El régimen venezolano, luego de impedir el acceso al parlamento a los diputados de la oposición, sin el quórum reglamentario, juramentó con los votos de los chavistas una directiva integrada por diputados expulsados de sus partidos por acusaciones de corrupción.
El Político
Diputados chavistas eligieron a Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional sin que el Presidente Juan Guaidó, ni los parlamentarios de la oposición estuvieran presentes en el hemiciclo.
La legislación venezolana exige que para que la sesión sea legal y se proceda a ralizar una votación debe verificarse el quótum de ley, 84 diputados. La bancada del PSUV con los parlamentarios que se plegaron a la estrategia del gobierno, no superan los 60 paralmentarios.
Los diputados que integran la ilegal directiva elegida de manera express ha sido calificada como la "fracción Clap". Fueron expulsados de sus partidos por denuncias de corrupción vinculados al gobierno y sus testaferros con el programa de alimentos y ahora votan bajo las órdenes del Psuv.
Desde temprano, las fuerzas chavistas bloquearon los accesos del edificio en una jornada clave para Venezuela. La práctica, buscaba demorar la apertura de sesiones y así dificultar la reelección de Guaidó, como jefe Parlamentario.
El presidente encargado de Venezuela estuvo retenido varios minutos frente al primer retén policial. Acompañado por decenas de diputados, y en un clima de tensión, finalmente logró superarlo pero no lo dejaron ingresar al hemiciclo.
La arremetida del régimen contra el parlamento mayoritariamente oporitor comenzó con la inhabilitación, el desconocimiento de la inmunidad parlamentaria, el exilio forzado y encarcelamiento ce diputados de la oposición.
Luego se denunció la compra de votos por hasta un millón de dólares.
En horas de la madrugada los cuerpos de seguridad habían allanado el hotel en el que se alojaba un número importante de diputados con el excusa de que había una bomba.
Luego el gobierno acordonó las inmediaciones de la sede del parlamento con los cuerpos de seguridad nacional, impidio el ingreso de la prensa internacional, y dificultó el acceso a los parlamentarios de la oposición y a los invitados de las representaciones diplomáticas.
La reeleción de Guaidó le permitiría permanecer como presidente interino del país, figura legal que reconocen más de 50 países del mundo.
Luego de esta jugada la situación luce aún más complicada en el país caribeño.
Los hechos produjeron reacciones de inmediato.
Se pudo conocer que el cuerpo de parlamentarios trasladará a la sede de un importante diario venezolano para dar una rueda de prensa y emitir anuncios a la sociedad Venezolana
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