Algún leve movimiento militar en falso en un escenario de tensiones podría desatar una eventual guerra entre China y Taiwán. Pese a que los observadores internacionales no creen que sea inminente un enfrentamiento armado, asaltan los temores de que un percance desencadene una escalada bélica a gran escala, incluso involuntaria.
El Político
Desde Bangkok la cadena de noticias de Univisión despliega un amplio reportaje en su sitio Web, mediante el cual se propone detallar tanto las percepciones de Estados Unidos como de los principales actores de la región y otros continentes.
Comienza por señalar que los recientes vuelos militares chinos frente al suroeste de la isla asiática encienden las alarmas en la isla asiática. Mediante sus maniobras, Pekín la reclama como propia. Y de esta forma incrementa las tensiones que ya estaban a flor de piel en la región.
Los vuelos de aeronaves bélicas constituyen un complejo rompecabezas en Asia. Allí Estados Unidos y sus aliados intensifican sus maniobras navales. De otro lado Australia anunció pocas semanas atrás que adquirirá submarinos de propulsión nuclear, en un acuerdo que se considera un evidente desafío directo a China.
Un total de 56 #aviones de combate de ?? #China entraron la noche del lunes en la Zona de Identificación de Defensa Aérea #ADIZ de ?? #Taiwan denunció el Ministerio de Defensa, que emitió alertas y movilizó a unidades de la Fuerza Aérea. (jc) https://t.co/WFBBnoOqOC
— DW Español (@dw_espanol) October 5, 2021
Taiwán: epicentro de la disputa
Mientras tanto Japón insiste en señalare que el régimen de China se convierte en una amenaza para la seguridad internacional. Muchos observadores de la situación convergen en indicar que aunque un conflicto armado no es inminente ahora, en la medida que aumenta la actividad militar se incrementan los temores acerca de un percance. Y que un error de cálculo podría desencadenar una escala bélica a gran escalada. Recientemente el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a Pekín y Washington a reparar su “completamente disfuncional” relación. Manifestó: “Debemos evitar a toda costa una guerra fría".
En tanto China presenta su perfil militar como puramente defensivo. Y al parecer organizado para proteger lo que dice son sus derechos soberanos desde Taiwán hasta el Mar de China Meridional. Así como su larga y disputada frontera montañosa con India.
Desde ultramar Estados Unidos y muy cerca otros muchos de los vecinos de China ven dicha postura como agresiva. Y en consecuencia refuerzan sus presencias con la aspiración de detener los esfuerzos de China por cambiar la realidad directamente en el terreno.
Después de años de aumento de su gasto militar, China ahora cuenta con el segundo presupuesto de defensa más grande del mundo, con un total de alrededor de US$ 209 mil millones este año, solo detrás de Estados Unidos. Eso ha permitido el desarrollo de sistemas de armas avanzados. Incluido el caza furtivo J-20, misiles hipersónicos y dos portaaviones, con un tercero ahora en construcción.
???? 9 aviones militares chinos han entrado en el Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Taiwán, siendo el sexto día consecutivo con incursiones de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación. pic.twitter.com/xeSr5HaFR0
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) April 20, 2021
Jinping no fija plazos
En paralelo el presidente y comandante del Ejército de Liberación Popular, Xi Jinping, viene supervisando las labores de construcción de instalaciones militares en islas artificiales en el Mar de China Meridional. Estas tienen como propósito extender las aguas territoriales del gigante asiático. Asegura además que colocar a Taiwán bajo control de Beijing es algo que no debe dejarse para la próxima generación.
Poco más al sureste Australia envió un potente mensaje el mes pasado cuando anunció que deshacía un acuerdo con Francia de US$ 66 mil millones destinados a la fabricación de submarinos impulsados en favor de un nuevo pacto con Estados Unidos y Gran Bretaña para obtener este tipo de naves, pero de propulsión nuclear.
La decisión fue vista como una doble apuesta a la alianza Australia-EEUU, en momentos en los que China presiona a Australia con aranceles y vetos de importación. Pekín criticó el acuerdo, según el cual Estados Unidos y el Reino Unido ayudarán a Australia a construir al menos ocho submarinos. Lo calificó de “altamente irresponsable” y dijo que “dañaría gravemente la paz y la estabilidad regional”.
Fuente: Univisión