El Banco Mundial exhorta a los gobiernos de la región de América Latina a asumir la mayor parte de las pérdidas de los mercados financieros a raíz de la crisis sanitaria del coronavirus, según difundió voanoticias
El Político
La organización multinacional especializada en finanzas y asistencia alerta a las economías de América Latina y el Caribe de la “caída brusca” de la economía en esa región a raíz de la grave crisis sanitaria del coronavirus.
Así se desprende del informe semestral de la Oficina del Economista en Jefe de esa organización en la región de América Latina y el Caribe (ALC).
Por ello, el Banco Mundial solicita a las administraciones sudamericanas “respuestas múltiples en materia de políticas públicas” con el objetivo de “apoyar a los más vulnerables, evitar una crisis financiera y proteger los puestos de trabajo”.
El autor del informe, Martín Rama, quien es economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, precisó que ahora mismo las economías están en una situación de “incertidumbre” ya que todo depende de si en el futuro habrá una vacuna y si se produce una recaída del brote.
Sin embargo, indicó la región latinoamericana goza de “una ventaja: que llegó unos dos meses tarde a la crisis”. “Esos dos meses han dado la ocasión de aprender sobre lo que han hecho otros y qué es lo que ha funcionado mejor y peor”.
Como se sabe, el COVID-19 ha provocado la supresión de miles de puestos de trabajo, algo que, para el experto del Banco Mundial, tiene que ser una prioridad para los gobiernos aunque recuerda que esto puede suponer un problema mayor ya que “hay países que llegan (a la situación del coronavirus) en una situación sólida y otros en crisis”.
El experto añade que “hay que ayudar a conservar los empleos, hay empresas que costó mucho construir y que se pueden perder sin pasan meses y meses sin ingresos”. También hizo énfasis en la necesidad “de apoyar al sistema financiero”.
El organismo internacional sostiene que la propagación del coronavirus ha provocado una grave afectación de los mercados mundiales, aunque, según dice, las zonas latinoamericanas pueden sufrir mayores estragos si no se implementan políticas económicas para paliar las consecuencias de la pandemia.
Un elemento muy importante que se refleja en el informe es que el organismo insta a todos los gobiernos de la región a “respaldar a las instituciones del sector financiero”, que sufrirán un gran estrés económico debido a la paralización casi total de la economía, y también pide apoyar “a las fuentes de empleo más importantes”.
El Banco Mundial refiere que La situación en América Latina y el Caribe no era la mejor y ya se estaba resintiendo a consecuencia de, según apuntan, “las tensiones sociales, el colapso en los precios internacionales del petróleo”. Sin embargo, el avance del mortal virus ha acabado por perjudicar profundamente las perspectivas financieras de la región.
Con todo, según el estudio de la oficina encargada de los asuntos económicos de la región latinoamericana y caribeña, se prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) en esa zona se sitúe en un -4,6%. Pese a esa intensa caída, el informe sostiene que para 2021, el retorno del crecimiento rondaría el 2,6%.
El Banco Mundial pronostica una caída de la demanda de China y los países del G7 (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), por lo que acabará “impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe”.
El turismo, señalan, también tendría “un impacto muy severo en algunos países caribeños”.
Con todo, la agencia mundial destaca en su informe que los gobiernos de la región deberán asumir la mayor parte de las pérdidas de los mercados financieros, lo que “será clave” para preservar los puestos de trabajo y asegurar, en cierto modo, una “futura recuperación”.
En ese sentido, el Grupo del Banco Mundial está preparando algunas medidas “amplias y firmes” con tal de ayudar a los “países en desarrollo a fortalecer su respuesta ante la pandemia, mejorar la vigilancia sanitaria y las intervenciones de salud pública”.
Además, también subraya que sus planes pasan por “ayudar al sector privado a mantener sus operaciones y los puestos de trabajo”.
“Proporcionará hasta 160,000 millones en apoyo financiero durante los próximos 15 meses para ayudar a los países a proteger a los pobres y vulnerables, respaldar las empresas y afianzar la recuperación económica”, recalcan desde el Grupo del Banco Mundial.