La Casa Blanca anunció medidas para conseguir que para 2030 la mitad de todos los vehículos nuevos vendidos en Estados Unidos sean eléctricos, o con emisiones cero.
El Político
También reinstauró estrictos estándares de consumo y emisiones que fueron eliminados durante la Presidencia de Donald Trump (2017-2021), reportó LaOpinion.
Biden tiene previsto firmar hoy en la Casa Blanca ante representantes de los fabricantes General Motors (GM), Ford, Stellantis, así como del sindicato United Auto Workers (UAW), una orden ejecutiva que establece como nuevo objetivo que para 2030 la mitad de todos los vehículos nuevos vendidos en el país sean eléctricos.
When I say electric vehicles are the future, I’m not joking. Tune in for big news tomorrow. pic.twitter.com/riIClqPYnw
— President Biden (@POTUS) August 5, 2021
Iniciativa respaldada por Ford, GM y Stellantis
La iniciativa fue respaldada por los tres grandes fabricantes de automóviles de EE.UU. que en los últimos meses han anunciado decenas de miles de millones en inversiones para electrificar lo antes posible sus gamas de vehículos.
En un comunicado conjunto, Ford, GM y Stellantis se comprometieron a “alcanzar ventas anuales del 40-50 por ciento” de vehículos eléctricos para “llevar la nación más cerca del futuro de emisiones cero consistente con los objetivos” del acuerdo climático de París.
— Ford Motor Company (@Ford) August 5, 2021
Altos funcionarios de la administración de Joe Biden reconocieron que una de las motivaciones del Gobierno estadounidense es no permitir que China domine el mercado de los vehículos eléctricos, que es el futuro del sector.
Las autoridades estadounidenses señalaron que China intenta asegurarse el control de la cadena de suministro global para vehículos eléctricos y baterías.
En ese sentido, indicaron que otros como la Unión Europea (UE), están acelerando sus planes de electrificación del sector para colocarse en la cabeza.
En este sentido, el presidente de UAW, Ray Curry, señaló que el sector está “en un momento crítico en el que países compiten para producir los vehículos del futuro”.
Agregó que EE.UU. “se está quedando rezagado con respecto a China y Europa” a medida que los fabricantes destinan miles de millones de dólares en la ampliación de mercados y capacidad productiva.
Por su parte, la Casa Blanca indicó que la orden ejecutiva que firmará Biden cambiará esta situación.
Añadió que el objetivo del 50 % de las ventas para 2030 “está calibrado” para que las plantas de producción existentes puedan adaptarse sin peligro.
Imposición de estrictos estándares de consumo y emisiones a los vehículos nuevos
Además, la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Transporte anunciaron la imposición de estrictos estándares de consumo y emisiones a los vehículos nuevos.
Las regulaciones fueron eliminadas por la anterior administración Trump.
La Casa Blanca indicó que los nuevos estándares proporcionarán beneficios netos de unos 140,000 millones de dólares con el ahorro de 757,000 millones de litros de gasolina en los próximos cinco años así como la reducción de 2,000 millones de toneladas métricas de contaminación de carbono y mejoras en la salud de la población.
El Gobierno estadounidense estimó que cada conductor se ahorrará una media de 900 dólares durante el periodo por el menor consumo de sus vehículos.
Medidas para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero
La administración Biden señaló que todas estas medidas permitirán reducir las emisiones de gases con efecto invernadero de los vehículos vendidos en 2030 en más de un 60 % en comparación con las de los vehículos vendidos en 2020.
Esto, a su vez, permitirá llegar al objetivo de Biden de que, en 2030, las emisiones globales de la economía estadounidense sean entre un 50 y un 52 % inferiores a las de 2005.
La meta de Biden es que los fabricantes de automotores eleven el millaje de la gasolina y reduzcan la contaminación del caño de escape entre este año y 2026, informó APNews.
Por su parte, el sector se comprometió voluntariamente el jueves a que los vehículos eléctricos comprenderán la mitad de las ventas en Estados Unidos para el fin de la década.
Las medidas permitirán reducir las emisiones y combatir el cambio climático.
De allí la importancia de impulsar un cambio histórico en el país al reemplazar los motores de combustión interna por vehículos a batería.
También reflejan el equilibrio delicado que requieren las negociaciones para obtener el apoyo de las patronales y los sindicatos a la campaña ambiental, con la promesa de empleos e inversiones federales multimillonarias en los vehículos eléctricos.