América Latina sigue lejos de inyectar las primeras vacunas contra el covid-19 y tiene un reto bastante grande con toda la población.
El Político
Esta semana, Chile, México, Ecuador, Panamá y Costa Rica despejaron el camino al dar luz verde a la vacuna de Pfizer y BioNTech.
Sin embargo, el reto va más allá de una aprobación, pues para que la vacuna finalmente llegue de forma oportuna a la población hay procesos, como el almacenamiento, el transporte y la distribución de las dosis, que deben ser planificados, reportó El Tiempo.
Chile
El acceso a una vacuna contra el coronavirus cobra mayor importancia a medida que la enfermedad golpea con más fuerza el continente americano, que sumó casi cinco millones de nuevos casos solo en la última semana, de acuerdo con datos difundidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Chile aprobó este miércoles el uso de de Pfizer-BioNTech, para la que, según el Gobierno, se priorizará a la población vulnerable, como los trabajadores de la salud y los adultos mayores.
Según el director en funciones del Instituto de Salud Publica del país, Heriberto García, el comité de expertos que dio luz verde a la vacunación "analizó materias superrelevantes, por ejemplo, si Chile estaba preparado o no en la logística para recibir vacunas".
Así pues, el funcionario aseguró que "Chile tiene hoy día un sistema adecuado para recibir vacunas, tiene esta logística tan compleja para poder vacunar a la población".
México
Por su parte, México aprobó también la semana pasada el uso de la vacuna de Pfizer, cuyas dosis, al igual que Chile; estarán destinadas primero al personal de salud.
En términos de logística, este país anunció que la vacuna se administrará, al menos de momento, solo en Ciudad de México y en el estado de Coahuila; debido a la ultracongelación necesaria para la conservación del medicamento.
Esto pone en evidencia la dificultad para que, en un país donde ya está aprobada, una vacuna llegue a toda la población.
México espera recibir 34,4 millones de vacunas de Pfizer-BioNTech, 35 millones de CanSinoBio, 77,4 millones de AstraZeneca y más de 51 millones de dosis a través del mecanismo internacional Covax (Acceso Mundial a las Vacunas contra el covid-19), auspuciado por la OMS.
Otros países de la región
Ecuador, que aprobó este miércoles la vacuna de Pfizer, podría considerarse el país de América Latina que, hasta ahora; ha dado más detalles sobre el plan de vacunación.
Este, según el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, lleva dos meses desarrollándose y se analizaron aspectos como la importación, distribución, almacenamiento y puntos de vacunación.
Las autoridades sanitarias del país dijeron además que, una vez arriben las vacunas a los aeropuertos de Quito y Guayaquil; las nueve coordinaciones zonales se convertirán en centros de distribución.
Algunos países latinoamericanos como Guatemala, en especial con las vacunas de Pfizer y Moderna; podrían tener dificultades en el proceso de mantenerlas en congelación "por lo que su margen de acción se vería visiblemente reducido a tener que contar exclusivamente con proyectos que subsistan con temperaturas no tan bajas, como el de AstraZeneca o Johnson & Johnson".
Por esto y por los beneficios en el transporte es que Nicaragua, de acuerdo con el canal francés, se inclina hacia la vacuna rusa Sputnik V; que "tiene previsto una versión deshidratada óptima para los climas tropicales, donde es difícil conservar el medicamento".
Variedad de vacunas
Pero el tener variedad de vacunas a disposición puede que no termine siendo tan beneficioso como se cree. De hecho, para el infectólogo Alejandro Macías; que dijo a la CNN que una persona no puede ser revacunada con un tipo de vacuna diferente a la inicial, puede significar "una dificultad logística (…) para todas las naciones".
Todo esto deja entonces a algunos latinos, como los provenientes de Bolivia, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y demás; a la espera de ser rescatados por iniciativas como el Covax, debido a que sus condiciones financieras no les permiten adquirir una vacuna.
Mientras otros están aguardando por hechos que demuestren que sus gobiernos están realmente preparados, como muchos ya aseguran; para no solo aprobar sino mantener en condiciones óptimas las vacunas y hacer efectivos los tan nombrados planes de vacunación.