DENVER.- La ruptura de Donald Trump con el pensamiento económico que durante décadas han tenido los conservadores sobre libre comercio coincide en un momento en que los republicanos dependen cada vez más de votantes blancos y mayores, que son los más escépticos hacia tratados comerciales y han salido perdiendo en la era de la globalización.
Encuestas sobre el complejo asunto arrojan resultados mixtos pero muestran que los votantes republicanos, más que los demócratas, se oponen a los tratados comerciales.
Un sondeo del Pew Research Center realizado en marzo halló que el 52% de los republicanos consideraban estos tratados como malos, mientras que solo el 30% de los demócratas pensaban así. Un sondeo de Bloomberg indicó que el 53% de los republicanos dijo que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) era malo frente al 36% de los demócratas.
Parte de la división podría ser por la falta de confianza que tienen los republicanos en el presidente Barack Obama, quien ha convertido en una prioridad un acuerdo comercial con Asia. Pero el cambio de postura podría también indicar una realineación política que la candidatura de Trump está acelerando, ya que su base de votantes se compone de mayoritariamente de blancos sin estudios universitarios.
El martes, Trump dio un discurso llamando a rechazar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), el pacto comercial pendiente con 12 países de la cuenca del Pacífico, y sacar a Estados Unidos del NAFTA -una asociación México, Estados Unidos y Canadá firmada por el presidente George H. W. Bush y puesto en marcha por el presidente Bill Clinton.
"A la coalición de demócratas le va muy bien en la economía estadounidense y los votantes blancos y mayores con menos capacidades tienen una serie de problemas financieros serios", dijo Simon Rosenberg, presidente de la New Democratic Network en Washington.
Rosenberg notó que los jóvenes y las minorías -el pilar de la coalición demócrata- tienden a apoyar los tratados comerciales y otras facetas de la globalización, como la inmigración.
Pero los demócratas también están divididos. Durante las primarias, el senador por Vermont Bernie Sanders vapuleó el TPP, pese al respaldo de Obama. Hillary Clinton, que como secretaria de Estado ayudó a negociar el pacto, cambió de opinión y ahora está en contra. Luego del discurso de Trump del martes, la campaña de Clinton envió un comunicado destacando que ella también ha pedido medidas fuertes de comercio.
Una muestra de cómo ha cambiado la política de los tratados se dio el jueves, cuando Obama, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, y el Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, todos de partidos de centroderecha, respondieron a Trump y defendieron con firmeza su tratado de libre comercio en una conferencia de prensa.
"Las élites de los partidos Demócrata y Republicano han tenido un consenso en cuanto a lo que llaman libre comercio y la base de ambos partidos no ha estado contenta", dijo Thea Lee, representante de la central sindical AFL-CIO.
Con Información de: Emol