La inestabilidad en Colombia se suma a la oleada de protestas e incertidumbre política que sufre la región desde meses antes de la pandemia.
El Político
Varios países latinoamericanos tienen procesos electorales abiertos a corto y medio plazo.
Una reforma fiscal ha provocado en Colombia una espiral de violencia que se ha saldado con decenas de muertos y heridos, la dimisión del ministro de Hacienda y una dura reprimenda por parte de la Unión Europea, Estados Unidos o la ONU contra el Gobierno del liberal Iván Duque por haberse excedido en el uso de la fuerza para reprimir las protestas de los ciudadanos, reportó Expansión.
Colombia con mucha inestabilidad
Arde Colombia, arde como ardió Chile desde 2019, como ardió Estados Unidos en 2020, como ardió Venezuela en 1989, los ejemplos son muchos.
Arde Colombia y la impotencia y la confusión son tan grandes que resulta muy difícil poner los acontecimientos en perspectiva. También es muy difícil no ver las similitudes más allá de lo particular de cada caso y en consecuencia, arden también los papeles del análisis lineal y simplista.
Para largar por algún lado, larguemos por la chispa: el 28 de abril, Iván Duque, el Presidente de Colombia, presentó un agresivo plan de suba de impuestos al Congreso.
Las cuentas colombianas están en extremo deterioradas, como en la mayoría de los países de la región, producto de la decadencia económica histórica y agravada por las lesivas, autoritarias e inútiles medidas anticovid.
¿Duque fomenta la inestabilidad?
Duque es el responsable de la implementación de una cuarentena brutal, que destrozó el débil tejido productivo colombiano.
Aún con semejante dislate de encierros, medidas arbitrarias y ridículas, e injustas prohibiciones, Colombia tiene uno de los peores récords en todos los parámetros relacionados con la pandemia: contagios, muertos y vacunados.
Ahora bien: el cuadro recién relatado no difiere del argentino ni del de tantos otros casos de hispanoamérica, aunque es preciso destacar una variable fundamental: Duque no pertenece al círculo de miembros del Foro de San Pablo.
Paro Nacional
A pesar de que Duque retiró la reforma el 2 de mayo, y que su autor, el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla; renunció al día siguiente –estas eran dos de las principales demandas de la oposición política al gobierno de Duque– siguieron las movilizaciones, los paros nacionales; y los enfrentamientos con la policía y sus escuadrones de la muerte del Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbio).
Ya se acumulan 10 jornadas de movilizaciones y paros, más de 30 muertos, cientos de heridos y desaparecidos. Como todo proceso de lucha de clases que toma dimensión histórica, este levantamiento del pueblo colombiano; tiene sus símbolos en todos esos asesinados.
E incluso tiene su capital: Cali, la tercera ciudad del país, ha sido declarada “capital de la resistencia” y aún es el epicentro de los enfrentamientos; más radicalizados protagonizados por una juventud precaria, desocupada, informal. Y de la acción de paramilitares y sicarios