El régimen nicaragüense sandinista de la pareja Daniel Ortega y Rosario Murillo asoma la posibilidad de una eventual negociación con el gobierno demócrata de Estados Unidos mientras en Washington se preparan más sanciones para el corto plazo.
El Político
El más reciente arresto recayó este martes en la persona del prominente funcionario bancario Luis Rivas Anduray, lo que según reseña la cadena noticiosa Univisión, incrementa aún más la “cacería” ampliamente denunciada y condenada internacionalmente.
Conforme a la versión informativa, el matrimonio presidencial ha dinamitado en menos de un mes el panorama político de Nicaragua. Todo como resultado de las detenciones de los principales líderes de la oposición. Entre ellos figuran cuatro precandidatos presidenciales, a quienes se les acusa por “traición a la patria” y presunto lavado de dinero.
En la nación centroamericana prosiguen las redadas policiales que con violencia han allanado y apresado a 16 personas. Igualmente ha desarticulando a los liderazgos críticos que intentaban hacer frente a la pareja presidencial en las elecciones programadas para noviembre próximo. Los observadores sostienen que ahora Ortega se llena de “rehenes” para una eventual negociación política. Aunque esta posibilidad aún es incierta.
Represión de Ortega sin miramientos
A la lista de atropellos orteguista se sumó el anuncio de la jueza Karen Vanessa Chavarría Morales. Esta instruyó el miércoles la retención migratoria, el levantamiento del sigilo bancario y el congelamiento de cuentas de trece ex directivos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides). Entre ellos se cuentan José Antonio Baltodano Cabrera y Jaime Montealegre Lacayo, considerados dos de los diez grandes empresarios nicaragüenses.
Según los analistas políticos consultados por Univision Noticias, la escalada represiva con la que Ortega ha limpiado la boleta electoral de adversarios no tiene racionalidad política. Con estas capturas —que continúan acompañadas de allanamientos de domicilios y requisas de celulares de ciudadanos— el régimen sandinista cierra la salida electoral. Tan solo se percibe una “radicalización total” orientada encaminada a convertirse en “una Cuba en tierra firme”.
En este contexto, sin embargo, este miércoles uno de los voceros del gobierno, William Grisby, dejó entrever que Ortega aspira a una negociación directa con Estados Unidos. Declaró: “El propósito es limpiar las mesas de los traidores (opositores arrestados). A ver, gringo, ¿querés hablar conmigo? Vení, hablá conmigo, dejá de estar contratando sicarios, vení habla conmigo, pongámonos de acuerdo. Respétame y pongámonos de acuerdo, a ver qué es lo que te preocupa. No te preocupés, ya de una vez (hay que) arreglar eso. Pero es con los gringos, con los dueños del circo, no con los payasos, como los de la OEA”.
Fuente: Univisión