Un incendio en un cañaveral en Venezuela, terminó con el saldo lamentable de 12 niños calcinados, quienes cazaban conejos para comer.
El Político
La tragedia enlutó la tarde de ayer con la muerte de al menos 10 personas, la mayoría niños y adolescentes que se encontraban en el cañaveral de La Carpiera en Cagua, municipio Sucre, estado Aragua, cuando un incendio vegetal los sorprendió y cobró sus vidas antes de que alguien pudiera socorrerlos. Solo sobrevivió un niño con quemaduras en el 80% del cuerpo.
El suceso fue resultado de la insensatez de los trabajadores del cañaveral que para cortar más rápidamente la maleza, simplemente incendiaron el cañaveral. Así sólo tenían que esperar a que cesara el fuego y cortar la caña. El hecho se registró en el cañaveral de La Carpiera en Cagua, perteneciente a la azucarera El Palmar en el estado Aragua, ubicado en el centro norte de Venezuela.
Buscaban conejos
Lo que no vieron los incendiarios, lo que tampoco previeron los padres, era que los niños, entusiasmados porque los conejos huían del fuego, se metieron para regresas a sus humildes viviendas con el premio de un conejito para la cena.
Pero el fuego que nadie controla, se extendió y atrapó a los inocentes, que resultaron calcinados por aquella candente masa. Ni los trabajadores, ni los padres, sabían el drama que estaba produciendo.
La lista de los muertos y sus edades resulta conmovedora tenían entre 10 y 18 años:
Los morochos Otniel Rangel y José Rangel de 18 años de edad; Yonnaiker González (15); Erickson Plaza (14); Renny Carrasquel (15); Danyer Marcano (13); Jackson Rivas (13); Josué Salazar (12); y Junior Figueroa de 10 años.
Los dos niños heridos quienes respondían al nombre de José Gregorio Carrasquel de 12 años de edad y Kelvin Rodríguez (12), fueron trasladados al Hospital Central de Maracay (HCM), sin embargo, se pudo conocer que uno de ellos perdió la batalla y murió antes de ser atendido.
Hasta ahora apenas hay un niño de 12 sobreviviente, pero con quemaduras en el 80% del cuerpo
Familiares cuentan la historia
Con la voz quebrada e intentando mantener la cordura, los familiares de los jóvenes hicieron su mejor esfuerzo para relatar lo sucedido.
Comentaron que los adolescentes se adentraron en el cañaveral de la empresa azucarera El Palmar, con la intención de cazar conejos, que salían despavoridos ante los pequeños incendios que se presentaban en la zona.
Aproximadamente a las 4:00 de la tarde, el fuego comenzó a crecer, el humo se extendió y unos gritos inundaron el ambiente. Ocurrió lo impensable, los jóvenes se habían quedado atrapados en medio de las llamaradas.
Los padres y familiares comenzaron a hacer lo posible por intentar ingresar, pero ya era demasiado tarde, los jóvenes en medio de la desesperación se adentraron más en los matorrales y quedaron atrapados. Para el momento en el que lograron acercarse a ellos, la mayoría había fallecido.
Las autoridades siempre llegan tarde
Distintas autoridades incluyendo a la alcaldesa del municipio Sucre, Miriam Pardo, llegaron al lugar. En el sector se reunieron más de 200 funcionarios, que realizaban las investigaciones correspondientes, asistieron comisiones de los Bomberos de Aragua, Protección Civil, Policía Bolivariana de Aragua (PBA), efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y el eje de homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).
“Los niños de esa comunidad sufrieron las consecuencias de un incendio y un cambio de ruta del viento que los dejó atrapados en el fuego de los cañaverales”, declaró en un comunicado difundido horas más tarde.
Si “nada hay más triste que la muerte de un niño”, como dice el poeta, qué podrá decirse de la muerte de diez, a quien no fue una enfermedad sino la irresponsabilidad de los mayores la que acabó con sus vidas.
Con información de El Nacional, El Periodico, El Siglo