La vida es uno de los misterios más profundos a los que se enfrenta el ser humano. Es un extraño proceso físico-químico que permite a los seres vivos nutrirse, replicarse y adaptarse al entorno.
María del Carmen Taborcía/ El Politico
Todavía se desconoce cómo surgió o cuáles son sus límites, pero lo que se sabe es que en aquel lugar de la Tierra donde hay un rastro de agua, también hay vida.
En sitios como cristales de sal se han descubierto microbios, en el hielo de la Antártida, en agua a cien grados centígrados o en líquidos más ácidos que el ácido sulfúrico.
En los últimos tiempos se han encontrado evidencias de microorganismos desconocidos en el interior de pequeñas esferas minerales en una región hidrotermal situada sobre el volcán Dallol en Etiopía.
Algunos de estos lugares tan hostiles resultan un verdadero oasis para un grupo de seres vivos. Como, por ejemplo, la depresión de Afar. Región de África en donde las placas tectónicas africana y arábiga se están separando. Ese territorio ocupa parte de Eritrea, Etiopía y Yibuti.
La peculiar área es considerada la cuna de la humanidad por los restos de homínidos fósiles. Entre los que se encuentra Lucy, un espécimen de Australopithecus afarensis.
Es un territorio seco y caliente. El agua asciende del subsuelo a 100 grados centígrados y genera chimeneas de minerales extraños y coloridos que van de los 20 a los 100 centímetros de altura. Y donde hay depósitos amarillos, ricos en sulfatos, zonas rojas ricas en óxido de hierro y aguas teñidas de verde por las sales de cobre.
Según los científicos que caminaron por allí, es “el lugar más extremo”, podría considerarse extraterrestre. Sin embargo, viven comunidades enteras de microorganismos desconocidos hasta el momento.
Se trata de nanobacterias, mil veces más pequeñas que las normales. Estas “se encofran” y se recubren de minerales. Los análisis han revelado que comen “piedras”. Es decir que son quimiolitotrofos, y no necesitan materia orgánica u oxígeno ya que respiran metales y minerales.
El complejo geotérmico de Dallol, donde fueron hallados estos microorganismos ha sido calificado por los expertos como el lugar más peligroso e inhóspito de nuestro planeta, dado que las nubes de gas tóxico generan un ambiente incompatible con la vida.
No es tan impensable que exista vida en un ambiente en donde “los políticos” no han llegado aún. Se nota que se ha desarrollado en libertad, en cantidad y en diversidad.
Abogada y Escritora