratoria de la frontera no favorece los esfuerzos por una reforma migratoria. Ese ha sido uno de los graves problemas y se debe atender ambos retos por igual”.