O bien alguien no le contó a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, las verdades completas, o bien la funcionaria vive dentro de una réplica, a la venezolana, de Alicia en el País de las Maravillas.
Beatriz de Majo / El Político
O bien su desprecio por la inteligencia del adversario es monumental. O su perversidad y deseo enfermizo de burlarse del empresariado y la oposición venezolana es de tan prominente calado que la emisaria del régimen dejó pasar una excelente oportunidad, una coyuntura de oro, para acercarse a quienes son los únicos capaces de comenzar a ordenar el juego para sacar al país de todos –revolucionarios y no revolucionarios – del marasmo en que se encuentra.
La tesis que rueda de que la señora que acudió a Fedecámaras desconoce o ignora realidades que son flagrantes en Venezuela, como la atroz descolgada de su economía y la depauperación del país, no es válida.
Preocupación mayúscula en el País de Alicia
Porque si hay algo sabido de todos es la mayúscula preocupación que existe en el entorno de Nicolás Maduro sobre ese deterioro pronunciado que se viene produciendo en el apego del pueblo a su forma particular de Revolución que terminará por pasarle factura… y lo va haciendo ya a pasos agigantados.
En Miraflores y sus alrededores hay plena conciencia de que su permanencia en el poder está seriamente comprometida a través de cualquier vía, incluyendo la electoral. De continuar esta tendencia en detrimento de la calidad de vida de los venezolanos.
No perderé el tiempo de los lectores haciendo referencia a la miríada de barbaridades que Delcy Rodríguez fue capaz de expresar. Frente a quienes son los únicos susceptibles de activar sus redes internacionales para generar una mejor visión del país entre los empresarios del mundo con vistas a su proceso de recuperación.
La prensa Venezolana y la del mundo, incluyendo la de países aliados del Régimen, ya se han encargado de descalificarla. Si no es que han considerado esta aparición pública como una burla flagrante hacia los detentores de capitales ociosos que están en busca de un buen y provechoso destino post-pandemia.
Alicia no es ingenua
Nuestra Alicia no es ingenua, ello hay que subrayarlo. En el gobierno han asistido en primera línea de observación a ese deterioro que ha convertido al país en un bagazo.
Y como ello está a la vista del mundo, lo propio es entresacar de lo que queda aquellas potencialidades que aún subsisten para traer la mirada de terceros. Además de ponerlos en condiciones de arriesgarse a apostarle al país.
Todavía está en manos del régimen ofrecer condiciones beneficiosas a los inversionistas externos para que Venezuela sea su mejor destino. Dentro del montón de ofertas que van surgiendo en todas las latitudes estos días posteriores a la debacle de la pandemia.
Lo que Alicia no responde
¿Alguien piensa aún que esta funcionaria no está consciente que los capitales del mundo que necesitan reproducirse requieren de contar con seguridad jurídica, estabilidad económica, capacidad de obtener buenos beneficios y de repatriarlos, de una competencia sana, fronteras abiertas, un régimen de tributación que sea mejor que el del resto de los países y de un Estado que les permita laborar con libertad y con un mínimo de restricciones?
¿Hasta cuándo desde el régimen madurista van a seguir repitiendo, a un mundo ultraversado en estas lides extractivas, que las reservas que yacen en el subsuelo venezolano son un atractivo diferenciador cuando el planeta está repleto de enclaves similares? (Con menos dificultades y menos capitales necesarios para su recuperación).
¿Se habrán percatado de la evolución que lleva la explotación de las energías fósiles en este mundo cada vez más consciente de los temas ambientales?
¿Se habrán paseado en Miraflores por efecto perverso generado sobre los inversionistas de las incautaciones y expropiaciones de estos tiempos de chavismo? ¿Además de la hostilización consuetudinaria del capital privado?
¿Se habrá esta señora informado de los efectos perniciosos sobre el flujo de capitales que tiene una política monetaria y cambiaria tan aberrante como la nuestra?
Lo que Alicia debería imitar
Si. Esta era la ocasión perfecta para recoger velas y presentarse ante nuestro sector empresarial industrial, comercial y financiero con una bien labrada propuesta de tratamiento a sus capitales y a los foráneos que necesitamos con desespero. Para el relanzamiento de una economía que comience a recuperarse de manera robusta. Dentro de la cual ambos sean tratados con las ventajas que se otorgan a los socios principalísimos.
Mientras, una de las altas autoridades venezolanas desperdiciaba esta ocasión dorada, Pedro Sánchez, Jefe del gobierno español, se preparaba a ir a los Estados Unidos, no a entrevistarse con los políticos, sino a poner a España al alcance de los empresarios que están en busca de oportunidades.
No hay sino que comparar estas dos actuaciones en el mismo terreno para percibir como se vende un país que necesita de apoyo externo.
Ojalá nuestros compatriotas en el régimen usen la experiencia ajena y particularmente esta de España, país socialista de vocación, para revisar su posición de cara a su propio desarrollo.
Mientras esto no ocurra, Venezuela seguirá a la deriva. Dando tumbos con las extravagancias de un régimen que aún no entiende que las Cajas CLAP ya no son suficientes.
Y Alicia seguirá en el país de las Maravillas hasta que, como en el cuento, otros la hagan despertar de su fantástico sueño…