Las imágenes de una turba enardecida irrumpiendo por la fuerza en el Capitolio de Estados Unidos mientras sus parlamentarios se escondían aterrorizados en su interior solían ser consideradas como material para una película de ciencia ficción de Hollywood.
El Político
Sin embargo, tras el asalto a la sede del Capitolio que este miércoles realizaron miles de seguidores del presidente Donald Trump, esas escenas dejaron de ser una fantasía para convertirse en el símbolo más evidente de la severa crisis política
En la que se encuentra inmerso el país que durante décadas ha presumido de ser un "faro de libertad" y la democracia más consolidada del mundo, reportó la BBC.
Condena unánime a hechos en el Capitolio
El sacudón ha sido tan grande que ha logrado hacer coincidir a los principales dirigentes de los dos grandes partidos -Republicano y Demócrata- en su condena unánime a estos hechos violentos; una verdadera novedad luego de cuatro años de constantes desacuerdos fraguados al calor de la polarización política.
Esa brecha estaba llegando a niveles inusitados luego de la decisión de Trump de cuestionar sin aportar pruebas los resultados de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre -en las que resultó vencedor Joe Biden-, una labor en la que contó con el apoyo tácito de gran parte de la dirigencia republicana que durante semanas evitó reconocer el triunfo del candidato demócrata.
Pero ahora, luego de que miles de seguidores de Trump asaltaron el Capitolio atendiendo al llamado del mandatario a "detener el robo de las elecciones"; Estados Unidos se encuentra sumido en una crisis que no parece que logrará solucionarse con una simple condena a la violencia.
Estos son tres posibles escenarios sobre el curso que pueden tomar los acontecimientos en Estados Unidos.
1. Destitución por impeachment o aplicación de la enmienda 25
Numerosas voces -republicanas y demócratas- se alzaron para responsabilizar a Trump por lo ocurrido y para cuestionar, además; que incluso cuando llamó a los manifestantes que asaltaron el Congreso a cesar en la violencia siguió alimentando la idea de que había ocurrido un fraude electoral.
El miércoles, "el presidente incitó a una insurrección armada contra Estados Unidos"; dijo este jueves la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes.
"Las mentiras tienen consecuencias. Esta violencia fue el feo e inevitable resultado de la adicción del presidente a alimentar constantemente la división"; señaló el senador republicano Ben Sasse tras los disturbios.
La congresista demócrata Ilhan Omar señaló que Trump fue sometido a un proceso de impeachment y anunció que estaba redactando una acusación en contra del mandatario para someterlo a este proceso.
2. División en el Partido Republicano por lo sucedido en Capitolio
La crisis actual tiene profundas implicaciones para el Partido Republicano, bajo el liderazgo de Trump desde 2016.
Durante la campaña para las primarias presidenciales de entonces; Trump era cuestionado y rechazado por una parte importante del liderazgo tradicional de ese partido.
Sin embargo, tras convertirse en presidente y, además, en el líder con mayor arrastre popular en ese partido; Trump logró que quienes antes se le oponían se convirtieran en sus aliados, aunque solo fuera para garantizar su supervivencia política.
Ahora, el magnate abandonará la Casa Blanca pero seguirá contando con una base fuerte y muy leal; como la que se movilizó este miércoles durante la manifestación en su favor en Washington DC.
Los acontecimientos de esa jornada, sin embargo, parecen haber acelerado un proceso que obligará a los dirigentes republicanos a decidir qué harán ante Trump.
3. Biden preside un país en crisis que parcialmente no lo reconoce
En caso de que Trump logre ganar el pulso por el alma del Partido Republicano o de que opte por montar tienda aparte conservando el favor de sus numerosos seguidores; el nuevo gobierno de Joe Biden deberá enfrentar el grave desafío de gobernar sobre un territorio en el cual una parte importante de la población no le reconoce su autoridad ni su legitimidad.
"Mientras una parte significativa de los votantes de Trump le sigan siendo leales, él proyectará una larga sombra; impulsando a los líderes republicanos a apoyarle para evitar perder el respaldo de sus bases; Para ellos, Biden será #Noesmipresidente y lo considerarán ilegítimo", apunta Eurasia en su análisis.
Esta situación sería de por sí bastante difícil en tiempos normales pero luce aún más grave en momentos en los cuales Estados Unidos atraviesa una grave crisis sanitaria y económica que requiere no solamente del trabajo conjunto de los dos principales partidos políticos sino de la colaboración activa de los ciudadanos.
Al final de cuentas, dos componentes centrales de la estrategia contra la pandemia del coronavirus son el uso de mascarillas y la vacunación masiva y voluntaria de los ciudadanos, dos cuestiones sobre las cuales no queda claro que el gobierno de Biden podrá contar con el apoyo de una parte importante de las bases más fieles de Trump.