"Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro, máscara la sonrisa." Así describe el escritor y Premio Nobel de la Paz al mexicano, y esta descripción roza la manera de ser de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México que prefiere el alejamiento al confinamiento del pueblo, para preservar el sustento del 56 por ciento de la población que vive de la economia informal.
El Político
“Lo más importante de todo es la vida, la salud, y eso es lo que se está protegiendo”, ha asegurado el presidente mexicano. Pero el fantasma de una crisis económica sigue sobrevolando en un país con la mitad de la población en la pobreza, un escenario tan vulnerable o más como el que se prevé ante una epidemia. Por eso las medidas de contención del contagio entre la población, las oportunas en esta segunda fase, siguen tomándose con mucha cautela, a sabiendas que cerrar todos los negocios puede resultar también fatal a medio plazo.
“Eso puede afectar la economía y los derechos humanos; las medidas extremas no deben ser de las primeras [en tomarse]. Estamos muy lejos de ello. Hemos puesto recursos, herramientas y personal para la contención”, ha querido tranquilizar en una conferencia que ha vuelto a dejar más dudas que certezas sobre cómo se va a concretar todo. Y ha repetido: “Lejos estamos de necesitar medidas que vulneren la vida pública o las garantías individuales”.
Las diferencias entre mexicanos
En las zonas que van a resultar más afectadas, “la Ciudad de México, las áreas periurbanas de Guadalajara y Monterrey y las zonas turísticas, como en Quintana Roo”, las medidas llegarán pronto. En la capital ya se han restringido algunos negocios, sobre todo del ámbito cultural y limitado los encuentros masivos. “Quédense en casa”, ha pedido en cuatro ocasiones el subsecretario de Salud. Y hoy, lejos de los subterfugios utilizados ayer, ha declarado “oficialmente el inicio de la Fase 2” de la enfermedad.
El presidente ha hecho un llamado a la tranquilidad, para que no cunda el pánico y ha ensalzado determinados valores que atribuye en exclusividad al pueblo mexicano, como el apoyo que se prestan las familias. El tono ha sido grandilocuente, propio para un país que se va a necesitar fuerte y unido, pero es el que habitualmente usa el presidente. López Obrador ha insistido en la necesidad de cuidar a los mayores en casa, de protegerlos.
"Su lenguaje está lleno de reticencias, de figuras y alusiones, de puntos suspensivos; en su silencio hay repliegues, matices, nubarrones, arco iris súbitos, amenazas indescifrables. Aun en la disputa prefiere la expresión velada a la injuria: "al buen entendedor pocas palabras", sigue las descripción del escritor Octavio Paz.
Los mayores de 60 años (hoy se ha dicho en la conferencia 65) son colectivo de riesgo, por su edad y porque eventualmente tienen otras enfermedades que no ayudan en este caso, como diabetes, hipertensión, problemas renales o respiratorios. “Hoy firmo un decreto para que tanto en el sector público como privado se dé permiso a los adultos mayores para que puedan estar en sus casas con goce de sueldo. [El magnate Carlos] Slim me ha comunicado que no despedirá a nadie. Solicito a todos los empresarios que se solidaricen, que permitan irse a sus casas los adultos mayores y todos aquellos que tengan padecimientos” que aumenten el riesgo de letalidad con el contagio del virus, “así como las embarazadas”.
"Entre la realidad y su persona se establece una muralla, no por invisible menos infranqueable, de impasibilidad y lejanía. El mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo.", concluye la descripción de Las Máscaras.
López Obrador ha recurrido a las finanzas para infundir tranquilidad. “Tenemos ahorros, fondos extra para usar de 400.000 millones de pesos ( unos 16.000 millones de dólares) que nos van a permitir mantener los programas de bienestar. La recaudación ha sido buena, un 7% superior a la del año pasado, 45.000 millones más. Podemos afrontar la caída del precio del petróleo y bajar la gasolina. Y seguimos teniendo recursos para continuar el aeropuerto, los caminos y carreteras, el istmo, el tren maya. Son empleos que se van a necesitar”. El presidente ha asegurado que “en un mes habrá 17 hospitales más que se van a equipara para la emergencia”.
Mientras tanto, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y el de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, han puesto a disposición de las autoridades sanitarias sus aeronaves, centros de atención médica y espacios de aislamiento y la capacitación a la tropa para ejercer servicios básicos relacionados con la salud. Cerca de 3.200 camas y una quincena de hospitales de distintos niveles. Incluso ha hablado de cualificar a 649 dentistas para la lucha contra la epidemia.
"Tan celoso de su intimidad como de la ajena, ni siquiera se atreve a rozar con los ojos al vecino: una mirada puede desencadenar la cólera de esas almas cargadas de electricidad. Atraviesa la vida como desollado; todo puede herirle, palabras y sospecha de palabras. ", es el grito doloroso del gran escritor.
En México como en todas partes, adonde no llegue el Estado tendrá que llegar la familia. A ella ha apelado el presidente con insistencia. “En México, la familia es la institución de seguridad social más importante, lo tengo analizado y comprobado”, ha dicho. Acto seguido, en un arranque de solidaridad que le reprocharía cualquiera que abogue por la igualdad de género, ha descargado en las mujeres de la casa los cuidados de sus mayores y enfermos, como antaño. “Sobre todo las hijas cuidan a sus padres; los hombres podemos ser más desprendidos, pero las hijas están siempre pendientes”. “Tenemos millones de enfermeras por eso”, ha añadido, mientras asegura que está “fuerte física y mentalmente” y que duerme bien.
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que continuará la supervisión de proyectos estratégicos, que aun con la contingencia sanitaria de coronavirus seguirán en ejecución porque representan una fuente de empleo.
“No quiero que se detengan porque eso significa desempleo, afectar la economía de la gente y son obras importantes que estamos llevando a cabo”, remarcó.
Aunque estos actos serán públicos, dijo, no tendrán concentración de gente, sino que solo se reunirá con personal técnico y autoridades de las entidades que visitará.
En atención a las medidas de mitigación comunitaria emitidas por la Secretaría de Salud, el mandatario dijo que los periodistas son libres de realizar la cobertura en campo, pero exhortó a que asista el menor número de corresponsales por medio de comunicación.
A la población de todo el país, particularmente a la de Nayarit, Sonora, Sinaloa y Baja California, entidades a las que viajará este fin de semana, les adelantó que guardará la sana distancia para el cuidado de la salud de todas y todos, por lo que los saludos serán respetuosos y con señales de cortesía, sin besos ni abrazos.
"Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación." Sigue tarateando el escritor y poeta Octavio Paz, profundo conocedor de los hombres y mujeres detrás de las máscaras
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