Los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos todavía no determinan la causa de los síntomas de la misteriosa enfermedad que afectó a miembros de la delegación estadounidense en Cuba, conocida como el "síndrome de La Habana"; y que en noviembre del año pasado fue reportada en Washington por funcionarios de la Casa Blanca.
El Político
Los primeros en experimentar los síntomas de la enfermedad fueron decenas de diplomáticos y personal allegado alrededor del mundo. Los primeros casos se registraron a finales de 2016 en Cuba. En ese entonces, empleados de las embajadas de Estados Unidos y Canadá reportaron signos de una enfermedad rara, que luego se replicaron en varios lugares del mundo, recordó Infobae.
Según New York Times, se han identificado 130 casos de daño cerebral relacionados con el "síndrome de La Habana" en diplomáticos y funcionarios de Defensa de los Estados Unidos. Pero a excepción de estos dos casos en Washington, el resto ocurrieron en el exterior.
Los casos de Washington
El primer caso del "síndrome de La Habana" registrado en Washington habría tenido lugar un día después de la elección presidencial, en noviembre de 2020. Lo reportó un funcionario y ocurrió cuando ingresaba a la Casa Blanca. La persona sufrió dolores de cabeza por una semana; y aunque los síntomas fueron leves coincidieron con el tipo de lesión que presentaron los diplomáticos.
El segundo caso se registró unas semanas más tarde, durante el mes de diciembre; también en las inmediaciones de la Casa Blanca. Los síntomas fueron más severos y el funcionario requirió asistencia médica de inmediato.
Hay un tercer caso en estudio que habría ocurrido al norte del estado de Virginia en 2019, pero aún no se confirma si se trata del mismo síndrome.
Una tecnología desconocida
El equipo investigador no logra determinar la causa de los síntomas, ni la tecnología que los genera; preocupación a la que se suma el hecho de que se registre en Estados Unidos. Antes de estos ataques, había reportes de los síntomas en Cuba, China y Rusia.
"Las víctimas lo describen como un dolor de cabeza persistente, sensación de vértigo, presión en la cabeza, y en ocasiones, un sonido persistente en el oído. Algunos declararon haber podido superar los síntomas simplemente si se movían de lugar; y volver a experimentarlos si ingresaban en el mismo cuarto, llevando a muchos a pensar que era un ataque generando con ondas de sonido", reseñó Infobae.
Ante las presiones políticas, el gobierno de Biden declaró que aumentó los esfuerzos para identificar la causa de los incidentes y lograr prevenirlos. El director de la CIA, Bill Burns, empezó a recibir reportes diarios acerca de este asunto.
Hasta ahora, se determinó que un examen de sangre podría ayudar con el diagnóstico; aunque este examen no se puede considerar por si solo como prueba del síndrome de La Habana. Los presuntos ataques siguen siendo uno de los mayores misterios para la comunidad diplomática y política de los Estados Unidos.
Fuente: Infobae