«En vez de transparencia, en los lugares donde rigen dictaduras o regímenes autoritarios hemos visto silencio, mentiras, la propagación de historias que no son correctas. Hemos visto represión hacia quienes traten de contarnos la verdad», relató Joe Piechowski, Subsecretario de Estado adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE.UU., en un foro en el que participaron otros activistas, organizado por el Instituto Casla, para revisar las violaciones a los derechos humanos de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que se han acentuado durante la pandemia del coronavirus.
El Político
La activista Tamara Suju refirió cómo han aumentado los crímenes de lesa humanidad en Venezuela como consecuencia de la pandemia, la cual «le ha dado luz verde al régimen (venezolano) para asesinar; 30 días más de licencia para torturar y asesinar», destacó.
«Ahora tienen confinados a los venezolanos, fuera de acción a los líderes políticos de la oposición, y cuando salen a hablar sobre lo que está sucediendo, van a sus casas y ponen las patrullas para detenerlos o intimidarlos», completó Suju, quien opinó que «en Venezuela mata más el Madurovirus que el coronavirus».
Suju, directora ejecutiva del Instituto Casla, también mostró preocupación por las condiciones en las que se encuentran los presos políticos: «Al régimen no le alcanzan las cárceles para la cantidad de presos; cada vez hay más miedo de denunciar lo que le está ocurriendo a los presos políticos».
El representante de Estados Unidos, Piechowski consideró que también «el caso de Nicaragua es muy preocupante».
El foro virtual «La justicia no está en cuarentena», también participó Denis Darce, Director Ejecutivo de la Comisión Permanente de DDHH de Nicaragua, quien comentó que al igual que las políticas represivas aplicadas en países como Cuba, Venezuela y China, el régimen de Ortega «amenaza a médicos con despidos, cuando ellos lo que quieren es informar lo que ocurre. También intimidan a sus familiares, quienes están enterrando a sus muertos. Se registraron muchos muertos por neumonía, y se les prohíbe a los familiares que abran los féretros«.
Darce refiere que «mientras mantienen la represión en contra de la gente, el gobierno facilita espacios, promueve a que la gente se conglomere. Entonces no se entiende la estrategia del gobierno, hay secretismo; no hay coherencia con las recomendaciones de la OMS; los que están libres no tienen ningún tipo de confianza de acudir a los establecimientos médicos».
Por su parte, José Daniel Ferrer, Coordinador general de la UNPACU en Cuba, analizó la situación comentando que «estamos viviendo una similitud de las condiciones de los presos políticos en los tres países; hacinamiento, insalubridad, hambre, abuso, crueldad extrema, riesgo a contraer el coronavirus. De hecho Venezuela y Cuba niegan y ocultan información sobre presos contagiados«, dijo el activista quien fue enviado a prisión domiciliaria en abril, luego de permanecer seis meses detenido arbitrariamente viviendo experiencias de abusos y torturas por la dictadura de la isla.
Javier Larrondo, apoyó la versión de Ferrer. El Presidente de la Cuban Prisioners Defenders, repudió el provecho que saca el castrismo con las misiones de médicos, sosteniendo que éstas tienen una doble intención: «Por un lado, al exterior quiere presentarse como una potencia médica, y en verdad es una gran potencia esclavizadora, de buenos médicos que salen en condiciones deplorables al extranjero; ocultan cifras de contagios, ocultanque ya en las cárceles ha entrado el coronavirus».
Darce refiere que «mientras mantienen la represión en contra de la gente, el gobierno facilita espacios, promueve a que la gente se conglomere. Entonces no se entiende la estrategia del gobierno, hay secretismo; no hay coherencia con las recomendaciones de la OMS; los que están libres no tienen ningún tipo de confianza de acudir a los establecimientos médicos».
Por su parte, José Daniel Ferrer, Coordinador general de la UNPACU en Cuba, analizó la situación comentando que «estamos viviendo una similitud de las condiciones de los presos políticos en los tres países; hacinamiento, insalubridad, hambre, abuso, crueldad extrema, riesgo a contraer el coronavirus. De hecho Venezuela y Cuba niegan y ocultan información sobre presos contagiados«, dijo el activista quien fue enviado a prisión domiciliaria en abril, luego de permanecer seis meses detenido arbitrariamente viviendo experiencias de abusos y torturas por la dictadura de la isla.
Javier Larrondo, apoyó la versión de Ferrer. El Presidente de la Cuban Prisioners Defenders, repudió el provecho que saca el castrismo con las misiones de médicos, sosteniendo que éstas tienen una doble intención: «Por un lado, al exterior quiere presentarse como una potencia médica, y en verdad es una gran potencia esclavizadora, de buenos médicos que salen en condiciones deplorables al extranjero; ocultan cifras de contagios, ocultanque ya en las cárceles ha entrado el coronavirus».
Sobre el caso de los médicos cubanos, Piechowski aseguró que Estados Unidos sigue aumentando la presión contra la dictadura habanera y que «el mundo tiene que saber que la llegada de supuestos médicos con bata blanca, no es nada bueno para ellos mismos. Los únicos que se aprovechan son los líderes del régimen».
Los participantes del foro remarcaron que es necesario aumentar la presión internacional contra estos regímenes para frenar sus violaciones a los Derechos Humanos.
Fuente: Primer Informe