Hay más de 258 millones de migrantes a nivel mundial. El éxodo venezolano es uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo, y el ritmo de la salida de Venezuela ha sido asombroso
El Político
A lo largo de la historia de la humanidad, la migración ha sido una expresión valiente de la determinación individual de superar la adversidad y buscar una vida mejor.
En diciembre del año 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió proclamar el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante, "teniendo en cuenta el número elevado y cada vez mayor de emigrantes que existe en el mundo, alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes, y destacando la necesidad de seguir tratando de asegurar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes”.
En la actualidad, la globalización, junto con los avances en las comunicaciones y el transporte, ha incrementado en gran medida el número de personas que tienen el deseo y la capacidad de mudarse a otros lugares.
Esta nueva era ha creado retos y oportunidades para sociedades en todo el mundo. También ha servido para subrayar el vínculo que hay entre migración y desarrollo, así como las oportunidades que ofrece para el codesarrollo, es decir, para la mejora concertada de las condiciones económicas y sociales tanto en el lugar de origen como en el de destino.
La migración atrae en la actualidad cada vez más atención. Mezclados con factores de incertidumbre, urgencia y complejidad, los retos y dificultades de la migración internacional requieren una mayor cooperación y una acción colectiva.
En tal sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está jugando de forma activa un rol catalizador en este tema, para crear más diálogos e interacciones entre países y regiones, así como para impulsar el intercambio de experiencias y oportunidades de colaboración.
Las diferencias en el lenguaje
Emigrante, inmigrante y migrante son tres términos asociados a los desplazamientos de personas, animales y plantas de un sitio a otro. Sin embargo, no significan lo mismo y no son conceptos intercambiables entre sí.
La diferencia va a depender, pues, del punto de vista: emigrante es el que se va, mientras que inmigrante es el que llega a un país o región diferente de su lugar de origen para establecerse en él temporal o definitivamente.
El migrante, por su parte, es aquel que, simplemente, se desplaza de un lugar del que es originario a otro distinto, independientemente del punto de vista. De modo que todo inmigrante y emigrante es, también, un migrante.
Para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la palabra “migrante” es un término genérico no definido en el derecho internacional que, por uso común, designa a toda persona que se traslada fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de una frontera internacional, de manera temporal o permanente, y por diversas razones.
Este término comprende una serie de categorías jurídicas bien definidas de personas, como los trabajadores migrantes; las personas cuya forma particular de traslado está jurídicamente definida, como los migrantes objeto de tráfico; así como las personas cuya situación o medio de traslado no estén expresamente definidos en el derecho internacional, como los estudiantes internacionales.
Explica que, en el plano internacional, no existe una definición universalmente aceptada de “migrante”. La presente definición ha sido elaborada por la OIM para sus propios fines y no presupone ni establece la existencia de una nueva categoría jurídica.
Estadísticas de migrantes
En 2017, el número de migrantes alcanzó la cifra de 258 millones frente a los 173 millones de 2000. Sin embargo, la proporción de migrantes internacionales entre la población mundial es solo ligeramente superior a la registrada en las últimas décadas: un 3,4% en 2017, en comparación con el 2,8% de 2000 y el 2,3% de 1980.
Mientras que muchas personas escogen voluntariamente migrar, otras muchas tienen que hacerlo por necesidad.
Existen aproximadamente 68 millones de personas desplazadas por la fuerza, entre los que se incluyen 25 millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.
En 2018, cerca de 3400 migrantes y refugiados han perdido la vida en todo el mundo. Por ese motivo, la ONU decidió que el tema de este año es "Migración con dignidad".
La cifra crece muy rápido
Un estudio señala que Europa y Estados Unidos son las regiones que más migrantes reciben; India, México, China y Rusia, los países que más personas abandonan. La mayoría de los intercambios se produce dentro de las mismas regiones o continentes. Los hombres migran ligeramente más que las mujeres.
Un informe de la ONU que evalúa las últimas tendencias en migración internacional señala el aumento de ese número de personas durante la última década, el liderazgo de Europa y América del Norte como regiones con un mayor número de receptores y que la mayoría de ellos se desplazan entre países situados dentro de la misma región.
En la actualidad, el número de migrantes internacionales a nivel global ascendió a 272 millones, un registro que indica un incremento de 51 millones de personas desde el año 2010.
Pese a que el número de migrantes internacionales en todo el mundo representan una proporción bastante pequeña respecto a la población total, esta ha aumentado del 2,8% en 2000 al 3,5% en 2019, lo que significa que en los últimos años el número de migrantes internacionales ha crecido más rápidamente que la población mundial.
Todas estas nuevas estimaciones forman parte del estudio de población de migrantes internacionales 2019, un conjunto de datos compilado por el Departamento de Asuntos Económicos y sociales de las Naciones Unidas (DESA), donde se publican las estimaciones de ese conjunto de población por edad, sexo y origen para todos los países y zonas del mundo.
El secretario general adjunto de DESA, Liu Zhenmin, destacó la relevancia de contar con estos datos “para comprender el importante papel de los migrantes y la migración en el desarrollo tanto de los países de origen como de destino”.
Zhenmin destacó que favorecer la migración y la movilidad de las personas de una forma “ordenada, segura, regular y responsable” servirá de gran ayuda a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Orden regional y nacional
La distribución regional de los migrantes internacionales está liderada por Europa que alberga a 82 millones de personas, seguidas por América del Norte con 59 millones, mientras que África del Norte y Asia Occidental hospedan a 49 millones.
Sin embargo, los datos recopilados demuestran que, pese a que Europa y Norteamérica alojan al mayor número de migrantes, la población que se desplazó al norte de África, el Asia occidental y el África subsahariana creció más rápidamente.
Del mismo modo, y contrariamente a la opinión popular, la mayoría de los migrantes internacionales se desplazan entre países situados dentro de la misma región.
Así un 80% de los migrantes internacionales en el África subsahariana, el 83% de Asia oriental y sudoriental, el 73% de América Latina y el Caribe y el 63% de Asia central y meridional proceden de la región en la que residen.
En cambio, la mayoría de los que vivían en América del Norte, un 98%; Oceanía un 88%, y África del Norte y Asia Occidental, un 59% nacieron fuera de su región de residencia.
El país que recibió a más migrantes fue Estados Unidos con 51 millones, seguidos por Alemania y Arabia Saudita con unos 13 millones respectivamente, Rusia con 12 millones, el Reino Unido con 10 millones y los Emiratos Árabes Unidos con 9 millones.
Distribución por países de origen, edad y sexo
En cuanto a su lugar de nacimiento, un tercio de todos los migrantes internacionales proceden de sólo diez países. El país líder es India con 18 millones de personas, seguidos a una distancia considerable por los 12 millones de mexicanos que viven en el extranjero, junto a 11 millones de chinos y 10 millones de rusos.
En términos de edad, uno de cada siete migrantes internacionales es menor de 20 años. Durante este año, el conjunto de datos indica que 38 millones de migrantes internacionales, una cifra equivalente al 14% de la población migrante mundial, tenían menos de 20 años. La mayor proporción de jóvenes de todos los migrantes internacionales la acogió el África subsahariana, en torno a un 27%, seguida de América Latina y el Caribe, y África septentrional y Asia occidental, alrededor del 22% cada una.
Además, tres de cada cuatro migrantes internacionales, o unos 202 millones, están en edad laboral, fijada entre los 20 y los 64 años.
Las mujeres representan algo menos de la mitad de todos los migrantes internacionales en 2019 y disminuyó ligeramente, del 49% en 2000 al 48% en 2019. La mayor proporción de mujeres migrantes se registró en América del Norte 52%, y Europa 51%; y la más baja en el África subsahariana 47% y en el África septentrional y Asia occidental 36%.
Crece el número de desplazamientos forzados
Otro apunte destacado del estudio es que los desplazamientos forzados a través de las fronteras internacionales siguen aumentando.
Entre los años 2010 y 2017, el número mundial de refugiados y solicitantes de asilo aumentó en unos 13 millones, lo que representa cerca de la cuarta parte del aumento del número total de migrantes internacionales. África septentrional y Asia occidental acogieron alrededor del 46% del número mundial de refugiados y solicitantes de asilo, seguidos por el 21% de África subsahariana.
Las cifras del estudio del Departamento de Asuntos Económicos y sociales de las Naciones Unidas se basan en estadísticas oficiales nacionales a partir de censos de población, registros de población o encuestas representativas a nivel nacional.
Actuación de la ONU
En septiembre de 2016, la Asamblea General de la ONU aprobó un conjunto de medidas durante la primera cumbre sobre los desplazamientos de migrantes y refugiados. Estas obligaciones contraídas por los Estados miembros se concretaron en la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, donde se reafirma la importancia de la protección internacional de estas personas y se subraya la obligación de los Estados de mejorarla.
Dicha declaración allanó el camino para la aprobación de dos nuevos acuerdos mundiales en 2018: el Pacto mundial para establecer una migración segura, ordenada y regular y el Pacto mundial sobre refugiados.
Según António Guterres, Secretario General de la ONU, "La migración es un poderoso motor del crecimiento económico, el dinamismo y la comprensión. Permite que millones de personas busquen nuevas oportunidades, lo que beneficia por igual a las comunidades de origen y de destino".
Agrega que tratar a los migrantes con dignidad es requisito indispensable a la hora de tratar la migración, debe ser el punto de partida. “La migración es el gran asunto de nuestra era, se trata de una lucha por la dignidad porque permite que las personas elijan salvarse a sí mismas, les permite escoger formar parte y no aislarse”.
Debemos dignificar esas elecciones mostrando respeto, y la manera de hacerlo es tratarles con dignidad por haber tomado las decisiones que han tomado. Por ese motivo, en la celebración de este Día, hacemos un llamamiento para que la migración sea segura, regular y digna para todos.
“La migración seguirá”
Según Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el mundo vive la peor crisis de refugiados de la historia. Más de 71 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la guerra, la violencia y la pobreza.
En medio del éxodo masivo de personas, desde Centroamérica y Siria hasta Bangladés y el Congo, la xenofobia y la discriminación viven un nuevo auge mundial y cierran las fronteras a por lo menos 25 millones de refugiados.
En América Latina, cinco millones de venezolanos han huido de la crisis política y social; y cientos de miles de hondureños y salvadoreños han puesto a sus países entre los 10 primeros lugares a nivel mundial en cuanto a solicitudes de asilo.
Señala que para hacer frente a la mayor crisis de refugiados de la que se tiene registro se debe apelar a la cooperación internacional porque “las acciones individuales de cada país no funcionan; las crisis de refugiados son una manifestación del aumento de la movilidad humana por razones específicas que se engloban en un movimiento más amplio”.
“No se puede enfrentar sin cooperación internacional. Tenemos un pacto global para refugiados y otro para inmigrantes, también hay respuestas regionales como la que intentan México y Centroamérica. Aunque la cooperación despierte sospechas, no hay otra salida que trabajar juntos”.
Crisis venezolana
Al ser preguntado si el éxodo de cinco millones de venezolanos han dejado su país es comparable con los peores escenarios en otras partes del mundo, Grandi dice que “Nunca se puede comparar una crisis con otra. Venezuela no es como Siria. No hay guerra. Hay una crisis con aspectos humanitarios muy graves a partir de una crisis política que debe ser resuelta. Aunque hay similitudes en las consecuencias. Por ejemplo, el movimiento de población es enorme, así como la necesidad de apoyar a los países que reciben refugiados”.
Añade que para Venezuela se necesitan acciones específicas y que la acogida en América Latina es diferente porque sus países tienen una tradición de recibir gente. Tiene instrumentos legales, aunque caóticos, para recibir a los venezolanos y tienen recursos como países de nivel medio.
—Lo que me preocupa es que esto se prolongue, no creo que haya una solución política rápida, pero tenemos que buscar que la situación no se deteriore ni que se incremente la xenofobia. Hemos visto incidentes en países como Ecuador y Perú, y hemos creado campañas para detenerlos. Es importante fortalecer las estructuras públicas de estos países y ese liderazgo lo debe asumir la cooperación internacional para el desarrollo.
Refugiados y migrantes de Venezuela superan los cuatro millones
Tanto Acnur como la OIM sostienen que los venezolanos desplazados fuera de su país son uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo; y que el ritmo de la salida de Venezuela ha sido asombroso. Unos 695.000 a fines de 2015, la cantidad de refugiados y migrantes de Venezuela se ha disparado a más de 4 millones a mediados de 2019, según datos de las autoridades nacionales de inmigración y otras fuentes. En solo siete meses desde noviembre de 2018, el número de refugiados y migrantes aumentó en un millón.
Los países latinoamericanos acogen a la gran mayoría de venezolanos, con Colombia con alrededor de 1,3 millones, seguido por Perú, con 768.000, Chile 288.000, Ecuador 263.000, Argentina 130.000 y Brasil 168.000. México y los países de América Central y el Caribe también albergan un gran número de refugiados y migrantes de Venezuela.
“Estas cifras alarmantes resaltan la necesidad urgente de apoyar a las comunidades de acogida en los países receptores”, dijo Eduardo Stein, Representante Especial conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados y migrantes venezolanos.
“Los países de América Latina y el Caribe están haciendo su parte para responder a esta crisis sin precedentes, pero no se puede esperar que sigan haciéndolo sin ayuda internacional”.
Los gobiernos de la región han establecido mecanismos para coordinar su respuesta y facilitar la inclusión legal, social y económica de los ciudadanos venezolanos. El principal de ellos es el Proceso de Quito, que ha reunido a los países latinoamericanos afectados por el flujo de refugiados y migrantes venezolanos.
Para complementar estos esfuerzos, se lanzó un Plan de Respuesta Regional Humanitario para Refugiados y Migrantes (RMRP) dirigido a 2,2 millones de venezolanos y 580.000 personas en comunidades de acogida en 16 países. Hasta ahora, el RMRP está financiado solo en un 21 por ciento.
(Con información de ONU Migración; Acnur)