Millones de personas en el planeta desean lograr el sueño americano. Algunos a pesar de ser deportados de EE.UU. insisten, pero pocos lograr una segunda oportunidad después de ser expulsado. Conocerás la fantástica historia de un hombre que fue deportado 3 veces y descubrió que es… ¡Ciudadano americano!
El Político
Lo que le ocurrió a José Angel Torres es digno de un cuento de realismo mágico. Su impactante historia parece escrita por el propio Gabriel García Márquez.
Este hombre de 56 años fue expulsado tres veces de EE.UU., y cuando iban a sacarlo por cuarta vez, comprobó que era ciudadano estadounidense. José Ángel Torres nació en California.
¿Mexicano o estadounidense?
Toda su vida, José Ángel Torres creyó que era oriundo de Baja California, así se lo aseguraron sus padres adoptivos. Unos mexicanos que lo criaron como si fuera su hijo biológico.
Desde 1997, cuando ingresó por primera vez a EE.UU. trabajó como la mayoría de los inmigrantes sin papeles: cobrando en efectivo y huyendo de los operativos del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
"Tres veces lo expulsaron a México, entre 1997 y 2010, por meterse en problemas judiciales y por los posteriores reingresos a California sin autorización", relata Univision.
Toda la vida estuve escondiéndome…
“Fue difícil. Toda la vida estuve escondiéndome, solo yendo del trabajo a la casa”, cuenta José Ángel Torres a Isaías Alvarado, quien lo entrevistó para Univision. La impactante historia es la siguiente:
Su vida se transformó cuando Juana Torres, la mujer que lo crio, confesó unos años antes de morir que no era su madre biológica y que él había nacido en California. Le dijo que conoció a su verdadera madre mientras trabajaba en el campo. Tenía 19 años y no sabía qué hacer con su embarazo. Juana, quien no podía tener hijos, le imploró que no abortara, que le diera al bebé en adopción y le ofreció pagar los gastos del parto", explicó el californiano.
Dos días después de que el niño nació se lo entregó en Mexicali, Baja California. En un hospital del norte de California lo habían registrado como José Ángel Pagán, porque era el nombre del abuelo materno. En México le dejaron ese nombre porque así se llamaba el padre de Juana Torres. Solo le cambiaron el apellido y desde entonces lo conocieron como José Ángel Torres.
“Se fue la señora y nunca más supieron de ella. Y mi suegra nunca le dijo nada a mi esposo, quizás porque le daba miedo cómo iba a reaccionar”, contó la esposa de Torres, Rosa Sotomayor, a Univision.
54 años como indocumentado en California
"Torres y su nueva familia vivieron en Mexicali hasta 1967, cuando tenía dos años. Cruzaron ilegalmente la frontera, llegaron a Riverside y luego se establecieron en Calipatria, ambas en California. José Ángel vivió 54 años como indocumentado", destacó el medio estadounidense.
El secreto se descubrió cuando Juana le entregó a su nuera los documentos de adopción en los cuales se mencionaba que los verdaderos padres de su hijo eran ciudadanos estadounidenses.
También le dio el acta de bautizo, que certificaba que su madre biológica volvió a Baja California un año después de la adopción porque hacía falta su firma para el trámite eclesiástico, narra Univision.
Una década investigando…
Unos años después, Rosa Sotomayor inició una pesquisa por más de una década que la llevó a hurgar en iglesias de Mexicali, un hospital del Valle de San Joaquín, bibliotecas con registros públicos y varios domicilios en el norte de California donde había vivido la madre biológica, Englentina Loya, indicó Univision.
La búsqueda se aceleró hace cuatro años, cuando agentes de ICE se presentaron al trabajo de Torres para arrestarlo y deportarlo por cuarta ocasión. “Ya me iban a sacar otra vez. Vinieron por mí al trabajo, iba a agarrar un café cuando me detuvieron los de ICE”, relató el hombre de 56 años.
Lo iban a deportar por cuarta vez y… Apareció Facebook
Lo tenían bajo custodia cuando su esposa contrató a la abogada de inmigración Esther Valdes y le entregó los documentos de la adopción. “Ya lo iban a deportar. Presenté esos documentos y lo soltaron dos horas después”, dijo Valdes. “Pero no fue un proceso automático, tuvimos que rastrear por todos lados”, agregó.
Uno de los hijos de Torres buscó en Ancestry.com, la empresa de genealogía más grande del mundo. Allí encontró una fotografía de Englentina Loya, lo cual le permitió encontrar un perfil de Facebook.
El dueño le escribió en privado. Respondió hasta que le mandaron otro contándole que estaban a punto de deportar a Torres y que necesitaban verificar su identidad.
Los otros familiares de Torres relataron que lo estuvieron buscando por varios años y que no solo tenía un hermano mayor, sino otras cinco medias hermanas. Contaron que habían pasado muchos veranos buscándolo en parques y en escuelas de preescolar de Calexico, cerca de la frontera con Mexicali. Con el paso de los años fueron perdiendo las esperanzas de volverlo a ver.
“La madre biológica escribió una carta diciendo que siguió buscando a su hijo por varios años y no lo quitó de su testamento”, compartió Rosa Sotomayor a Univision.
‘It’s a boy’
La carta que redactó Englentina y su testamento donde informaba que el paradero de su hijo José Ángel era "desconocido", y las pruebas de ADN que se hicieron los hermanos de Torres, se agregaron a la evidencia que presentaron ante funcionarios del Departamento de Estado, el Centro de Visas y los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
José Ángel viajó el 4 de julio de 2019 a San José, en el norte de California, para conocer a sus hermanos y sobrinos.
“Lo aceptaron con los brazos abiertos. Hicieron un letrero que decía ‘It’s a boy’ (Es un niño), como si fuera un recién nacido”, contó emocionada Rosa Sotomayor a Isaías Alvarado.
“Se hizo una comida, tomaron fotos, hubo abrazos. Al otro día lo llevaron al panteón para visitar la tumba de su madre biológica”, continuó ella.
"Englentina Loya nunca volvió a saber de su hijo. Su versión era que el padre biológico de su bebé, un puertorriqueño con una fuerte adicción a las drogas, lo secuestró y lo vendió en México. Ella falleció a principios de 2017, cuando ya la buscaba su hijo desaparecido. Un año antes murió Juana Torres", explicó Sotomayor al periodista.
USCIS rechazó este trámite
A pesar de la evidencia, el USCIS rechazó este trámite el 4 de febrero y reactivó el proceso de expulsión a México. Su conclusión preliminar era que este hombre pudo haber robado los documentos de otra persona. comentó la abogada Valdes.
Finalmente… ¡Ciudadano estadounidense!
"Pero esa decisión cambió unas semanas después y finalmente aceptaron que continuara la naturalización.
Los primeros días de abril, Torres fue reconocido como ciudadano estadounidense en una ceremonia que se realizó en la oficina del USCIS de San Diego.
Torres dice que ahora vive tranquilo desde que reconocieron su verdadera identidad. “Cuando salimos de allí sentí que ya no tenía más problemas con nadie, que ahora puedo ir a donde yo quiera”.
Finalmente se siente libre en su país, EE.UU.