Un magistrado anula todas las condenas por corrupción de Lula da Silva, ex presidente de Brasil, que habían sido dictadas.
El Político
La polémica decisión de un magistrado de la Corte Suprema de Brasil no solo obliga a la Justicia a reiniciar todos sus procesos. Incluso habilita al expresidente para que pueda volver a disputar elecciones.
El magistrado Luiz Edson Fachin, determinó que el juzgado 13 de Curitiba, de primera instancia y cuyo titular era el ahora exministro Sergio Moro, no tenía competencia para juzgar a Lula.
Anula las condenas por corrupción de Lula
En una decisión individual el juez anula las condenas por corrupción de Lula. Por eso procedió en respuesta a una petición de hábeas corpus que puede ser apelada ante el pleno del Supremo Tribunal Federal.
Luiz Fachin anuló todas las decisiones en primera instancia del juzgado de Curitiba y determinó que los procesos sean reiniciados por un juzgado federal de Brasilia.
¿Cómo queda la situación de Lula?
Lula vuelve a la condición de imputado por corrupción en los cuatro procesos que ya habían pasado por el juzgado de Curitiba.
El magistrado que anula las condenas por corrupción de Lula impide su paso a imputado en otros dos casos. El magistrado anuló las decisiones de Moro que fueron confirmadas por tribunales de segunda instancia.
El Magistrado anuló los casos de viviendas
Se trata de los procesos en los fue condenado por supuestamente haber recibido un apartamento de playa en el balneario de Guarujá. Lo acusaron de favorecer en este caso a una constructora en contratos de la petrolera estatal Petrobras.
También resultó culpable de corrupción por las millonarias reformas que diferentes empresas hicieron en una casa de campo que no era de su propiedad. Consideran abuso de poder porque el expresidente pasaba los fines de semana, pese a que no era de su propiedad.
En el primer caso fue condenado a 8 años de prisión y en el segundo a 17 años.
Nulos otros dos procesos por comisiones
La decisión del magistrado anula las condenas por corrupción en dos procesos en que es juzgado por donaciones y favores supuestamente ilegales recibidos por el Instituto Lula. Se trata de empresas contratistas de Petrobras, y por comisiones ilegales de Odebrecht, en los que aún no existían sentencias.
Los cuatros procesos serán reiniciados
Los cuatro procesos tendrán que ser reiniciados por un juzgado de Brasilia en fecha aún sin definir y cuyo titular tendrá que decidir inicialmente si considera procedentes las acusaciones de la Fiscalía y le abre juicio al líder socialista.
La decisión de Fachin, sin embargo, aún puede ser anulada en el pleno de la Corte Suprema en caso de que la Fiscalía la apele.
Vuelve el enfrentamiento Bolsonaro-Lula
Después de tres intentos, Lula fue electo presidente de la República para el período de 2003 a 2006 y reelecto para el segundo mandato, de 2007 a 2010.
Lula terminó su segundo mandato con el 87% de aprobación, volviéndose uno de los más populares presidentes de la historia de Brasil y uno de los políticos más respetados del mundo.
La cárcel debilitó al partido de los trabajadores, creado por Lula, y en las últimas elecciones regionales la mayoría optó por los líderes tradicionales de las regiones.
La nueva situación jurídica de Lula podría enfrentarlo de nuevo con Bolsonaro en la campaña por la Presidencia de Brasil.
Lula recupera sus derechos políticos
La anulación de las condenas le devuelve los derechos políticos a Lula, que ahora podrá disputar las elecciones presidenciales de 2022. El líder obrero dijo públicamente que aspirará en caso de que el Partido de los Trabajadores (PT) decida postularlo.
Con la confirmación de ambas condenas por tribunales de segunda instancia, Lula fue inhabilitado políticamente. No pudo disputar las elecciones presidenciales de 2018, en las que aparecía como favorito en las encuestas.
Dicha inhabilitación perdió validez con la nueva decisión. Incluso, llegó a pasar 580 días en prisión y fue liberado una vez que el Supremo alteró su propia jurisprudencia.
La Corte decidió que, aun si pierde sus derechos políticos, una persona solo puede ingresar a la cárcel cuando ya no tenga apelaciones disponibles, que no era su caso.
Cuestionan al juez Sergio Moro
Los abogados de Lula argumentaban desde hacía varios meses que el juez Sergio Moro fue parcial en sus decisiones.
Alegan que Moro fue recompensado con su nombramiento como ministro de Justicia cuando Jair Bolsonaro asumió la Presidencia de Brasil en enero de 2019.
La Corte Suprema aún tiene pendiente el análisis de varios recursos que cuestionan la imparcialidad de Moro y de los fiscales del caso.
El magistrado Fachin anuló los procesos ante un hábeas corpus que cuestionó la competencia del juzgado de Curitiba contra el ex jefe de Estado.
Los procesos se remitieron a Curitiba debido a que ese juzgado era el responsable de todos los procesos por desvíos de recursos públicos de Petrobras.
Los abogados de Lula alegaron que ninguno de sus casos tuvo relación directa con las corruptelas en la estatal.
El magistrado admitió que la defensa de Lula ya había cuestionado la competencia de Moro en los procesos. Sin embargo, hasta ahora no había presentado un recurso directo para exigir la anulación de todas las decisiones.
Una red de corrupción
De acuerdo con la sentencia, Lula fue acusado de haber sido la "figura central" de una red de corrupción en diversos órganos públicos, incluyendo Petrobras.
"La conducta atribuida al acusado, que era la de nombrar y mantener agentes que toleraban los propósitos ilícitos de un grupo criminal en cargos estratégicos en el gobierno federal, no era limitada a Petrobras sino a una extensa lista de órganos públicos", concluyó el juez.
Procesos pendientes en otros juzgados
Independiente de las condenas dictadas por el juzgado 13 de Curitiba y ahora anuladas, Lula responde a juicio en otros juzgados.
Tanto en Brasilia como en Sao Paulo se investigan diferentes denuncias de corrupción y de tráfico de influencias.
La justicia federal de Brasilia ya archivó tres procesos contra el exmandatario por considerar que no había pruebas en su contra. Aún tiene tres casos pendientes. Lula ya fue imputado y aún no ha sido escuchado en su calidad de acusado.
En el proceso más avanzado en Brasilia, se le acusa de haber recibido ventajas ilegales al prorrogar una legislación provisional que ofrecía incentivos fiscales a fabricantes de vehículos.
Un juzgado de Sao Paulo también intenta establecer si Lula incurrió en el crimen de tráfico de influencias. Se le acusa de usar sus contactos con un gobierno extranjero, para favorecer los negocios de la empresa ARG en Guinea Ecuatorial.
Todavía puede ir a la cárcel
En caso de que el pleno de la Corte Suprema anule la decisión de Fachin el expresidente aún puede ser inhabilitado políticamente.
También puede ser culpable y la condena confirmada por tribunal de segunda instancia por cualquiera de los otros jueces de Brasilia y Sao Paulo que le abrieron procesos.
Puede volver a la cárcel en caso de que la Corte Suprema anule la decisión de Fachin y confirme las condenas contra Lula en última instancia. Del mismo modo irá a prisión si el expresidente fuese encontrado culpable en alguno de los otros procesos y esa decisión sea confirmada por todas las instancias.
La actual jurisprudencia prohíbe su encarcelamiento mientras tenga posibilidades de apelar alguna decisión.
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