Las instituciones europeas escucharon ayer la posición de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y su deseo de que Edimburgo mantenga el vínculo con la Unión Europea, una vez se genere la desconexión con el Reino Unido.
"Escucharé con atención", afirmó Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, poco antes de reunirse con Sturgeon en Bruselas.
"Ni Donald (Tusk, presidente del Consejo Europeo) ni yo tenemos la intención de interferir en un proceso británico. Esa no es nuestra obligación ni nuestro trabajo", recalcó.
Tusk, que también recibió una solicitud de Sturgeon para reunirse con él aprovechando su visita a Bruselas, decidió que no es el momento apropiado para el encuentro.
España y Francia se opusieron a que Escocia intervenga en las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la UE, ya que consideran que es una competencia de Londres.
En una rueda de prensa luego de la cumbre de líderes de la Unión en Bruselas, en la que por primera vez el Reino Unido no estuvo representado, François Hollande, presidente de Francia, afirmó que Sturgeon tiene derecho a ser escuchada. Sin embargo, aseguró que es con el Reino Unido con el que hay que discutir sobre soluciones que podrán eventualmente concernir a Escocia.
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España en funciones, rechazó una posible negociación separada de Escocia con la UE para permanecer en el club comunitario, y advirtió: "Si el Reino Unido se va en la negociación, Escocia también se va de las instituciones de la UE".
Sturgeon declaró ayer estar alentada por los contactos con responsables de los organismos europeos en Bruselas, pero reconoció que no será fácil para Escocia proteger su estatuto en la Unión Europea luego de que el Reino Unido salga del bloque.
Con Información de: El Nacional