La innovación de Europa está “en jaque” y Europa se encuentra en una situación de “alta vulnerabilidad tecnológica”.
El Político
Esta es la principal conclusión de un informe de la consultora estratégica Kearney, que revela que el 20% del valor añadido bruto total de Europa depende tanto directa como indirectamente de los componentes de alta tecnología, lo que convierte a la tecnología y la innovación “en un requisito no negociable” para algunas de las industrias más importantes de Europa, y millones de puestos de trabajo que crean, como el sector de automoción, industrial, sector financiero o el retail.
“Pero no es solo vital para estas industrias, también es un requisito indispensable para asegurar la soberanía, independencia geoestratégica y económica de los diferentes países”, subraya la consultora y reportó El País.
Europa invierte un 25% menos
En términos de gasto en I+D, Europa invierte prácticamente un 25% menos en valor absoluto que EE UU y China.
Y el Viejo Continente se sitúa por detrás de esos dos países y Japón en cuanto al número de patentes de alta tecnología, con solo 855.000 registradas en Europa hasta 2020, frente a 1,4 millones de China (un 63% más).
El informe señala que Alemania, la potencia europea de I+D, tiene capacidad para competir globalmente con actores importantes como Corea del Sur y Japón.
Sin embargo, cuando se trata de Reino Unido, Francia, Italia o España, el panorama parece devastador, tanto en términos de porcentajes como de cifras absolutas de gasto en I+D, y esto significa que la UE de los 27 se está quedando muy atrás frente a las dos superpotencias.
Europa con retraso
Otro dato que muestra el retraso de la región europea tiene que ver con los graduados en disciplinas científico-tecnológicas al año: 1,3 millones en Europa frente a los 5,5 millones de China.
“No es de extrañar que China esté desarrollando una fuerza laboral de graduados en STEM, pero los números no son necesariamente el problema. La pregunta más importante es si es suficiente para satisfacer la demanda actual y futura de la industria de alta tecnología. Y los datos de Europa muestran una aparente paradoja: con la región produciendo el 1,3 millones de graduados en STEM, solo hay 539.000 puestos de trabajo realmente disponibles. Es decir, Europa tiene una sobreoferta de graduados cualificados”, indica a CincoDías Nicolás Sanz, socio de Kearney en Iberia y líder del área de Aeroespacial y Defensa en Europa.
El informe advierte de otro dato preocupante: las empresas de alta tecnología europeas tienen presencia en el top 5 del ranking; tan solo en ocho de los 21 segmentos de productos y servicios tecnológicos dominados, casi en totalidad, por compañías chinas.
Esos ocho segmentos son componentes eléctricos, sensores, software, robótica, servicios TI, aplicaciones de gran consumo; redes de acceso de radio (RAN) y equipos centrales, y redes de telecomunicaciones.
Problema en el suministro de semiconductores
El informe habla específicamente del grave problema actual en el suministro de semiconductores; un hecho que ha llevado a la UE a incluir en su estrategia 2030 que un 20% de los chips de última generación; que se fabriquen en el mundo se hagan en Europa.
“El incremento reciente de la demanda de chips por parte de ciertas industrias (algunas relacionadas con el 5G; los electrodomésticos de gama blanca y la automoción, entre otras), ha derivado en una falta de capacidad de producción de muchos fabricantes, con carteras de pedidos históricas”; destaca el informe, que también pone de manifiesto constantes disrupciones de las cadenas de suministro, tiempos de espera mayores y subidas de precio generalizadas; primando el aseguramiento del suministro a corto plazo.
Por ello, continúa Sanz, desde Kearney se insta a aplicar una serie de medidas. “Las compañías deberían aumentar su capacidad de resistencia a la interrupción del suministro mundial de tecnología; aplicando medidas en toda la cadena de suministro, desde la I+D, la innovación y desarrollo de patentes hasta el suministro y la propia fabricación. Pero, los gobiernos europeos deben respaldarlo con medidas: desde incentivos fiscales para aumentar el atractivo de las inversiones en alta tecnología a impulsar la formación del talento”.