La Cámara de Representantes esta semana votará dos temas clave antes de irse al receso del 4 de julio: la resolución que crea una comisión especial para investigar los hechos del 6 de enero, y el proyecto de ley de infraestructuras elaborado por los demócratas.
El Político
El equipo de Punchbowl News sostiene que no paraciera que algún republicano esté a favor de votar ninguna de estas iniciativas. "Por lo que la presidenta Nancy Pelosi y los demócratas probablemente tendrán que aprobarlas en votaciones de línea de partido".
Comisión especial del 6 de enero: Como se recordará que los republicanos del Senado bloquearon la designación de una comisión bipartidista para investigar el asalto del 6 de enero al Capitolio por parte de los partidarios del expresidente Donald Trump.
No obstante, Pelosi y otros altos cargos demócratas de la Cámara de Representantes decidieron seguir adelante con una comisión especial. Este enfoque, en opinión de los periodistas de Punchbowl News tiene ventajas y desventajas para los demócratas.
Entre las ventajas:
- No hay límite de tiempo (mientras los demócratas controlen la Cámara).
- No hay restricciones sobre lo que la comisión especial puede investigar.
- Y no hay necesidad de buscar el apoyo de los republicanos para cualquier citación.
"La comisión bipartidista habría obligado a los demócratas a trabajar con los republicanos".
Entre las desventajas:
- Trump y los republicanos atacarán cualquier cosa que encuentre una investigación dirigida por los demócratas mientras que una comisión bipartidista habría sido más difícil de descalificar.
- Por otra parte, Trump atacará cualquier cosa negativa que se diga de él en cualquier lugar y en cualquier momento, así que esto puede funcionar de todos modos.
Para el equipo de Punchbowl News las cuestiones clave a difinir incluyen:
- ¿Quién presidirá la comisión especial?
- ¿Quién formará parte de él?
- ¿Participarán los republicanos?
- ¿Cuándo se pondrá en marcha?
- ¿Quién lo dotará de personal?
- ¿A quién se llamará a declarar?
- ¿Cuándo emitirá sus conclusiones?
Según el equipo del mencionado medio, "Pelosi no ha dado pistas sobre quién dirigirá la comisión especial o quién quiere que forme parte de él. El representante Bennie Thompson (demócrata de Mississippi), presidente del Comité de Seguridad Nacional, es visto por muchos demócratas como una opción probable para dirigir la comisión especial. El jefe de la mayoría de la Cámara de Representantes, James Clyburn (demócrata de Carolina del Sur), ha estado presionando para que Thompson sea el presidente. Pero depende de Pelosi, que aún no ha anunciado nada".
Tampoco está claro si serán sólo los presidentes de los comités o los demócratas de base en el panel o una mezcla de ambos.
Los asesores demócratas no esperan que Pelosi anuncie quiénes formarán parte hasta que la Cámara apruebe la resolución. "Lo que ocurrirá a finales de esta semana. Pero, una vez más, es una decisión de Pelosi".
¿Y los republicanos?
El líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy (republicano por California), no ha dicho cuáles son sus intenciones. Apunta Punchbowl News que la semana pasada McCarthy señaló a los periodistas que Pelosi no ha hablado con él sobre la comisión.
"Los periodistas se han preguntado si la comisión especial llamará a McCarthy, que tuvo una conversación airada con Trump ese día sobre el ataque. O incluso al propio Trump. No hay ninguna razón por la que una comisión especial no pueda hacer cualquiera de estas cosas o ambas. Aunque hay cuestiones políticas y legales en juego si lo intentan. Especialmente al llamar a Trump".
Ley de Infraestructura: Bajo amenaza de veto
Refiere Punchbowl News que los demócratas llevan al pleno esta semana un proyecto de ley de infraestructuras por valor de 715.000 millones de dólares. Producto del trabajo de dos comités: el de Transporte e Infraestructuras y el de Energía y Comercio.
"Pelosi ha prometido que los demócratas de la Cámara de Representantes aprobarían un proyecto de ley de infraestructuras antes del 4 de julio, y lo están cumpliendo con esta legislación. Pero para ser claros, este proyecto no se convertirá en ley", apunta el equipo del servicio informativo.
Básicamente, es el punto de partida de los demócratas de la Cámara de Representantes para las negociaciones con el Senado, "siempre y cuando esta cámara apruebe un proyecto de ley de infraestructuras independiente".
El paquete bipartidista de infraestructuras del Senado, del grupo "G10″, estuvo a punto de morir después de que el presidente Joe Biden amenazara con que no firmaría ese proyecto de ley "a menos que también llegara a su mesa un proyecto de reconciliación independiente y multimillonario que incluyera el Plan de Familias Americanas". Luego,el sábado, Biden se retractó de esos comentarios.
El proyecto de ley bipartidista del Senado aún no se ha redactado. Pero ya corre el rumor de que las compensaciones previstas por el grupo para sufragar el costo de la legislación pueden ser inferiores a las previstas por los negociadores.
"Esto será un gran problema a la hora de atraer el apoyo del Partido Republicano del Senado más allá de los cinco originales que firmaron el acuerdo: los senadores Rob Portman de Ohio, Susan y el presidente de la Cámara de Representantes. Rob Portman de Ohio, Susan Collins de Maine, Lisa Murkowski de Alaska, Bill Cassidy de Luisiana y Mitt Romney de Utah", destaca Punchbowl News.
Aunque Biden se retractó de sus comentarios sobre un proyecto de ley bipartidista del Senado vinculado a un paquete de reconciliación, Pelosi se muestra bastante firme.
"Bueno, como he dicho, no habrá un proyecto de ley de infraestructuras a menos que tengamos un proyecto de ley de reconciliación. Simple y llanamente. De hecho, utilicé la palabra ‘no’. No habrá un proyecto de ley de infraestructuras, a menos que tengamos el proyecto de reconciliación aprobado por el Senado de los Estados Unidos", dijo Pelosi el jueves.
Y según Punchbowl News "Pelosi siempre hace lo que dice".