El secretario general del PSOE ha mantenido este martes una conversación "cordial" de diez minutos con Mariano Rajoy para decirle que no podía contar con su apoyo para hacerle presidente y que, además, empezaba una ronda de conversaciones con el resto de las fuerzas políticas, excepto Bildu, para explorar la posibilidad de formar una alternativa de Gobierno en la que el PP no iba a estar.
La primera llamada de Pedro Sánchez ya se ha producido y, como era previsible, se ha saldado con un fracaso, aunque ha contribuido a aclarar la situación política.
El líder del PP le ha insistido, por su parte, en que formaran un Gobierno de coalición, además de pedirle su apoyo para las medidas que considera imprescindibles para España.
Ambos dirigentes seguirán hablando, aseguran han informado las dos partes, pero no para salir del bloqueo. Rajoy ha aprovechado la llamada para hacerle algunos comentarios sobre cómo había transcurrido la reunión del G-20 en China, de donde acaba de llegar.
El presidente en funciones no ha desaprovechado la ocasión para intentar mover el ánimo de Sánchez con el recordatorio de que España tiene la "necesidad urgente" de dar respuesta a desafíos pendientes. La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado es lo primero, pero también mantener "el empuje de la recuperación económica" y el "ritmo de creación de empleo", según el comunicado que ha emitido la Presidencia del Gobierno.
El jefe del Ejecutivo en funciones ha pedido a Sánchez que "reconsidere su postura" y que "reflexione sobre el bloqueo político" y el "malestar" de los ciudadanos.
De todo ello es consciente Sánchez, pero no cree que la solución esté en que gobierne Rajoy. Ahora, el líder del PSOE llamará al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y después al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. Así seguirá con el resto de los partidos por orden de representación parlamentaria.
Con la mayoría de ellos tratará de reunirse, si los demás aceptan como han señalado que harán, por lo que la inclusión del PP queda en una llamada de cortesía para que Rajoy sepa de primera mano que el dirigente socialista empieza su propia ronda, tal como había anunciado el lunes tras la ejecutiva de su partido.
Antes de que Sánchez hubiera establecido contactos con los partidos, desde sectores del PSOE se desmarcaban ya de ese diálogo, por considerarlo inútil. La solución que busca Sánchez pasa por un pacto con Ciudadanos y Podemos, que el PSOE andaluz ve "inviable", al igual que el presidente de Aragón, Javier Lambán. Sin pedir claramente la abstención frente al PP, el presidente asturiano, Javier Fernández, ha advertido de que repetir las elecciones es "jugar con fuego". Sánchez ha vuelto a rechazar este lunes la abstención y presentarse como candidato sin tener los apoyos necesarios.
El escepticismo se mantiene en sectores del PSOE, aunque no es unánime, respecto a la utilidad de esta ronda que empieza Sánchez. El portavoz parlamentario de los socialistas, Antonio Hernando, la ha defendido con ahínco al ser "un acto de responsabilidad de Pedro Sánchez que no quiere sentarse a esperar arrancando hojas del calendario hasta que se vuelvan a convocar elecciones".
Con información de El País