La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos descubrió a 25 migrantes indocumentados procedentes de México y Venezuela que estaban escondidos en un camión en la ciudad fronteriza de Laredo, en Texas (EE.UU.), según documentos judiciales revelados este domingo.
El Político
Los migrantes originarios de México y Venezuela, fueron encontrados el pasado 30 de diciembre cuando el camión en el que viajaban llegó a un puesto de control situado en una carretera en Texas y agentes fronterizos lo pararon.
Las autoridades desarticularon, con la detención de 25 personas, una red de tráfico humano que introducía a 150 indocumentados cada semana a través de la frontera entre Texas y México, según informó este viernes el Departamento de Seguridad Nacional.
La red comercializó el ingreso de miles de extranjeros
Esta red, que estaba liderada por Jaime Jaramillo Hernández, de 49 años y natural de San Antonio, introdujo en los últimos años a "miles de indocumentados" a cambio de "millones de dólares", explicó en rueda de prensa James Spero, agente a cargo de la investigación en San Antonio (Texas).
Los traficantes cobraban 5,000 dólares a cada indocumentado, lo que convertía a la red en una "organización multimillonaria", en palabras de Spero.
La red introducía a los inmigrantes a través de la ciudad fronteriza de Laredo y los trasladaba a las urbes de San Antonio, Austin o Dallas.
Además, los investigadores creen que la red liderada por Jaramillo tenía vínculos con carteles mexicanos de la droga y que un 10 % de sus ingresos estaban destinados a llenar las arcas de estas organizaciones criminales.
Aunque los oficiales no se aventuraron a dar nombres, es el cartel de Los Zetas el que tiene mayor implantación en la zona de Laredo y gran parte de la frontera entre México y Texas.
Por su parte, el fiscal general de Estados Unidos para el distrito oeste de Texas, Richard Durbin, apuntó que las cifras en las que se movía esta red demuestran que "la frontera está bajo control".
"No se trata de una frontera porosa por la que la gente entra con facilidad. Si la entrada fuese simple, no sería necesario exponer a la gente a los peligros a los que se les expone ni cobrar los tarifas que cobran", dijo.
Hace unos años, el precio por cruzar la frontera era de 1,500 dólares, aseguró.
En el operativo, que se desarrolló esta semana, los agentes incautaron 187,000 dólares, 19 vehículos y tres armas de fuego.
Los detenidos enfrentan penas de hasta 10 años de cárcel y multas de hasta 250,000 dólares cada uno.
Cuestionado por un uniformado, el conductor del vehículo pesado, identificado como Joseph Winslow, aseguró que desconocía la carga que transportaba, por lo que el agente le remitió a una revisión especial.
El escáner reveló ciertas irregularidades, por lo que los agentes fronterizos procedieron a inspeccionar su interior.
Fue entonces que se detectó la presencia de los migrantes, algunos de los cuales declararon que habían pagado sumas de dinero, en cantidades no reveladas, para alcanzar los Estados Unidos, y fueron todos detenidos, al igual que el conductor.
Winslow indicó que en Laredo le entregaron un teléfono celular y dinero en efectivo y que su destino final era San Antonio, también en Texas, según el documento judicial.