Una policía técnica en vez de represiva buscan en los Estados Unidos tras las continuas denuncias de abusos y asesinatos. Lograr una reforma policial que garantice el orden dentro de los derechos humanos es un reto que está lejos de cumplirse.
El Político
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU se reunió con urgencia el 25 de mayo de 2020, tras la muerte del afroestadounidense George Floyd durante su arresto por policías blancos.
En EEUU tradicionalmente se ha impuesto el llamado muro azul del silencio con el que los departamentos de policía protegen a uno de los suyos cuando comete una infracción y evitan demandas por responsabilidades.
Cuando Medaria Arradondo, el jefe de policía de Minneapolis, vio el vídeo viral de la muerte de Floyd las cosas empezaron a cambiar. Lo calificó públicamente de asesinato y ordenó el despido y arresto de Derek Chauvin y de los otros tres policías que participaron en la detención.
Un policía indignado por los abusos
En el juicio a Chauvin por asesinato, Arradondo fue uno de los testigos estrella de la acusación, junto a varios policías de Minneapolis en activo que testificaron contra su excompañero.
Arradondo es el primer jefe de policía afroamericano en la historia de Minneapolis y cuando luchaba por ascender en el escalafón presentó una demanda contra el departamento por discriminación.
Chauvin trabajó allí durante 19 años y había recibido numerosas quejas por brutalidad sin pagar las consecuencias. Por eso, es aún más llamativa la transparencia y responsabilidad demostradas durante el caso.
Aunque en la apertura del juicio se dijo que se trataba de un agente y de un caso, estaba claro que en el banquillo de los acusados estaba toda la policía estadounidense. Como dijeron los propios familiares de Floyd, hasta EEUU estaba siendo juzgado.
La muerte de George Floyd logró reactivar el tema de la necesaria la reforma policial.
Biden pide propuesta antes del 25 de mayo
La muerte de George Floyd, y las masivas protestas que le siguieron, dieron paso a una ola de iniciativas de reformas policiales en decenas de estados. Las mismas, van desde cambios en las políticas sobre el uso de la fuerza hasta una mayor rendición de cuentas por parte de los agentes.
Se plantea, que no se puede terminar con estos asesinatos atroces sin una reforma policial integral. Incluso, hay propuestas extremas como abolir por completo los departamentos de policía y retirarles su financiamiento.
El presidente Joe Biden aspira contar con un proyecto de ley para el 25 de mayo.Pero la verdad sea dicha el sistema policial estadounidense es muy amplio y descentralizado.
Hay unos 18.000 departamentos de policía y cada uno tiene sus propios reglamentos sobre el uso de la fuerza, criterios de contratación y mecanismos de supervisión.
Por ello, una reforma policial universal es casi imposible. Por ello desde que George Floyd fue asesinado el 25 de mayo de 2020 no ha habido ningún cambio profundo.
Pero se hay algunos cambios. Según un análisis que hizo la Associated Press de información de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, en el último año, al menos 36 estados aprobaron leyes con reformas policiales,
Por ejemplo, las legislaturas de un puñado de estados tomaron medidas para combatir las injusticias raciales.
No hay reformas redicales
Sin embargo, no se puede hablar por ahora de reformas radicales, transformadoras y, menos todavía, generalizadas. Hay estados que han hecho muy poco o nada. E incluso algunos que directamente se movieron en la dirección contraria.
En varios casos, las iniciativas exitosas tuvieron el apoyo de los dos partidos, pero las reformas más grandes tropezaron con obstáculos. Incluso, en estados dominados por los demócratas, en parte por la oposición de los sindicatos de policías.
Varios estados, de hecho, ampliaron las facultades de la policía y aprobaron leyes pensadas para contrarrestar manifestaciones de protesta como las del año pasado por la muerte de Floyd.
El cambio debe darse ahora
Las familias que padecen la brutalidad policial en su peor momento siguen siendo optimistas sobre el cambio iniciado por el histórico veredicto y los esfuerzos en el Congreso para legislar la rendición de cuentas.
Los protagonistas son los senadores Cory Booker (demócrata de Nueva Jersey), Tim Scott (republicano de Carolina del Sur), Dick Durbin (demócrata de Illinois), Lindsey Graham (republicano de Carolina del Sur), y los congresistas Karen Bass (demócrata de California). También se ocupan del tema, Josh Gottheimer (demócrata de Nueva Jersey), Sheila Jackson Lee (demócrata de Texas), Pete Stauber (republicano de Michigan) y Brian Fitzpatrick (republicano de Pensilvania).
Stauber y Fitzpatrick son antiguos agentes de la ley. Durbin es el presidente de la Comisión Judicial del Senado y el jefe de la mayoría, mientras que Graham es uno de los principales republicanos en ese panel.
Algunas reformas aprobadas
Entre las reformas aprobadas figuran la prohibición de tomas asfixiantes y restricciones al uso de gases lacrimógenos y otros métodos para controlar multitudes. También se innovó en las investigaciones de balaceras que involucran a la policía.
Sin embargo, en Oklahoma, una nueva ley aprobada da inmunidad a las personas que hieren o matan a manifestantes con sus vehículos. Hay también proyectos que castigan a los manifestantes en Arizona, Florida y Tennessee.
“Los proyectos contra los manifestantes eran aprobados de inmediato”, comentó la representante estatal demócrata de Arizona, Regina Goodwin. “Esto me indica que Oklahoma o no está al tanto de los temas que el país enfrenta en relación con el racismo y los abusos policiales, o que hace la vista gorda".
Estos son los temas en juego
La inmunidad calificada es un componente clave de las conversaciones. Ha sido difícil encontrar un terreno común en esta doctrina. La misma, protege a los agentes de policía de acciones legales mientras actúan en el ámbito de su trabajo.
La sección 242 es uno de los componentes más difíciles de la negociación. Este tema trata del uso de fuerza excesiva durante las detenciones. Scott planteó que se debilitó demasiado esta disposición.
Se modificarán las órdenes de "alto"
Al igual que el uso de las llaves de estrangulamiento por parte de los agentes mientras detienen a los sospechosos.
Probablemente habrá nuevos fondos federales para ampliar el uso de las cámaras corporales.
Los negociadores pretenden cambiar la sección 1033, que da excedentes de equipamiento militar a los departamentos de policía.
Dinero para programas de salud mental
Ambas partes han expresado su interés en crear una lista de "policías malos": la contabilidad de los policías que se han metido en problemas.
También incluye, una legislación contra el linchamiento que languidece en el Senado.
La Ley contra el linchamiento
El proyecto de ley contra el linchamiento provocó un emotivo debate en el Senado la semana pasada, cuando el senador republicano Rand Paul de Kentucky intentó enmendar la norma.
El cambio está tomando forma
Los reformistas dicen que el cambio está tomando forma en muchos frentes. Incluyendo, esfuerzos para desfinanciar los departamentos de policía y reentrenar a los oficiales en tácticas y tolerancia racial.
Pero ninguna verdadera reforma es posible, dijeron, sin un nuevo enfoque por parte de los fiscales que soportan la carga de responsabilizar a los policías corruptos.
"Tan importante como las nuevas leyes son para la lucha por la reforma de la justicia penal, el cambio real sólo llegará si elegimos también a los fiscales reformistas", dijo el representante estadounidense Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
Graham se ocupa de la brutalidad policial
Los republicanos aún no han dado señales de acoger la legislación policial demócrata presentada este lunes. Aunque, el senador republicano Lindsey Graham, presidente de la Comisión Judicial del Senado, dijo la semana pasada que tendría una audiencia sobre la brutalidad policial el próximo 16 de junio.
El presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler, dijo que quiere que la comisión vote por la próxima semana.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, sostuvo este lunes que los demócratas del Senado “lucharán con todas sus fuerzas para hacer esto realidad”.
Tambien, aprobarán la legislación de reforma policial en el Senado, apelando directamente al líder de la mayoría, Mitch McConnell. Y agregó: “Líder McConnell, tengamos el debate, no solo en la televisión y en Twitter, pero también en el piso del Senado de Estados Unidos”.
Las conversaciones continuarán las próximas semanas. El objetivo es tener un proyecto de ley para el 25 de mayo, pero todo puede cambiar.
Fuente: LA Times.com